Mientras en el patio todos los ojos estaban pendientes de la conversación entre los guerreros que llegaron, Evander fijó su mirada en una mujer que acababa de salir, su aroma a flores silvestres se le metió por las fosas nasales, ella se había situado detrás de Alan y Sara; en un principio, cuando salió Sara a saludarlos, escuchó voces dentro del castillo, entre esas voces había una que lo aturdía, pero después se concentró en sus amigos, luego su corazón se paralizó cuando vio aparecer a la mujer con los ojos azules más espectaculares que nunca había visto.
Rednave: “encontramos es nuestra mate, esos ojos azules como el mar me tiene hechizado”.
Evavder: “si parece que no se ha percatado de mi presencia,”.
Rednave: “su aroma me hace recordar las flores silvestres más hermosas de la pradera, busca la forma de acercarte y márcala”,- maúlla.
Evander: “tranquilízate, no podemos asustarla, no puedo márcala si ella no lo desea, recuerda que somos lobos solitarios”.
Rednave: "solitario tú, yo la necesito y no estés viendo otras faldas, está vez no lo eches a perder".
Mientras tanto Emma, sintió una extraña sensación en su cuerpo desde que se aproximó a la entrada del castillo, por estar pendiente de su hermano Nick de apenas siete años no oculto su aroma, su madre antes de ser asesina les enseño a su hermana Ashley y a ella a bloquearlo y controlar sus ansias de estar con sus mates, por tener sangre de los dos territorios enemigos, ellas quisieron prevenir que sus mates las quieran tener doblegadas, tampoco querían ser controladas por un lobo machista que no le permita ser libres.
Emma: Con disimulo le susurro a su hermana, - “ya encontré a mi mate, está cerca de nosotras y no pude ocultar mi aroma a tiempo, acabo de bloquear mi esencia y su aroma para que no me atonte”.
Ashley: Hablando entre dientes para que nadie escuche, se asombra - “Emma como se te pudo pasar, en la mañana cuando me comentaron la presencia de los caballeros y guerreros de otros clanes en el castillo, yo realice el proceso como nos enseñó nuestra madre, soy muy joven para que aparezca y me aleje de ustedes”.
Emma: “yo jure en la tumba de nuestros padres protegerlos y más al pequeño Nick, nada ni nadie me va a separar de ustedes, Blue la puse a dormir no se percató de su presencia, quédate con Nick voy alejarme un rato”, - cuando estoy por dar unos pasos siento que Alan habla fuerte y me nombra.
Alan: con disimulo, miró hacia atrás y sonrió al entender la cara de mi amigo, mientras que la joven en cuestión trataba de alejarse, actuó, - “Evander, te presento a Emma Sallow de Facton del clan Blacach”.
Emma: desconcertada, no sabía para dónde mirar quería salir corriendo, - “perdón señor no estaba atenta a sus conversaciones” - me disculpó atragantándome con la saliva, mientras agarraba a mi hermano y lo situaba detrás de mí.
Sara: tomándola de la mano para darle un par de palmaditas, - “tranquila Emma, entendemos que Nick estaba llamando tu atención”.
Evander: no había podido apartar la mirada de aquella mujer, sentir que su aroma sé espumo no me agrado en nada, así no la olfateara sabía que ella era mi mate.
Con fingida indiferencia la miro, era tan alta y estilizada como Sara, su espectacular cabello rizado era tan n***o que casi parecía azul, sus retadores ojos azules lo cautivaron en pocos instantes, pero su boca, ¡por la diosa luna, esa boca!, siento un escalofrío como deseaba tomar aquellos labios y besarlos hasta hacerlos desaparecer, pensó,- está sensación no puede ser más fuerte que yo, - a mis treinta y cinco años, las mujeres más atrevidas me miraban con cara de deseo, en todas las tierras del Norte me conocían por su fama de mujeriego.
Por su parte, Emma se había dado cuenta de cómo aquel guerrero la miraba penetrándola con sus intensos ojos verdes, con disimulo observo su figura, era un hombre de casi dos metros, cabello castaño claro y una potente musculosa, que me mueve el piso.
Sara: se inclina haciendo salir a Nick de las faldas de Emma, - “veamos, ¿qué es lo que te pasa?, ¿por qué has montado tanto alboroto?".
Nick: “quiero ir a ver a los feriantes, pero ella como siempre no me deja”.
Alan: “¿por qué no le dejas?”.
Evander: La veo que desinteresadamente se retiró el cabello de la cara, un gesto que me encantó y también saber que aquel niño rubio no era hijo de ella.
Emma: Me olvido del aquel guerrero y respondo - “mi señor, le he dicho que no sea impaciente, más tarde, le llevaré yo”.
Nick: Intentando alejarse de su hermana, cosa que ella no le permitió, gritando enfadado, - “¡no es justo!, yo quiero ir con los otros chicos, no con las gruñonas de mis hermanas”.
Emma: Nick me pisó el pie, le indicó con la mirada, -te voy a matar - aguantando el dolor del pisotón.
Evander: está observando divertido, pensó, - esta mujer tiene carácter.
Alan: sonriendo y mirando a Emma dice, “algún día debes empezar a confiar en él”.
Sara: mirando al niño, - “deberías prometer a tu hermana que te portarás bien”.
Emma: dándole al niño un pequeño golpe en la cabeza con la palma de la mano, que hizo reír a los hombres, - “este niño, es capaz de meterse en más de un problema a la vez, Señorita Sara sabes cómo son sus diabluras".
Alan: que conocía bien al niño - “la verdad, Nick es que tu hermana tiene razón, por lo tanto, vas a esperar en tu casa hasta que alguno de tus familiares te pueda acompañar, y esto es una orden”, - ordenó levantando la voz para intimidarlo.
Emma: mirando a su hermana, indico, - “ve ahora mismo con Ashley, no te muevas de allí hasta que yo llegue”.
Nick: después de sacarle la lengua a su hermana y ver cómo ésta apretaba los puños para no agarrarlo a pellizco, se alejó cabizbajo.
Sara: sonrió al ver la reacción del niño, - “Pasemos al comedor estoy convencida de que estos guerreros estarán muertos de sed y hambre”, - luego, volviéndose hacia Emma que veía alejarse a su hermano, - “dile a Lina y María que necesitamos asado y cerveza en abundancia”.
Emma: con ganas de escabullirme, suspiro - “ahora mismo”- me voy casi corriendo para la cocina del castillo.
Leno: “lobo solitario, eso que oigo es tu corazón desenfrenado por esa bonita muchacha”.
Evander: Disimuló volviéndome hacia mi amigo con seriedad, - “¿qué dices?, mi corazón sólo late desenfrenado cuando estoy combatiendo, no lo olvides”.
Leno: reprimiendo una sonrisa, palmeó su espalda, mientras se les unía a Bruno continuaron su camino entrando al castillo.
Aquella tarde, Evander, Alan y algunos de los hombres salieron con sus caballos a recorrer la zona, Alan quería enseñarles varias cosas que estaba haciendo, mientras, las criadas atendían al resto de los guerreros encantadas, soltando risotadas escandalosas cuando alguno de ellos les decía alguna dulzura e intentaba meter sus manos bajo sus faldas.