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770 Words
—Por favor se puede quitar — trata de decir. —¡Eres mía! ¿Por qué me alejaría de ti ? ¿No me quieres? — dijo con voz gruesa. Escucha un gemido lastimero del gran lobo —no es eso sr... es que no entiendo — Él se aleja solo centímetros de ella—¿qué no entiendes? — dijo mirando su bella luna. —¿Se puede mover favor? — vuelve a insistir. El gran hombre hace un puchero, pero se aleja unos centímetros de ella solamente. Paz respira con tranquilidad, realmente no entiende ¿por qué tiene otro mate?, ¿Qué está pasando? Matías observa la actitud de su alfa con asombro, él nunca se ha comportado así con nadie y está haciendo puchero ¡puchero! Él nunca ha hecho eso, es sorprendente. —¿Cómo te llamas luna? — pregunta el gran hombre. —Paz, ¿y usted? —hace oído sordo a como la llamó. —Sebastián, luna. Hace una reverencia —mucho gusto alfa. Sebastián gruñe —no hagas eso — dijo con regaño haciendo que se pare derecha. Paz está nerviosa —pero, pero usted es el alfa, tengo que hacerlo —susurra. —Tu alfa —corrige —no respondiste mi pregunta ¿qué no entiendes? — Mira el gran hombre frente a ella —Sr yo no lo conozco, no sé porque tengo otro mate, solo quiero establecerme en lugar tranquilo, por favor, estoy cansada, hambrienta y con sueño solo hablemos si puedo ser parte de su manada se lo suplico — trata por todo los medio de cambiar de tema aún no está preparada para tener otro mate. Sufrió demasiado con el rechazo del antiguo, si este la rechaza es posible que pueda morir y no quiere eso. Sebastián solo confirma, había sido un poco tonto, debió de imaginar que su luna está cansada. —Pasa por favor —le indica que se siente frente a su escritorio —¿en qué puedo servirte? — —Me expulsaron de mi antigua manada por ser Omega y gorda — un gruñido se escucha—desde muy niña ahorre para un momento así, y me hablaron de este lugar y quise venir — muerde su labio —si aquí no está permitido las omegas por favor dígame que me iré — —Dijiste, ¡otro mate! —dijo con voz serena Sebastián. Matías tiembla, cuando su alfa está así, es muy violento, con cuidado se pone al lado de Omega. —Sí, pero eso no viene al caso —trata de decir. —Claro que viene al caso eres Mía nadie puede tenerte —grita alterado. Paz tiembla nunca le ha gustado que le hablen duro para ella solo eso significaba una cosa… golpes. —Por favor no me pegues — susurra lo suficiente alto a punto de llorar. Tanto alfa como beta quedan en shock, Sebastián rápidamente la abrazarla —mi luna perdón, no era mi intención gritar — Se aleja de él y hacen una reverencia —lo siento, lo siento — con rapidez se levanta —me tengo que ir —Sale corriendo sabía que era mala idea haber venido a este lugar, ella tiene muchos traumas, nunca la tocaron sexualmente, pero si la lastimaron, la desnudaban y le daban muchos latigazos, a veces la ponían a caminar descalza en las rocas, entre muchas cosas más. Mientras ella sufría ellos se reían de su dolor, se siente tan patética que alguien no puede hablarle alto porque de una vez se encoge eso le da mucha rabia. Odia ser miedosa, odia ser débil, odia ser cobarde, se odia con el alma. Unos brazos la detiene —mi luna —dijo una voz. —por favor déjeme ir Sr. Sebastián —súplica. —no mi luna vamos a dentro, hace frío, necesitas descansar — —no, me tengo que ir, tengo que buscar un lugar donde sea aceptada, así que por favor déjeme ir — —mi luna aquí los serás —el alfa suspira no quería usar eso, pero tendrá que hacerlo — , Duérmete — El cuerpo de paz comienza a sentirse pesado y sus ojos se van cerrando. Sebastián la carga como si nada, comienza a caminar hacia su cabaña. Los lobos vieron todo lo que pasó, ¿ quién era esa mujer ?, ¿Por qué su alfa estaba desesperado? Matías observa a su líder, está entrado en la cabaña, esta mujer es el mate de él, entonces su alfa podrá salir de las penumbras una pequeña sonrisa se asoma — habrá esperanza —susurra con fe.
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