We Are (IN)Compatible || Chansoo

Escondido detrás de un grueso libro y sin realmente mirar las palabras escritas en él, Chanyeol se encuentra mordiendo con ansiedad su labio inferior, pensando en la mejor forma para acercarse al maldito fuckboy que, muy probablemente, se encuentra al otro lado de la escuela, en el auditorio. Lleva su mirada al reloj en la pared, ya que había apagado su celular, y no evita murmurar: —Demonios. Guarda sus cosas lo más rápido que puede, dejando el libro en la mesa y olvidando por completo que lo necesita para hacer su ensayo sobre los procesos de aprendizaje inclusivos, para la siguiente clase práctica de psicología. Prende su celular mientras baja las escaleras y lo primero que observa son los cientos de mensajes que le dejó Jongin, preguntándole dónde se encontraba en lugar de en su práctica de futbol. Porque por más estudioso que fuera Chanyeol, siempre intentaba mantener un equilibrio saludable. —Hey, Park —voltea a la izquierda, encontrándose con uno de sus amigos—. El entrenador me pidió que te diga que lleves tu maldito trasero al campo antes de que terminen mandándote a las bancas en el partido de la semana que viene —dice con una sonrisa que el alto tomó como irónica. —Gracias, Wang —responde simple, volviendo a su camino, lejos del campo deportivo y cerca del auditorio. —Para eso están los amigos —escucha decir al otro, que se vuelve a detener al notar que Chanyeol va por el lado incorrecto— ¡Park, el campo está por el otro lado! —¡Lo sé! —grita el castaño, sin voltearse, y acelera su paso para al menos alcanzar la segunda hora de práctica. Y tampoco puede evitar pensar que está camino a su infierno personal, porque no importaba el resultado, ese idiota fuckboy se encontraba metido en su vida. Ya sea que aceptase y tengan que convivir por un tiempo, o porque lo rechace y termine molestándolo hasta terminar sus estudios. Sin embargo, ya había intentado todas las otras opciones posibles para lograr, aunque sea, entablar una conversación decente con Taehyung, uno de sus seniors y que, en menos de un año, estaría dejando el lugar para seguir con sus estudios en la universidad. Había intentado acercarse normalmente, más el rubio tuvo que irse rápido por culpa de uno de sus exámenes, también intentó acercarse mediante un amigo, pero parecía que ninguno de ellos conocía tanto al mayor como para poder presentarle a Chanyeol. Así, poco a poco perdió las esperanzas, hasta que un chico similar a un conejo por sus dientes, le dijo que Taehyung no se juntaba con nerds; y aquello logró herir ligeramente a Chanyeol, quien era considerado uno de los nerds de biblioteca a pesar de estar en el equipo de futbol y ser casi uno de los titulares. Entonces, la única opción viable que encontró, después de no dormir por casi una semana debido a los exámenes intermedios, fue en pedirle ayuda a Kyungsoo, el conocido fuckboy. Pero antes le preguntó a Sehun, su mejor amigo, compañero de equipo y el único que sabía de su gusto por Taehyung, quien le dijo que era una buena idea. Y si el menor lo creía, Chanyeol no ponía objeción. —¿Hun? —preguntó a través del celular; había optado por llamar a Sehun antes de que volviera a dudar y lo retrase tanto que el mayor ya se hubiera ido—. Estoy camino al auditorio. —Dale mis saludos a Kyungsoo —respondió el menor con normalidad—. Por cierto, el entrador está molesto contigo, y ahora nos tiene a todos en las duchas. Dice que tiene que ver algo relacionado con el carácter, pero es raro… —Sehun, concéntrate —pidió, interrumpiéndolo—. Estoy camino a la biblioteca, para pedirle un favor a Kyungsoo. Soy un estúpido, ¿no? —golpeó su frente con su palma, notando que ya se acercaba al edificio indicado. —Un poco, sí —escuchó decir a Sehun—, pero hey, ¿quién no lo es? A Jongin se le olvidó reponer su toalla y tuvo que andar en bolas hasta que uno del equipo le prestara una de repuesto —rió. —Pero tú también tenías una… —Shh, es mi venganza por lo de Vivi —ahora ambos rieron, y Chanyeol sintió sus nervios disipándose— ¿Ya estás mejor? Asintió, a pesar de saber que el otro no lo miraba— Sí, gracias. —No hay problema, solo asegúrate de comprarme un té de burbuja luego; y trata de llegar para la segunda hora. No quiero que luego el entrenador nos haga correr desnudos por el campo diciendo algo de compromiso como la última vez. Chanyeol rió— Sí, sí, ahí estaré —y colgó. Apreció por segundos el gran edificio y los otoñales árboles a sus costados, y entró sin pensar en nada más que el rostro de Taehyung y su linda sonrisa rectangular, pero mientras seguía caminando por el corredor, no pudo evitar