historias

Comisaría

Hola, mi nombre es Thais, tengo 24 años, desde que tengo 16 tuve malos amigos, me condujeron por un mal camino, podría decirles, que empezó con alcohol, yo no bebía nada de nada de alcohol, luego cigarros, fueron subiendo de grados, hasta drogas, en un inicio como cualquiera me negué, pero fue ahí donde también me di cuenta que ellos no eran mis amigos, solo estaban conmigo porque quién sabe, tal vez fue por demostrar que hasta la persona más "decente" puede caer en todo tipo de cosas a los que ellos llaman "buena vida", me di cuenta de eso muy tarde

Las cosas con ellos cambiaron cuando me obligaron a empezar a consumir drogas, mari, coca, muchas cosas más, siempre terminaba en un delirio, me decían que era bueno ya que con eso se me iban a olvidar de mis problemas, yo tenía muchos problemas en casa, mi hermanastro abusó de mí cuando apenas tenía 8 años hasta los 11 que se mudó con su papá, a mi madre se lo conté cuando tenía 16, cuando también le conté que tenía enamorado por primera vez.

¿Quieren saber lo que ella me dijo?

Bueno así no quieran se los diré

Mamá, hay algo que te tengo que contar-- comencé, me hice a un lado de mi cama para contárselo.

Dime hija, ¿que sucede?-- dijo ella mientras se acercaba para sentarse a mi lado en mi cama.

Ma, tu hijo-- así le decia yo cuando me refería a él, era su hijo, pero no venía a ser nada mío, se lo dije muchas veces-- cuando vivía aquí antes con nosotros abusó de mí.

¿como abusaba de ti?-- fue su respuesta, su cara estaba tranquila, no demostraba sorpresa ni dolor por saber aquello, no entendía nada de su reacción de ella.

El me ... violó cuando tenía 8 años y lo hizo durante 3 años hasta que se fue-- yo comencé a llorar, mi madre nunca me abrazó, eso era lo que yo necesitaba en ese momento, ustedes dirán ¿por qué no dije nada?, no encontraba las palabras para decirlo, me ponía a pensar en cómo reaccionará mi madre al saber lo que su hijo favorito me hacía, pero miren ahora, esa reacción no me la esperaba para nada-- mamá, también te quiero decir que tengo enamorado-- y ahí ella recién abrió la boca de sorpresa.

¿como que tienes enamorado?, aún eres muy chica para tener enamorado, terminas con él mañana mismo-- fue lo que me dijo, como es que para refutar que tenía enamorado si tenía palabras pero para algo que me había dejado con una cicatriz psicológicamente, ¿no me decía nada?, no lo podía creer, desde ese momento, comenzó mis problemas con mamá, ya que incluso me dijo que mi papá no tenía porque saber, ya que eso solo haría que el se enojara conmigo por no tener mi más valioso tesoro, mi virginidad.

Yo no podía creer en ese momento las palabras de mi madre, pero, con ese pensamiento me fui distanciando de ella, deje de hablarme más que un saludo cordial como respeto por ser mi madre, con mi papá creció más mi confianza pero nunca le mencioné lo del abuso, quise hacerlo, pero después me decidía que no era algo bueno de contar, mi papá cuando cumplí 18, me empezó a hablar sobre los métodos anticonceptivos, me tomo por sorpresa pero se lo agradecí, me dijo que cualquier cosa podía contar con el, ya que sabía que tenía mi relación de dos años, si, aún seguía con mi enamorado, seis meses después de mi cumpleaños, me independice, me fui a vivir en un departamento que mi papá me regaló para mi cumpleaños, el venía a visitarme, mi novio Carlos, también venía de visita, me dijo que quería hablar con mis padres, para que nuestra relación fuera más formal, al principio no lo entendí, pero cuando estuvimos en la cena, entendí, me pidió matrimonio, acepte sin dudarlo.

