—¡Hey, hey, mira quién ha vuelto! ¡El hijo pródigo regresa! ¿Cómo está el niño dorado? —declaró Rash tan pronto como Caine puso un pie en el club.
Caine frunció el ceño, pero no dijo nada mientras ocupaba un taburete en la barra. Maverick silenciosamente preparó un trago de whisky sin que se lo pidieran. Caine lo bebió rápidamente. En realidad, se sentía bastante bien después de la comida de Nailah y una noche completa de descanso. Además, su cabello y barba estaban de nuevo recortados y ordenados. Originalmente, había planeado visitar el bar para un último festejo, pero la idea perdió su atractivo después de la cena tranquila, y decidió irse a casa.
Quizás esa había sido la intención de Nailah desde el principio. Nunca dejaba de sorprenderle cómo siempre parecía saber cuándo frenar y co
