—Aquí estamos. Como puedes ver, es un bungalow de una planta —dijo el guía de Eleanor mientras la conducía adentro—. Pero tiene un sótano completo con lavandería.
Eleanor asintió, dejando que su mirada recorriera el espacio. Era un plano de planta abierto con la cocina, el comedor y la sala de estar que comparten el mismo espacio sin paredes, aunque la cocina tenía una isla que le daba algo de separación del resto. Dado que no había muebles, era bastante espacioso.
Puertas corredizas conducían a una terraza trasera y a un pequeño jardín cercado por una cerca de malla de cuatro pies de altura. Este era en realidad el principal punto fuerte de este alquiler. Quería que Bear tuviera suficiente espacio para correr.
—Entonces, está bien si tengo una mascota, ¿verdad? —preguntó Eleanor mientr