En todos esos años juntos, como enamorados, nunca se dio cuenta de mis problemas con el alcohol, si fumaba eso sí sabía, pero no las drogas, después de su propuesta, nos fuimos a vivir juntos, no dimos ningún otro paso, pero ahí comenzó el caos, ya que al vivir juntos, comenzó a darse cuenta de mis problemas poco a poco, un día me encaró.

como no me di cuenta nunca de lo que te pasaba, eres adicta-- se notaba bastante sorprendido por mi comportamiento.

No nos veíamos seguido y cuando me iba de rumba con los demás, siempre me quedaba en su casa de quién organizaba la fiesta, tú también ibas, pero te marchabas antes de que empezará el after party-- le contesté, me miró, estaba dolido, eso lo noté, creo que también estaba decepcionado

Thais, yo te quiero pero dejas eso vida por qué la dejas, o tu y yo terminamos y es definitivo-- me sorprendió sus palabras, en nuestra relación, nunca tuvimos problemas, pero aquí venía nuestra primera discusión, el primer problema y al parecer nuestro motivo del fin de nuestra relación.

Intenté dejarlo, pero no pude, me descontrolaba el no poder tener algo dentro de mi organismo, durante el colegio siempre estaba entre las 3 primeras, era una de las NERD como solían catalogarnos, los POPULARES, después de terminar con Carlos, me fui de picada, mi padre me interno durante 6 meses en un centro de rehabilitación, pero salir limpia, sin embargo un día había salido por la calle a caminar, hasta que veo como agreden a una mujer embarazada, en mi mente solo estaba el que tenía que ayudarla su vientre sobresalía, pude deshacerme de los agresores, la ayude a levantarse, y la lleve al hospital, pero ahí me esperaba el cambio de mi vida.

Por mi forma de vestir los doctores llamarán a la policía, tenía sangre en mi ropa, pero no era la mía, como la mujer estaba con cortes pensaron que yo era una de sus agresores, me llevaron a la comisaría.

'genial' pensé irónicamente en mi mente, ya veo porque muchas personas ya no ayudan a los demás en la calle cuando ven que están en problemas, así se evitan meterse en uno ellos mismo, aprendí la lección.

Llega un oficial de unos 25 o 26 años a donde yo me encontraba tenía ojos grises, cabello crespo, alto le pongo entre 1.75 a 1.80, ya que era más alto que yo, mido 1.67, no me miró, solo se fue a sentar en frente, estaba observando unos papeles que traía con el, después de unos minutos, alzó la cabeza, me miró a los ojos, luego comenzó a bajar su mirada, quedó mirando mis pechos, me sentía indefensa y a la vez enojada, en ese instante, sentí una corriente recorrer mi centro, supe que comenzaba a excitarme, el bajo su mano derecha, la mano izquierda quedó sobre la mesa apretada en un puño, se levantó y ahí me di cuenta que no era la única que sentía excitación, sin siquiera tocarnos, fue solo la mirada, mordí mi labio, el imitó mi acción, ya estaba mojandome mi ropa interior.

Se acercó a mí, me tendió su mano, lo mire entrecerrando los ojos, me hizo una seña con la cabeza de seguirlo, le di la mano, y se dirigió a la puerta salimos de ahí, me condujo por unos pasadillos, hasta llegar a un cuarto de almacén, donde me pareció extraño ver camas, incluso colchonetas, me hizo entrar y cerró la puerta.

Ven, sígueme, este será un mejor lugar para que hagas lo que quieras y donde yo también puedo hacer lo que quiera, sin límites, cámaras, micrófonos a nuestro alrededor-- ya entendí porque no hablo nada de nada en el anterior cuarto,

Oh-- fue lo único que dije, el me atrajo hacia su cuerpo, chocamos bueno mi cara se fue contra su pecho-- ¡auch!-- fue lo que dije después de esa acción tan bruta de el

Lo siento, pero tal vez tú si te puedas contener pero yo ya no-- este hombre cada vez más me sorprende con sus palabras y acciones, levanté la mirada y al chocar miradas, sentí como la sangre se me subia a la cabeza, me quede embelesada con su mirada-- dime qué no quieres y me detengo y te dejo donde estabas antes de traerte aquí.

