Sentir el contacto de su boca con la mía me hace delirar, ansié besar sus labios por tanto tiempo, sé que no debería ceder, no tan pronto, anoche lastimo mi integridad y mis sentimientos acusándome de algo que yo no soy. Seré una tonta, pero zorra nunca, no me he metido en la cama de alguien más, sus manos se deslizan por mi cintura, pega su frente a la mía —Te extrañé —Un nudo en mi garganta me impide hablar, mis ojos se vuelve acuoso. —No debí ser tan animal —Baja parte de mi blusa, ya que tuve que usar una de corte alto para ocultar sus dedos marcados en mi cuello, sentir su contacto pone mi cuerpo alerta, sin embargo, lo tolero. — ¿Me perdonas? —Exclama en un susurro y no resistí más, el muro que había creado todos estos años, se volvió polvo, me abrace a su pecho y llore en sus bra

