Capítulo 3

1085 Words
Clara vuelve a casa.   UN MES DESPUÉS… MIAMI, Estados  Unidos  Volver a casa era bueno, respirar el aire con un toque de salitre de la ciudad por fracciones de segundos le hizo creer que nada había pasado. que los dos últimos años de su vida , fueron solo una pesadilla. Eso era lo que verdaderamente su ser le pedía a gritos creer. Quería su vida como antes de hecho, ni siquiera a Ethan en ella. Todo estaba mejor antes. E La casa donde se había instalado con su nuevo equipo de trabajo, estaba un poco retirada de la ciudad y con una hermosa vista al mar. Apretó las manos sobre las baranda del balcón inclinó el rostro hacia cielo, y permitió que los suaves rayos del sol al caer el atardecer acariciaran su cuerpo, dándole la bienvenida. A su memoria llegó el recuerdo del último día en que fue una persona personal. Una chica a la mitad de su veintena, disfrutando de una noche de farra. Había cambiado de cerveza a whisky porque necesitaba algo más fuerte, dio un largo trago y observó que el Dj le hace un gesto sonriendo  y toma el micrófono y dice: ―¡Buenas noches MIAMI! La gente comenzó con una locura total gritando, aplaudiendo y saltando. Él aprovechó para añadir:  ―Esta canción es para las chicas más “Duras” de Mombó Comenzó el intro del mixed de Dura de Daddy Yankee, Becky G, Bad Bunny & Nati Natasha la gente se volvió loca y en ella las ganas de bailar. Suspiró, y pensó en qué hubiese pasado si su vida se hubiera limitado a solo ser eso… una chica normal. Sabía que eso nunca iba a pasar. Continuó con el rostro hacia el cielo, pero se soltó de la baranda para cruzar los brazos sobre su cuerpo, y sentirse un poco confortada. Aunque fuese por ella misma. «¡Estoy viva!», pensó y reconoció que eso era lo único que importaba.  En los últimos meses, sintió que se había recuperado del todo. Su cuerpo estaba en óptimas condiciones físicas, y su mente estaba tranquila. El doctor Andrés le ofreció una terapia de bloqueo para catapultar aquel episodio vivido en su memoria. Pero rechazó su oferta, porque de haber sido de esa forma renunciaría a su búsqueda por saber la verdad. Sabía que existía una conexión en Grecia, pues corrió con la suerte de que Kendrew estuviera en la isla. También la manera extraña en que de pronto se suspendió la subasta ese fin de semana, tenía que darle crédito a la doble agente que estaba trabajando ahí.  Abrió los ojos y se encontró con el azul del mar tan tranquilo, con una aparente calma. Pero al mismo tiempo peligros, que le recordaba al único hombre que había amado. Y que todavía era el dueño de su ser, de sus pensamientos, de sus emociones. Pero que aún no tenía el valor de enfrentar.  —¡Ethan! —pronunció su nombre en voz alta.  Decidió entrar a la habitación y tomar una de las portátiles que había preparado para su nuevo trabajo. Sonrió al recordar a Harry cuando se la estaba encargando, y le preguntó las especificaciones. Ella solo se encogió de hombros, y le dijo que quería una “Mi amor”. Cuando él frunció el ceño y la miró como si se hubiera vuelto loca, Clara soltó una carcajada y le preguntó que si no había tenido infancia, que nunca vio en Cartoon Network Dexter 's Laboratory.  Suspiró una vez más y encendió la máquina. Era bueno volver a lo suyo, hizo la rutina de siempre. Revisar sus correos, revisar sus cuentas bancarias. revisar sus cuentas Paypal y Neteller y el movimiento de sus queridos y amados bitcoins. Realizó su respectiva investigación en la Darkweb, pero ahora bajo el nickname Fénix, el cual le sentaba bien porque había renacido de las cenizas.  Había encontrado que pronto habría una subasta pero esta vez sería en Florida, cerca de lo que alguna vez fue su hogar. Nunca más había vuelto a saber de Beto ni de Morgan, menos de su querido amigo Samuel y mucho menos de Ethan. Cuando los Ghost comenzaban a hablar de él. Ella huía no soportaba escuchar su nombre, sabía que la culpa era de ella. Pero era mejor así. Era muy favorable para ella que  su enemigo pensaba que ella estaba muerta,  y para Ethan también, aunque conociéndole sabía que no lo quería aceptar. Desde hacía un poco más de un año, su rostro y su cuerpo eran un poco diferentes, pero en el fondo no dejaba de ser ella. En su mente el recuerdo de Ethan besando sus labios le hizo buscar su nombre en Google. Las lágrimas rodaron por sus ojos cuando vio su foto.  Seguía siendo guapo, incluso más que antes. Estaba un poco más delgado y el titular decía: “El empresario Ethan Brennan decide expandir sus empresas en territorio americano”. Una emoción recorrió su cuerpo..   Amplió la foto y con la punta de los dedos tocó la imagen en el monitor de su computadora. Pero cómo acercarse a él, sin que se diera cuenta que era ella. No podía permitir ni siquiera un contacto, porque sería capaz de decirle que estaba viva. Secando sus lágrimas con la  mano, se dijo que ya era tiempo de dejar de llorar, era tiempo de seguir adelante, si seguía así entonces Rebeca había ganado y había una gran diferencia que ella estaba viva y Rebeca seguía muerta, aunque ella la hubiese dejado muerta en vida. Ella no se iba a rendir. Ella era un Fénix.  Así que renacería de una vez por todas de las cenizas, y en cuanto a Ethan, debía por el momento permanecer lo más alejada que pudiese. Kendrew y él tenían misiones juntos, y ella era el soporte de logística. Quien buscaba la información, datos. Hackeaba los servidores de las distintas organizaciones de seguridad de los países más destacados del mundo, desde las sombras. No renunció nunca a buscar a su protector tampoco, estaba más decidida  a encontrar al Mayor y a él. Era una muerta viviente y que Dios la protegiese, porque no iba a descansar hasta saber toda la verdad. Desde una persona sin nombre, sin rostro. Tenía la esperanza de nunca tropezar con Ethan, porque por más que lo amara, se muriera por sus caricias y por sentirlo. No estaba preparada para sus demandas. La principal era todo o nada.  
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