Y-yo . . . -- no sabía que decir, también lo quería, así que tan solo se me ocurrió ponerme de puntillas y besarlo, no me correspondió, estaba por separarme cuando sentí sus brazos en mi espalda baja, me pegó más a él, sus labios eran suaves, un sabor a menta y eucalipto comenzó a recorrerme mis papilas gustativas, era su sabor, el mismo olor que desbordaba de su cuerpo, puse mis manos en su cintura, donde sujete su camisa de oficial y lo pegue todo lo que podía a mi, sentí su erección en mi vientre, comencé a sacar su camisa, luego a desabrochar el cinturón, le baje la bragueta, junte el pantalón con su boxer en mis manos para así poder bajarlos al mismo tiempo, el ya había logrado sacarme mi casaca negra y mi top blanco, me quedaba mi brasier y mi ropa debajo de ella cintura a el lo tenía a mi merced, por completo desnudo, nuestras respiraciones ya estaban agitadas, el ambiente comenzó a subir la temperatura.

Con sus manos, el comenzó a manosearme todo mi pecho, bajo de mis labios a mi cuello, comenzó a dejarme besos, mi piel es sensible así que sabía que me quedaría marcas después, pero no me importaba, una de mis fantasías, se estaba cumpliendo, hacerlo con un oficial en y en la comisaría, doble premio en uno, me arrodillé y comencé a masajear su pene con mis manos, levanté la cabeza para verlo y el había cerrados sus ojos, lo estaba disfrutando, vi como se mordía el labio, entonces decidí comenzar a lamerlo, lo hice y apenas rozo mi lengua el soltó un -- ¡ah!-- de sus labios, me hizo seguir adelante al escucharlo, metí su pene en mi boca entraba y salía, en un ritmo pausado y suave, me agarró mi cabello en una coleta improvisada con una mano la otra en su espalda, comenzó a mover sus caderas haciendo que se sintiera como si me penetrara, en este caso mi boca, sentí como se movía más rápido, sabía que se venía en ese instante, ya no podía más, yo estaba tranquila por fuera, ya que ni siquiera me toque, pero también sabía que por dentro ya estaba bastante húmeda, al terminar de correrse, me levanto y me desvistió por completo, había una mesa en una esquina así que me llevo allá me hizo quedar de espaldas a el, me inclinó hacia adelante, recosté mis manos en la mesa para ayudarme a sostenerme, y de una sentí como invadía su pene mi v****a, no tuvo paciencia ni delicadeza, fue rudo, el marco su ritmo, pero que bien se sentía, yo gemia y gemía, cada vez más fuerte, tanto que creo que el incluso ya no aguanto más, porque libero uno de mis pechos donde tenía su mano, para poder taparme la boca, su otra mano estaba jugueteando en mi clítoris, esa sensación de hormigueo me comenzó a invadir, me sentí en la gloria, mis piernas me temblaban, nuestras respiraciones era lo único que se podía escuchar en ese cuarto donde estábamos teniendo sexo, esto no lo tenía planeado, en primer lugar no quise terminar en la comisaría, pero me llevo algo de recuerdo, me beso el hombro, pasó mi cabello a un lado, me beso la nuca comenzó a besarme la espalda, me hizo quebrarme aún más, lo sentía hasta lo más profundo dentro de mí ser.

Comenzó a ir más rápido, ya sabía que se venía, al igual que yo, me saco su mano de mi boca, me sujeto de mis caderas, comenzó a embestirme cada vez más rápido, mis gemidos de placer comenzaron a ser más fuertes, no lo iba a negar sabía cómo hacer sentir el placer, me llevo literal 'al infinito y más allá', nos corrimos al mismo tiempo, nunca había tenido un orgasmo de esa magnitud estaba sudada, pero feliz de poder deshacerme del deseo de tener un hombre que me complazca en el sexo, pero parece que a él no le pareció solo sexo.

