"Nombre completo: Valentina Lucía Malespin Ortega
Edad al momento de su muerte: 27 años
Nacionalidad: Estadounidense
Origen: Nueva Orleans, Luisiana
Su familia estaba formada por sus padres y su hermana mayor;
Padre, Samuel Malespin: Profesor de literatura apasionado por las historias clásicas y las cartas.
Madre, Cecilia Ortega: Florista, amante de los jardines botánicos y de la música clásica.
Hermana, Eloísa Malespin Ortega: Tres años mayor; paradero actual, desconocido."
Mire el documento en silencio, me recline en el asiento con cuidado y tome la foto entre el portafolio, me parecía mucho a mí madre realmente
No era muy alta, al menos no se veía así en la foto. Era delgada y esbelta, sus curvas eran sutieles y elegantes, su cabello lo tenía largo y ondulado de un rubio cenizo con destellos plateados. Lo llevaba suelto en una coleta baja, mire la foto atentamente, mi madre era hermosa
Sus ojos eran grandes y expresivos de color verde esmeralda, se notaban pestañas largas, su nariz pequeña, labios definidos y rosados
¿Por qué quieres saber de ella a estas alturas?- pregunto Braxton sacándome de mis pensamientos. Desde que regresamos a Argentina se había mantenido al margen haciendo estupendamente su trabajo
Le reste importancia con mi mano
¿Como está Chika?- pregunté, para mí desgracia seguía viva cuando regresamos. Y ahora con Maxon aquí era complicado todo, estaba pensando en mandarlo a otro lado, no sé, quizás a la cabaña donde me crié sola
Bien...- murmuró, asentí con calma dejando la foto en el portafolio otra vez
¿Maxon?- pregunté mirándolo, según escuché tenía demasiadas heridas y tenía desnutrición grave así como una amenaza de anemia por todos los meses que estuvo cautivo sin nada decente
Se está recuperando.- dijo apartándome la mirada- ¿Cuánto tiempo tendrás a Niccoló aquí?- pregunto, arquee una ceja mirándolo- digo... Pronto serán casi dos meses estando aquí...- dijo con cuidado sin voltear a verme
¿Y?- me queje- ¿Acaso tienes algún problema con él?, si es así, dímelo sin titubear.- dije en tono frívolo y tranquilo, me miró de reojo, negó, sonreí- eso creí.- dije con calma, dejé en el cajón el portafolio con los documentos de mi madre y tome otro de ellos donde traían los números de este mes del palacio de la señorita veneno
Los chinos pidieron una reunión- dijo él, no conteste mientras miraba los documentos. No quería nada que ver con ellos, no me servían. Además de que los irlandeses tenían conflicto con ellos, me convenía más tener a los irlandeses que los chinos
Al no obtener respuesta de mi parte suspiró pesado, la puerta de la oficina fue tocada
Adelante- dije alto
¡Alcanzo!- se quejó la vocecita de Fanny, sonreí dulcemente y me puse en pie dejando los documentos en el escritorio, me acerqué a la puerta para abrir, me sonrió ampliamente al verme
Gracias a Niccoló el acercarme a ella fue más rápido de lo que esperaba realmente. Mis pequeños hermanitos estaban yendo a terapia junto a Niccoló, y bueno, yo iba al psiquiatra. Uno muy, muy, privado, porque habían cosas que no debían saber de mí. Sus manos sostenían una pequeña bandeja, me agache a su altura
¿Qué traes aquí pequeña bebé?- sonreí con ternura mirándola
Merienda- tarareo mirándome, le sonreí dulcemente
Oh, muchas gracias bebé.- acaricié sus cabellos- ¿Y Nic?- pregunté, casi nunca estaba lejos de él
Dormir- tarareo con calma, pasando junto a mi para entrar a la oficina con pasitos lentos y cuidadosos- noche, pesadilla- dijo con tono bajo, tome aire con delicadeza mirándola
Y bien, ¿Que me traes?- dije acercándome a ella, mire a Braxton- puedes retirarte.- dije en tono serio, él me miró, asintió y salió de ahí. Me senté en el sofá mirándola
Galletas, leche, bollito- dijo señalando cada cosa en la charola, la subí al sofá conmigo sonriendo dulcemente
