-Mi amor al fin regresaste, no sabes cuánto te extrañe, ven para que pruebes algo que prepare exclusivamente para ti. -Dice Esmeralda con mucho entusiasmo, cuando apenas vio a Daniel cruzar la puerta de la entrada de la casa.
-¿Dónde está mi nana?, ¿Porque estás metida en la cocina?, ¿Es que acaso ella te puso a preparar la comida aun sabiendo que estás convaleciente?
-¿Que? ¡No, por supuesto que no! Nany no me ha pedido hacer nada, es más, ella ni siquiera sabe que estoy metida aquí, yo solo estoy aprovechando su ausencia para hacer mis inventos culinarios, ya que cuando ella se encuentra en la casa no me permite hacer nada.
-¿Dónde se supone que está mi nana, porque te ha dejado sola?
-Ella fue un momento para el súper, dijo que hoy era día de hacer el mercado y cómo sé que va a llegar muy cansada decidí preparar la cena, para que ella al regresar descanse un poco, además, también quería sorprenderte con algo divino, tan divino y espectacular como yo. -Esmeralda se señala a sí misma mientras lo observa de pies a cabeza, luego muerde su labio inferior y al notar que tiene su completa atención con una sonrisa muy picará dice ¿No te gustaría darme una probadita antes de que llegue Nany?
-Daniel desde el momento en que Esmeralda se señaló así misma, pudo notar que ella llevaba puesta una camiseta blanca de él y que debajo de está solo llevaba puesta una diminuta braga, se dio cuenta de eso porque aparte de que la camiseta estaba casi transparente por tanto uso, ella en ese momento tenía la puerta de la nevera abierta y la luz que salía de allí le daba de lleno a su cuerpo, notándose así las hermosas curvas que está tenía, y cuando oyó que ella le dijo que si quería darle una probadita, trago grueso y casi tartamudeando pregunta ¿Q- qui, quieres que te pru, pruebe?
-Por supuesto que si mi amor, ¿De qué otra manera podrías comprobar que lo que te digo es verdad? Pero primero ven y ayúdame a terminar de colocar la comida en la mesa, para que comamos antes de que se enfrié.
-Sí, si claro.
-Una vez que todos los platillos estaban colocados en la mesa, Esmeralda le pide a Daniel que se siente, cuando él apenas hace eso, ella se inclina y le dice al oído; Ahora deja que te alimente, permite que te dé el servicio completo. -Daniel giro un poco la cabeza para contestarle, pero sus rostros quedaron muy cerca y ella aprovecho de darle un corto beso en los labios, con una gran sonrisa se separa de él para sentarse en la silla que estaba a su lado y comienza a darle pequeños bocados de cada uno de los platillos que preparo, luego le pregunta -¿Dónde te gustaría comerte el postre, en el sofá o en la habitación?
-Que, ¿De qué postre hablas?, yo no vi postres por ningún lado.
-Tranquilo cariño, termina tu comida que pronto verás el postre y estoy segura que al igual que la comida también te encantará. -Ella sonríe y le guiña un ojo.
-Creo que por ahora ya comí lo suficiente, así que lo mejor será que me vaya para mi habitación, no quiero que mi nana llegue y piense lo que no es.
-Cuando Esmeralda ve que Daniel se levanta de la silla, lo sujeta por una mano mientras dice ¡Espera! No me dejes comiendo aquí sola, por favor, quédate un ratito más.
-Ya te dije que voy para mi habitación.
-Es solo un momento ¿A menos que no quieras hacerlo porque me tienes miedo?
-Jajá ¡Miedo yo! ¿De ti? Por favor ¿Por qué tendría que temerte?, ni que fueras un extraterrestre.
-Entonces siéntate y demuéstrame que estoy equivocada.
-Por supuesto que lo haré, aja, ya lo hice ¿Y ahora qué se supone que debo hacer o esperar?
-¿Así que empezaron a cenar sin mí? -Pregunta de repente la nana.
-Daniel al sentir la presencia de su nana a sus espaldas pega un brinco e inmediatamente se levanta de la silla y dice; No estamos haciendo nada malo, solamente íbamos a cenar.
-Yo no he dicho lo contrario mi niño, pero dime -¿Por qué noto que estás como un poco nervioso?
¿Ne, nervioso yo? No para nada nana, lo que pasa es que hasta hace poco estuve pendiente de tu llegada para ayudarte con las bolsas, pero al ver que aún no llegabas, decidí acompañar a Esmeralda un rato, pero aprovechando que ya llegaste me voy para mi habitación.
-¡ALTO AHÍ! -Nany por favor no deje que se vaya sin antes haber probado la comida, yo me esmere mucho en cocinar todo esto para que pudiéramos cenar los 3 juntos y él está despreciando lo que hice con mucho cariño.
-¿Cómo es eso de que te pusiste a cocinar estando aún con esa cosa en la pierna, es que acaso el dinero que te deje no era suficiente como para comprar la cena para los tres?
-Eh, bueno yo, yo creo que sí, lo que pasa es que vi está nueva receta en televisión y quise cocinarles algo delicioso como agradecimiento por todo lo que han hecho por mí, por favor Nany no me regañe, que todo lo hice con mucho cariño para ustedes. -Esto lo decía Esmeralda mientras ponía una cara de cachorrito regañado.
-Está bien mi niña hermosa, no te me pongas triste, que mi Dany y yo nos comeremos tú comida con mucho gusto. -¿No es así mi niño?
-Eh, bueno yo, yo, lo que pasa es que iba para el despacho a revisar unos documentos importantes.
-Siéntate Dany y valora el esfuerzo que la niña ha hecho por nosotros, cuando termines podrás ir a hacer todo lo que quieras.
-Está bien nana. -Daniel sin muchas ganas vuelve a sentarse a un lado de Esmeralda y ella con una gran sonrisa pega un poco más su silla a la de él.