Me había dejado de nuevo donde estaba antes, dijo que volvería, después de media hora se abre la puerta, no voltee a ver quién era, pero hablo un oficial que no era el mismo de antes, con quien tuve sexo, me dijo que podía irme, me sorprendí pero igual me levanté, salí del cuarto ese, recogí mis cosas que me habían quitado y me fui de la comisaria, estaba caminando, cuando escuchó que alguien corre detrás mío, volteo a ver de quién se trata, me quedo en mi lugar parada ya que no esperaba verlo a él de nuevo, era el mismo oficial de antes.

Hola-- está nervioso, se rascó la nuca-- ¿puedo acompañarte?-- lo mire un poco extrañada, pero quería más de el, asi que asenti, se puso a mi lado y comencé a caminar en direccion a mi casa, volví a mi antiguo departamento, donde vivía antes de irme a vivir con Carlos.

Oye, yo ... -- lo mire levantando mis cejas yo no le había dirigido ni una sola palabra, creo que eso lo ponía aún más nervioso, me gustaba ese efecto que tengo sobre él, internamente me estaba burlando de su comportamiento-- quisiera presentarme, mi nombre es Stephano, ¿tu como te llamas?-- parece que si está más que nervioso, rodé los ojos, porque es obvio que el ya sabía mi nombre

Hola, mi nombre es Thais, tengo 23 años, pero supongo que eso ya lo sabes, ¿no?-- se sonrojo, que dulce, no sabía que era así de fácil hacerlo sonrojar, era guapo, tez blanca, su cabello es castaño y crespo, me gustaba lo que veía

Si, pero quería que tú y yo nos conociéramos más a fondo-- creo que me burlaré de él antes de llegar a mi casa.

Oh, osea que hace rato, no llegaste lo suficientemente profundo, ¿quieres hacerlo más profundo?-- al escuchar mis palabras, comenzó a ver a todos lados, no había nadie a nuestro alrededor. No aguanté y me reí a carcajadas de su reacción.

Ah, este ... yo ... -- yo no paraba de reír, me causaba gracia como el se ponía, quien lo diría de un policía.

Tranquilo, solo era una broma-- le dije apenas me detuve de reír-- te ves como un tomate ya casi llegamos a mi casa, ¿te parece si te invito un poco de agua?-- me miró a los ojos-- sino quieres no hay problema-- me encogí de hombros.

Si, claro, me gustaría, tengo sed-- aceptó sin nada más que decir el resto del camino seguimos en silencio, hasta que llegamos, lo hice entrar, se acomodó en el sillón mientras observaba todo lo que había a su alrededor, yo por mi parte me fui a mi habitación a cambiarme los zapatos, salí y lo encontré viendo un cuadro de foto, donde estaba mi papá y yo, al verlo sonreí, extrañaba a mi papá demasiado, pero no he ido a verlo, me dirigí a la cocina a traerle agua.

¿el es tu papá? -- me preguntó Stephano enseñándome el retrato de antes, asentí con la cabeza mientras le entregaba el vaso con agua, yo tenía una copa de vino, me senté a un lado de él.

¿donde esta él?-- pregunto de nuevo, parece que quiere conocer un poco más de mi vida.

Vive como a media hora de aquí, no lo he visto en mucho tiempo-- asintió moviendo la cabeza.

¿porque? digo si se puede saber-- me miró, pero no apartó la mirada en ningún momento esperando a mi respuesta solté un suspiro antes de responder.

Tuve malas amistades desde que tenía 16 años, estuve envuelta en alcohol, cigarro y drogas, me hice adicta hasta hace 7 meses nadie lo sabía, fue después de que comencé a convivir con mi ex prometido que el se dio cuenta, termino conmigo porque no fui capaz de dejar ese mundo del vicio, mi papá al enterarse me mandó a un centro de rehabilitación, salí hace una semana, estoy limpia, se que puedes decir que es muy poco tiempo, pero desde que era pequeña he tenido una fuerza de voluntad bastante alta-- me interrumpió.

