Lina
Si era sincera no quería ir a trabajar, apoyaba a mi hermana con los asuntos de la empresa, pero era ella la que tenía la presidencia, a mí me funcionaba bien así, tenía buenos ingresos gracias a su habilidad para hacer negocios, no me quejaba de nada, además ella había tomado el cargo antes de que yo cumpliera los 15, así que no podía quejarme.
Todos mis hermanos tenían a su cargo alguna de las empresas, Emma la de marketing, Santi la de Finanzas y Leo el hospital, Daniel estaba trabajando junto con el tío Joel para que en su momento él sea el representante legal de todas las empresas.
Por mi parte mi padre me cedería la vicepresidencia de la empresa que más guste por así decirlo, para mi estaba bien, estaba estudiando administración del comercio internacional, me estaba preparando para nuevos desafíos que se presentan en un entorno global.
Tenía planes, metas que seguir y que mi familia me apoyará siempre había sido lo mejor, porque si era sincera, no quería trabajar en las empresas, uno de mis mayores sueños era poner una agencia aduanal y sabía que era cuestión de tiempo para lograrlo.
Me di una ducha y me vestí de manera sencilla, iría a la empresa y luego a la universidad, tenía el tiempo contado, tenía una reunión de socios y Emma me había pedido ir, así que debía faltar a las primeras clases.
-Lina que bueno que aún no te vas- menciono el tío Joel cuando me vio bajar- Estas hermosa hija- sonreí y me acerqué para saludarlo y después dejar un beso en la mejilla de mi padre
-Estaba por irme, ¿Necesitan algo? - pregunte y mi padre suspiro
-Estamos trabajando en un caso, hay un socio en la empresa de Fernando y aparentemente está desviando fondos- menciono mi padre y yo hice una mueca, no me gustaba que el este pasando por un mal momento
- ¿Puedo hacer algo para apoyarlos? - pregunte y ellos asintieron
-Los documentos los tiene Esteban, ¿Puedes ir por ellos antes de ir a la oficina? - pregunto mi tío- Si no fuera necesario que fueras no te lo pediría, pero los necesito y mi hijo no estará en la empresa hoy es un buen momento para arreglar toda esta situación- menciono preocupado y yo suspire
-De acuerdo tío, se los entregó a mi padre cuando llegue a la empresa- tome las llaves de mi auto y me despedí de ambos antes de salir de casa.
El departamento de Esteban estaba un poco retirado de la casa, pero quedaba más cercas de las empresas por lo que no me desviaba tanto.
Esteban a diferencia de todos él había estudiado ingeniería automotriz, le gustaba diseñar autos, construirlos, había llegado a una asociación con Fernando, había estado trabajando con él y abrirían una nueva empresa, pero esta seria al mando de Esteban, las ganancias que daría eran tantas que ambos se beneficiaban, pero no entendía que problemas tenían con los socios, pues si mal no recuerdo, la nueva empresa evitaría toda asociación de inversores externos.
Por ese motivo me encontraba en esta situación, mis mejillas ardían, pero no porque me avergonzara de lo que vi, sino por los pensamientos que me inundaron al verlo así.
Porque joder, me había excitado con solo verlo, su cuerpo tan trabajado y ese gran bulto de sus pantalones no ayudaban, porque solo me imaginaba besando sus músculos, sintiendo como sus manos podían pasar por mi cuerpo, quería sentarme sobre sus piernas e intentar calmar el deseo que se juntaba en mi vientre.
Pero debía controlarme, porque si lo había encontrado en esta situación era por una sola razón y que había interrumpido en el momento exacto en que el estaría con Lumilda y siendo sincera me enfadaba.
Porque yo deseaba ser ella, deseaba que por lo menos me viera como una mujer y no como la niña que cree que soy, me había molestado que el insinuara que verlo había estado mal, que dijera que no pudiera tener lo mismo que el, porque según él, no tenía edad.
Estaba molesta, tanto que no dude en irme, era momento de calmar mis malditas hormonas porque el jamás se fijaría en mi de una manera distinta, para el siempre seria esa niña a la que vio crecer y yo ya estaba cansada de eso.