compararla con la del incondicional amigo, y otro idiota, de Kyungsoo. Byun Baekhyun, heredero de una famosa marca farmacéutica, y que parecía no tener ojos más que para el fuckboy, como casi todos ahí. —Disculpa —lo interceptó un chico de risos y que tenía un acento extranjero—. ¿Tú eres Park Chanyeol? —el alto asintió—. Bien, la profesora de bioquímica me pidió que te entregara este libro, parece que lo olvidaste. Chanyeol lo aceptó, ligeramente más aliviado porque no tendría que comprar uno nuevo— Gracias, Zhang. —¿Me conoces? —preguntó sorprendido el chico, sonriendo segundos después—, no importa, la mayoría lo hace. Nos vemos en clase, Park. El castaño rodó los ojos por aquella respuesta, volviendo a su camino sin preocuparse por despedirse del chico que ya se encontraba cerca de la salida. Parecía que no podía evitar hacer aquello cerca de algo relacionado con Kyungsoo. Zhang Yixing es uno del grupo de amigos del menor, famoso por ser el heredero de la marca tecnológica del momento y por llevarse a la cama a la mayoría de chicas del lugar, casi sin excepción, porque existe un rumor de que incluso se acostó con la profesora de Literatura. Y el único chico que puede hacerle competencia es Kim Junmyeon, heredero de una famosa línea de ropa, y quien también parece acostarse con todo ser vivo femenino que se le cruce en el camino. —Agh, bien dicen dime con quién andas y te diré quién eres —murmuró, llegando frente al gran auditorio, en donde el club de teatro y música empezaban a practicar para la próxima presentación. Se aclaró la garganta y tocó dos veces antes de esperar una respuesta que nunca llegó; volvió a tocar, y el resultado fue el mismo. Fastidiado, tomó el pomo de la puerta y asomó parte de su cuerpo, notando rápido cómo todas las miradas estaban en él. —Dime una razón importante por la que estés interrumpiendo —exigió el rubio parado en el centro del auditorio— ¿Hm? —exigió impaciente, cruzando sus brazos. —Busco a Do Kyungsoo —respondió, entrando por completo y barriendo con la vista el lugar en busca de aquel ser. —¿Y eso es una buena razón para interrumpir? —Baekhyun cerró los ojos y sobó el puente de su nariz, sin querer enojarse—. Él no está aquí, así que largo, pierdes tu tiempo. Chanyeol suspiró, tenía razón, había perdido su tiempo; pero cuando estaba por disculparse, sintió un pequeño toque en su espalda, haciendo que voltee y se encuentre con aquella bonita sonrisa en forma de corazón que hipnotizó a la escuela desde el primer día. —¿Me buscabas, Park? —Kyungsoo, llegas tarde a la práctica —intervino el rubio de antes, subiendo las escaleras rápido solo para alcanzar al par— ¿Dónde estabas? El pequeño de cabello oscuro rodó los ojos, rodeando a Chanyeol para ingresar y alcanzar a Baekhyun casi al final de las escaleras— Tenía unos asuntos que resolver, lo siento. ¿Ensayamos? Baekhyun lo miró con los ojos entrecerrados, más terminó suspirando y tomando su mano para llevarlo al escenario. Ambos olvidándose por completo de Chanyeol, que tuvo que carraspear para hacerse notar de nuevo. —Necesito hablar contigo —dijo, conectando miradas con Kyungsoo, que alzó una ceja en respuesta—, a solas. —No me acuesto con desconocidos —lo rechazó, girándose—. Bien, ¿dónde nos quedamos la última vez? Chanyeol tuvo que boquear un par de veces y disimular el ligero sonrojo de sus mejillas, no es como si él quisiera acostarse con Kyungsoo de todas formas— No me refería a eso, enano —volvió a hablar, interrumpiendo la escena. —¿Entonces? —Quiero pedirte un favor —aclaró, desviando la mirada al notar la sonrisa de casi todo el elenco del lugar—. De cualquier forma, ¿Vas a escucharme o no? Tampoco es como si tuviera tiempo para esperar a un idiota. El rubio frunció el ceño, dispuesto a responderle, más calló cuando Kyungsoo alzó su mano, en señal de que no respondiera; y Baekhyun sonrió con cierta arrogancia, listo para escuchar la respuesta. —Bien —dijo el menor sin mucha importancia, teniendo que subir las escaleras de nuevo, ignorando la mirada sorprendida de su amigo. —Pe-pero… Kyungsoo —llamó Baekhyun con el ceño fruncido, deteniendo al menor por unos segundos— ¿Y la práctica? —Ya la retrasé casi una hora, no hace daño unos minutos más, ¿no? —le respondió con una sonrisa—. Además, tenemos la mayor parte avanzada, no te preocupes mucho, Baek. Llegó junto al alto y le indicó que saliera con la mirada; ambos saliendo rápido antes de escuchar otra excusa. —¿Esto es lo suficientemente solo para ti, Park? —preguntó Kyungsoo—, aunque nadie se acerca aquí a esta hora. Chanyeol lo tomó del brazo, jalándolo sin mucho cuidado hasta el