Capítulo 7: ¿Humano?

1719 Words
Noah se acercó con rapidez al verla lastimada. Damian seguía hablando con su niñera hasta que vió que su padre se paró frente a ellos. El niño se bajó de las piernas de Aurora y fue a abrazar a Noah. Para nadie era un secreto que tal vez él ya estaba enojado y por esa razón, Gabriella y el chófer que los había traído, abandonaron el pasillo, pero la verdad, es que en ese momento, él no sentía algo más que solo alivio. La mansión de Noah era un lugar muy grande. Pasillos amplios, espacios que no usaba y siete habitaciones, además del sitio de los empleados. Todo era minimalista, aunque eso a él no le importaba. El diseñador de interiores le recomendó lo más chic para su casa. No entendía a qué se refería en ese entonces, pero ahora estaba agradecido de que su pasillo tuviera esa silla en donde estaba Elizabeth sentada. —¿Qué te ha pasado? ¿Estás herida en otro lugar? —preguntó, recibiendo a Damian en sus brazos para cargarlo. —Bueno, esto es un poco vergonzoso, pero me ha ocurrido algo otra vez el día de hoy. Yo no me di cuenta cuando venía un auto. Íbamos a cruzar la calle y me he accidentado. Lo bueno es que al niño no le ha pasado nada... —lo que decía Aurora no tenía sentido. Ella no iba a decir que Damian salió corriendo porque se estaba empezando a llevar bien con el pequeño. No estaba diciendo mentiras y estaba nerviosa, pero solo estaba omitiendo información, para no causar un problema más grande después. Ella misma hablaría con Damian si era necesario para decirle que estuvo mal lo que hizo, pero por ese instante, lo dejaría pasar. —¿Segura que eso fue todo? Tus respuestas son un poco vagas y no tienen sentido. ¿Te lastimaste tanto el pie por esa razón? Gabriella me dijo que tenías algunos raspones en las manos... ¿No me estás ocultando nada, Aurora? —Noah la veía a los ojos con el ceño fruncido. Sabía que esa mujer le estaba escondiendo como fueron las cosas en realidad, pero ella no se veía muy animada en decirle que pasó. Damian se hizo el dormido y entendía perfectamente quién era el causante del accidente de Aurora. Se sintió bien, el saber que ella cubriría las travesuras y también el mal comportamiento de Damian. Estaba orgulloso de haber elegido bien a la persona que cuidaría de su pequeño. —Sí, me he lastimado de esa manera. Es que también soy muy torpe y meto la pata rapidísimo. A veces, me sorprendo a mí misma —se excusaba, tratando de bromear. Ella sentía dolor en su tobillo, pero no quería decir nada para evitar que le dijeran que debía irse. —Bueno... Aurora, debes ir al médico a que revisen que estés bien. No creo que solo sea un pequeño golpe y desconozco que, de verdad, te haya pasado solo eso. Pienso que... —Oh, no, no. No es necesario hacer de esto algo muy grande. Estoy bien. Solo necesito mantenerme tranquila mientras estoy con Damian —interrumpe a su jefe, cosa que le pareció gracioso, porque Jess le dijo que a él no le gustaba ser interrumpido. —De verdad, necesito que vayas al médico. No quiero que tengas una lesión por mi culpa. Es necesario que un profesional te vea y diga que estás bien. Puedo llamar al doctor de la familia para que venga y diga que solo fue un susto. Eso es todo —vuelve a insistir, Damian empieza a moverse en los brazos de Noah, porque quiere bajarse, él lo deja en el suelo y el pequeño se va corriendo a la cocina. Ya después hablaría con su hijo y los accidentes de autos. —Señor O'Brien, de verdad que no es necesario todo eso. Estoy bien —intentó una vez más persuadirlo. —Dime Noah y ya dije que no. El médico de la familia vendrá en un rato y Aurora, gracias por salvar a Damian. Sé qué él fue el causante de esa lesión aunque no lo digas. Conozco al rebelde de mi hijo —le dio una sonrisa sincera, cosa que la sorprendió. Jessica también le había dicho que él no era una persona amistosa y con el poco tiempo que tenía trabajando en la mansión, se dio cuenta de que eso era cierto. —No hay nada que agradecer, Noah. También puedes llamarme Aurie —y sí, ella tenía vergüenza, pero ya ni modo. No perdería la oportunidad de recibir la amabilidad de su jefe. —Nos vemos después, Aurie —se fue agradecido con lo que había hecho la niñera y tenía que hablar con Sebastian, para descubrir quién estaba detrás de su familia. Él no quería un accidente otra vez. Aurora se sintió bien al ver que no la habían regañado y buscaría la manera de hacer las cosas bien. [...] Damian, después de que Aurora lo cambió y jugó un poco con él, bajó las escaleras para ir al despacho de su papá. Aunque era un niño rebelde