La cena transcurrió muy tranquila, las carnes de excelente calidad, fueron preparadas por el chef de la casa, sí, tenían chef personal, fue una sorpresa para mis padres y para mí, cuando Giuseppe, el chef, se presentó en el comedor con la variedad de comida, diciendo el nombre de cada preparación y para ser honesta no recordaba ni uno de los que mencionó, solo sé que mi estómago rugió solo con el delicioso aroma.
Nuestros padres parecían llevarse muy bien, hablaban de todo un poco, de negocios, de la familia, incluso del vecindario, según la señora Alinne, jamás habían socializado con ninguno de los vecinos, eso era cierto, en todo el tiempo que espié a Aaron desde mi ventana, nunca vi a alguien pisar esta casa, que no fuera los Petterson y sus empleados, lo que llevó a mi madre a hacer