fondo del lugar, dentro de la sala del conserje. —Ugh, idiota —se quejó Kyungsoo cuando el alto lo soltó, llevando su mano al mismo lugar de donde Chanyeol lo había agarrado—, sabes que deja una marca, ¿no? —se levantó parte de su polera y le mostró la clara marca roja de dedos que pintaba su blanca piel—. Habla rápido antes de que me arrepienta. —Solo-solo promete no reírte, ¿sí? —pidió, cerrando los ojos para disminuir sus nervios. —¿Crees que estamos en kinder? —su voz sonaba fastidiada mientras se cruzaba de brazos—. Habla ahora o me iré. —Necesito —tragó, irritado por la mirada exigente de Kyungsoo—, necesito consejos para conquistar a alguien. Desvió la mirada hacia los productos de limpieza, negándose a mirar al otro por largos segundos en los que pudo notar la cercanía; había sido una mala idea ir al cuarto de limpieza, que la mayor parte era ocupada por escobas. —Entonces, tú —el bajito lo apunto—, quieres que yo —ahora se apuntó a sí mismo—, te ayude a conquistar a alguien. Chanyeol asintió, escuchó un suspiro y por segundos creyó que Kyungsoo no era tan desagradable, hasta que lo miró y notó la irritante expresión divertida que tenía, cubriendo su boca para no reír fuerte. —¿De qué te ríes, imbécil? —preguntó, enojado. —De ti, idiota —respondió sin problema Kyungsoo, llevando sus manos a su vientre y riendo, sin notar que se acercaba más al alto—. En serio debes estar tan desesperado para venir conmigo, ¿Cuánto tiempo mordiste tu labio? —invadió su espacio personal, parándose de puntillas solo para ver mejor el rostro del alto—, incluso está todo rojo. Chanyeol detalló inconscientemente las facciones de Kyungsoo por la cercanía de sus rostros; sus grandes ojos, labios abultados y rosáceos, mejillas suaves; Kyungsoo realmente es atractivo. —¿Y quién es el desafortunado? —preguntó de repente, aun sin alejarse. —¿Qué? —tuvo que preguntar el castaño, parpadeando un par de veces para volver a la realidad— ¿Quién? —La persona que te gusta —respondió más calmado— ¿Quién es? —Primero dime si aceptas ayudarme —decretó, volviendo a su neutra expresión. —¿Qué gano yo? —preguntó el azabache, ahora sí alejándose un poco por culpa del espacio—. No tienes nada que me interese, Park. Estoy muy bien con mi vida ahora, así que retírate —intentó apartarlo para salir, más el alto se resistió. Chanyeol no era bueno pensando bajo presión, por eso es que prefería planificar algo antes de realizarlo, ya que cuando improvisaba, solo podía tomar malas decisiones. Y esa ocasión no fue la excepción. Sin pensarlo, tomó de nuevo el brazo de Kyungsoo, acorralándolo contra los estantes y logrando que soltara un quejido por el impacto de la madera contra su espalda que, estaba seguro, dejaría marca. —Eres un animal, Park —dijo, a pesar de faltarle el aire y que estuviera mordiéndose el labio inferior para aguantar el gemido de dolor que quiso soltar—. Olvídate de mi ayuda, si antes te soportaba ahora no quiero ni verte. —Oh, vamos, cómo si no te hubieran dejado una marca en la cama, en realidad sería extraño si no lo hicieran según dicen —comentó, teniendo que llevar su pierna en medio de las del menor porque este intentó patearlo—. Piensa que tú también puedes obtener algo de esto. Kyungsoo realmente pareció pensar sus palabras, desviando su mirada al suelo mientras se relajaba un poco— Bien, te ayudaré —cedió, volviendo a mirar el rostro de Chanyeol que era decorado por una pequeña sonrisa—, pero será solo hasta la última presentación del club de teatro. —No necesitaré tu ayuda más de eso, él se irá para el siguiente año —comentó Chanyeol. —Bien —contestó el bajito. Y ambos volvieron a quedarse en silencio, mirándose mutuamente sin saber qué más hacer, al menos hasta que escucharon el típico sonido de una llamada entrante. —Es mío —avisó Kyungsoo, apartando por fin al alto para tomar su propio celular y mirar quién llamaba, sin contestar—. Nos vemos mañana en el campo. —¿No está más cerca la cafetería? —preguntó, atento a como el otro abría la puerta para irse. —Por mí no hay problema, pero creí que no te gustaban los rumores —le sonrió de lado—, si te ven conmigo ya sabes lo que creerán. —Nos vemos mañana —se despidió, ignorando la risa que soltó el otro antes de irse, dejándolo solo. Un par de minutos después, Chanyeol se encontraba lamentándose de su decisión, y lo hubiera seguido haciendo de no ser por el nuevo mensaje que le llegó, donde Sehun ahora le preguntaba dónde se encontraba, que el entrenador ya estaba por hacerles correr desnudos de nuevo. Así que, sin más arrepentimientos, Chanyeol salió del lugar y corrió camino al campo de entrenamiento.