y poco comunicativo, no era mentiroso. Él era un niño inocente que no entendía muchas cosas, pero quería hablar con su papá sobre lo que hizo en el colegio. La puerta de la oficina de Noah se abre, mostrando la melena rubia de su hijo. Sonrió al verlo entrar porque a Damian no le gustaba venir a su despacho, siempre decía que no quería trabajar nunca en su vida. —Papi, mi televisión no tiene internet. No puedo ver nada —su hijo se sentó en la silla frente a su escritorio mientras se quejaba. —Le diré a Gabriella que vaya por el técnico. ¿Te gustó el colegio hoy? —aunque Damian no entendiera del todo, sabía que si llamaba a alguien más, las cosas se acomodarían. —Yo hoy jugué con mis amiguitos. Aunque Alice no quiso prestarme sus juguetes —se lamentó, viendo a su papá, Noah se levantó de su asiento para ir a su lado. Su corazón se sintió tan, pero tan lleno de alegría de solo escucharlo decir que jugó con alguien más. A Damian no le gustaba compartir con extraños y mucho menos, conocer gente nueva. —¿Tú le prestaste los tuyos? —No... Las niñas no juegan con dinosaurios... Eso dijeron ellas —se volvió a quejar. —Bueno, puedes jugar otra cosa con Alice y sus amiguitas. Recuerda que es bueno compartir con otras personas —acarició su cabello. —Papi, yo hoy salí corriendo al ver a Aurie. Quería jugar al policía y al ladrón, pero vino un auto y ella me salvó. Fue mi culpa, papá. Aurie ahora está herida porque salí corriendo muy lejos —Damian empezó a llorar con mucha tristeza. —Tranquilo, hijo. Fue un accidente. Solo debes tener más cuidado cuando venga un auto. No debes correr hacia la calle y nunca soltar la mano de los adultos cuando vayan a cruzar hacia el otro lado. No ha sido tu culpa, cariño, pero Aurora se ha lastimado un poco por correr a la calle. Así que no debemos volver a hacer eso otra vez, ¿Lo prometes, campeón? —le decía, mientras lo consolaba. Noah se había puesto de cuclillas frente a él, esperando que lo haya entendido y que deje de sentirse mal. —Está bien, papá. No lo volveré a hacer. Le diré a Aurie que tenga más cuidado —le dió un abrazo y besó su frente. —¿Quieres ir a ver a tu niñera? ¿Te gusta mucho ella? —limpió sus lágrimas con delicadeza. —Sí, es bonita. Vamos a buscarla en su habitación —y eso significaba que sí se sentía bien con ella. Aunque era muy pronto, ella supo ganarse a su hijo. [...] Aurora había recibido la visita de Noah y Damian muy tarde esa noche. El médico la había revisado y todo ha salido bien. Solo fue una torcedura de tobillo y los raspones dolerían un poco, pero nada grave. Damian le había pedido disculpas y le aconsejó no correr para cruzar la calle y mucho menos cuando viniera un auto. No tuvo necesidad de hablar con él sobre lo de hoy y estaba feliz de ver la sonrisa de su pequeño jefe. —Gracias por la visita. Ha sido lindo verlos esta noche para saber cómo estaba —Damian estaba viendo la televisión en la cama de ella. —Sí, él se sintió un poco mal por lo que hizo. Vi que vas a omitir los incidentes de Damian. Solo espero que sepas que puedes contar conmigo para este tipo de cosas. No soy un mal padre que va a pegarle o darle un regaño muy fuerte. Solo debo hablarle y explicarle que hizo mal. Así que puedes estar segura con nosotros, Aurie —fue sincero en sus palabras. No esperaba que ella creyera en él, pero no quería que ella guardara secretos sobre temas graves, quería que confiara en él, de la misma manera que lo estaba intentando su familia. —Muchas gracias. Entonces, lo haré de esa manera. Quería pedirle permiso para salir el viernes un poco más temprano para volver a casa. Voy a visitar a Jessica el sábado por la mañana y si me voy de aquí hasta el hospital, me tomaría mucho tiempo —le pidió, mirándolo a los ojos, además, no era solo lejos, más bien le saldría muy costoso. A Noah le molestó que quisiera irse más temprano, no por el trabajo, más bien por el peligro que ella pudiera correr y ni guardaespaldas tenía. En la mañana hablaría con Sebastian para ver como iba la búsqueda y pedirle que averigüe lo del colegio de Damian. Aunque por experiencia, él ya debe estarlo haciendo. —Mañana por la noche te invito a cenar. Quiero disculparme correctamente por lo sucedido estos días. Gabriella cuidará del niño, así que tienes la noche libre para salir conmigo —Noah hizo caso omiso a la petición de ella y se sintió bien al hacerlo. Aurora lo miró con sorpresa por su invitación y no podía creer que ese hombre pudiera mostrar amabilidad frente a ella. Entonces, ¿es humano?
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