Emilia Schneider Despierto con los rayos del sol en mis piernas, siento calor por todo mi cuerpo pero solo entre mis tobillos mezclados con los suyos está el ardiente sol despertándose de la ya apagada noche. Nik está a mi lado, su cuerpo prácticamente sobre el mío, calentando mi piel más que la luz natural... un brazo en mi estómago dormido y su nariz en mi cuello. Sería tan bonito poder hacer esto siempre, que el solo pensamiento de esa posibilidad... asusta como el demonio. No tengo permitido acostumbrarme a esto. No tengo permitido acostumbrarme a él, a la entrega, a las mañanas entre sus brazos y las noches bajo su piel. No tengo permitido jugar al amor con un mafioso cuya única intención es acabar con mi familia mientras que la mía..., la mía es acabar con él antes de que me mat