Entonces como es que te pusiste de adicta-- pregunto, creo yo que cualquiera preguntaría lo mismo.

En mi vida, no todo ha sido color de rosa, mira no sé porque te voy a contar esto pero me caes bien, cuando tenía 8 años, el primer hijo de mi madre, si se le puede llamar así, abusó de mí, y lo siguió haciendo hasta que cumplí los 11 años y fue cuando el también se fue a vivir con su papá, yo sé lo comenté a mi madre cuando tenía 16, uno por qué ya no aguantaba tener guardado ese secreto conmigo, otro por qué tenía enamorado, osea mi ex prometido, mi madre al enterarse del abuso de su hijo conmigo, no hizo nada, en serio nada de nada, ni siquiera se sorprendió, cuando le dije que tenía enamorado me dijo que tenía que terminar con ese chico, que era muy chica para estar con él, además de que no le podía decir nada a mi papá de lo que me había hecho su hijo, en ese entonces yo ya bebía, porque por dentro tenía un gran pesar, nunca se lo conté a mi papá, tampoco a mi ex novio, esos "amigos" me ingresaron a todo ese mundo del vicio, según ellos con eso me iba a poder deshacer del mal sabor de boca que tenía, osea me alejaría de mis problemas, de la realidad que yo vivía, como idiota caí, sabía que era mentira, pero no tenía nada que perder, eso era lo que yo me decía, poco a poco fueron aumentando el nivel, alcohol, cigarro, drogas, el último era sexo, pero nunca llegue a eso, eso no, nunca me acosté con nadie, aunque no lo creas ni siquiera con mi ex-- me miró sorprendido por ese detalle que acabo de revelarle-- después de todo yo sabía cuál era la razón a mi negativa, era mi pasado, al cerrar los ojos lo veía a él, pero en cambio contigo, no sabría cómo explicarte que fue lo que sucedió, porque ni yo lo entiendo.

Entonces, dices que fui el primero al que te entregaste, es decir voluntariamente-- lo mire y asentí con la cabeza, se me acerco, me sujeto con sus manos mi cara, acaricio mis mejillas con sus dedos pulgares, cerré mis ojos, porque disfrutaba de su tacto con mi piel, me hacía sentirme tranquila, en paz, como nunca me sentí-- ¿quieres ser mi novia?-- abrí mis ojos en estado de shock, no podía creer lo que estaba escuchando, era una locura lo que me proponía apenas nos conocimos, y tan solo hablando de cuerpo, negué con la cabeza, me separé de el, o eso intenté, ya que el se me acercó y me besó, me perdí en sus besos, y comencé a disfrutar de el, después de un rato se separó-- no me rechaces, yo me siento bien contigo, tampoco nunca antes me pasó lo que pasó contigo, nisiquiera nos tuvimos que tocar antes para sentir que nuestros cuerpos se deseaban, entonces también podemos hacer que nuestros sentimientos nazcan estando juntos, no pasaremos a nada más, ya que quiero darte tu espacio, tu vida no ha sido fácil, quiero que empecemos bien-- me sujeto mis manos, yo me quedé viendo nuestras manos-- se que podemos tener algo muy bonito, me gustas por como a pesar de ser inocente, nunca te exasltaste ni nada, estuviste con suma tranquilidad en la comisaria-- no le di importancia a ese detalle-- pero gracias a eso también te conocí, gracias a esa señora por estar ahí en peligro y gracias a ti por ayudarla desinteresadamente, no hay muchas personas como tú en esta vida y eso te hace especial, dame una oportunidad, hay que darnos esa oportunidad para ver si podemos tener un futuro juntos, ¿aceptas?-- me miró esperando una respuesta.

Esta bien-- apreté sus manos entre las mias-- pero yo no soy fácil de llevar, soy un poco perfeccionista-- me abrazó sin dejarme terminar de hablar.

No me importa, para eso estaremos intentando nuestra relación, comenzaremos a conocernos mejor, día a día juntos.