Se ve tan rico, muchas gracias- dije con ternura, asintió, tomó el vaso de leche y me lo extendió, lo tomé sin dudar con cuidado
La escuché titubear de forma torpe lo que había hecho en la tarde junto a Niccoló mientras se aseguraba de primera mano que me comiera todo lo que ella me trajo. Lo hice con gusto, adoraba estos gestos de mis pequeños
Un rato después llego Amel con Cristian, le mire un momento y le sonreí mientras Amel se quejaba con pucheritos de que no lo habíamos llamado para merendar juntos
Cuando dieron las seis, Ashly llegó para llevar a los niños a cambiarse para la cena. Mientras yo me quedé sola en la habitación con Cristian, le mire mientras estaba apoyada en el escritorio y el frente a mí
¿Tú la mandaste con esto, verdad?- le sonreí, soltó una leve risilla y se encogió de hombros, negué ligeramente
Me disculpé con él en Año Nuevo, había sido una conversación complicada. Las palabras se enredaban en mi mente y mi corazón mientras luchaba por encontrar una forma de hacerle entender todo lo que ocurría. Al final él rompió el silencio de una manera que no esperaba, se me confesó, sus ojos habían brillado con una mezcla de temor y esperanza cuando me dijo que estaba enamorado de mí... Que sus sentimientos eran más profundos de lo que había imaginado, me dijo que quería que le diera una oportunidad, que deseaba que en algún momento fuera un "nosotros"
A pesar de que yo sentía que había algo que llamaba mi atención hacia él, no podía mentir diciéndole que estaba enamorada de él de la misma manera en que él me lo expresaba. Mis sentimientos hacia él eran genuinos, pero no eran los que él esperaba
No me sentía cómoda con la idea de corresponderle de esa forma, no era algo que realmente quería, pero tampoco quería defraudarlo, él había estado ahí para mí en tantos momentos difíciles, y por todo lo que había hecho por mí sentí que le debía algo. Quizás en parte me sentí responsable por no devolverle el amor que él me ofrecía, pero al mismo tiempo no quería rechazarlo, no quería que pensara que no le valoraba
De alguna manera aceptarlo se sintió como un acto de gratitud, un intento de no defraudarlo a él aunque en el fondo sabía que no estaba siendo completamente honesta conmigo misma. No estaba segura de si tomar esa decisión era lo correcto, pero lo hice porque en ese momento no quería fallarle quizás mi respuesta se debió más a la obligación moral de corresponderle por todo lo que había hecho por mí, que a un genuino deseo de estar con él
Él se acercó a mí y tomó mi rostro entre sus manos con delicadeza, le mire a los ojos sonriéndole
No almorzaste bien porque recibiste una llamada, y solo comerías si ella lo traía- murmuró de forma baja acariciando mis Mejías con delicadeza, sonreí apenas y asentí
Gracias.- dije con calma, asintió y beso mi frente con ternura sin soltarme el rostro
El policía llamó, dice que viene mañana a pasar la tarde con Amel.- informo, asentí, luego de año nuevo Cristian había regresado a su departamento
Está bien, Amel se pondrá contento de saberlo.- dije con calma, me sonrió apenas y beso mis labios, cerre mis ojos correspondiendo lentamente aquel beso
Deberías prepararte también para la cena- susurro en tono dulce contra mis labios, solté una leve risa
Termino de leer unos documentos y lo haré, ¿Sí?- dije con calma mirandolo a los ojos, esos lindos ojos azules que siempre parecían estar atormentados, rodee su cintura con mis brazos abrazándolo con cuidado, beso mis cabellos con cariño
Está bien.- accedió, asentí lentamente mirando al suelo
¿Qué estaba haciendo?, ¿En algún momento lograría corresponderle con la misma ternura y amor que él?, realmente esperaba que sí... Deseaba que sí...