Pero no negaría lo bueno que estaba, porque el cabrón era guapo, tenía buen cuerpo y ahora me daba cuenta porque Lumilda parecía obsesionada con él, no solo era por lo guapo o el dinero, sino por lo que tenía entre las piernas y que tanto deseaba probar.
Alejé todo pensamiento que me hiciera desearlo y me dispuse a conducir hasta la empresa donde me estaban esperando, baje de mi auto y subí hasta las oficinas donde me encontré con mi padre.
-Aquí esta lo que me pidieron papá- extendí el sobre y él sonrió - ¿Puedo saber quién es el socio que quiere estafarlos? - pregunte y el suspiro
-Es un socio que supuestamente vendió parte de sus acciones, ha estado entregando ganancias a ese socio directamente de los fondos de la automotriz y está pidiendo ingresos de las nuevas empresas, pero no tenemos razón de quien es, estamos investigando- beso mi cabello
-Espero que puedan arreglar todo- mencione sincera- Bueno yo iré a la junta, deben estarme esperando- deje un beso en su mejilla- Te amo- grite mientras me alejaba haciéndolo reír
-Yo más mi piccola- respondió, pero ya no le puse atención solo caminé hasta mi oficina y tomé unos documentos que necesitaba junto con mi portátil antes de ir a la sala de juntas.
Cuando entre no todos habían llegado, pero mi hermana ya se encontraba en su lugar así que me senté a su lado, Fernando me miro y sonrió un poco, haciendo que lo imitara
-Te ves un poco alterada Li- menciono bajo para que los demás socios no escucharan
-No digas tonterías Fer, no me pasa nada- mentí y él sonrió con picardía
-Esa mirada es la misma que pone tu hermana cuando quiere hacer algo indebido, o mejor dicho cuando esta excitada- abrí mis ojos al escucharlo y mi hermana sus labios
-Fernando…- siseó bajo y yo sonreí- Eso es algo que no se debe de saber- lo reprendió y luego me miro- Pero si, tienes la cara, ¿Veras a Lui saliendo de aquí? - pregunto y yo negué
-Me quedare un rato más antes de que inicien las demás clases, tengo una hora libre asi que voy a sacar los pendientes, tal vez mas tarde en la universidad- baje la mirada y ellos entendieron que no quería seguir hablando de esto.
La reunión comenzó y yo no podia dejar de sonreír al ver a mi hermana llevando todo a su ritmo, ella era la mejor en esto y me alegraba de que Fernando siempre sonriera al verla, dejando en claro lo orgulloso que estaba de ella
Durante toda la reunión no podía evitar pensar en lo que habia visto hace un rato, vaya manera de comenzar el día y joder no se sentía bien.
Volvi a mi oficina en cuanto termino la reunión y me senté en el escritorio, las paredes eran de vidrio y me dejaba ver a todos lados, pero me sentía agobiada y el era el responsable, porque simplemente no lo podía dejar pasar y hacer como si nada hubiera pasado.
Lo deseaba en muchos aspectos pero saber que el se ponía asi por ella, que Lumilda era la responsable de que eso sucediera me recordaba que yo jamas podria tener eso.
-Buenos días amore mio- la voz de Lui me hizo abrir los ojos y salir de mis mas sucios pensamientos con Esteban.
Mire su gran sonrisa y luego el ramo de flores que llevaba en sus manos y la culpa me invadió, el hacia esto por mi y yo pensando en otro.
-Lui, no debiste molestarte- se acerco a mi y se sentó en el escritorio quedando a pocos centímetros de mi dándome las flores
-Quería sorprenderte, te ves bellissima- sonrei y se agachó un poco para acariciar mis mejillas- Te quiero tanto Lina- menciono antes de acercarse y dejar un beso en mis labios, uno que no dude en responder aunque la culpa me invadió al instante.
Esto no estaba bien y comenzaba a considerar la opción de dejar esto, porque el no lo merecía, no merecía estar conmigo, o dejaba de pensar en Esteban o dejaba libre a Lui.
Tenia que aprender a amarlo o definitivamente dejar todo esto, por el bien de ambos