Despierto, no tengo ni la más remota idea de qué hora es, la habitación está exageradamente obscura, las cortinas funcionan bastante bien, ahora entiendo porque ya no le es necesario un ataúd; la respiración de Adam es pausada, bastante tranquila y un tanto relajante, suspiro, estoy aprisionada entre sus brazos, beso su pecho, realmente me siento bastante bien; de pronto siento que se mueve, más aún no despierta, mis mejillas comienzan a arder al percatarme de cierto bulto contra mí, ¡Santa madre de Dios! ¿Los vampiros no son asexuales?, pasa la pregunta por mi mente, trato de acomodarme, pero su agarre es muy firme, me rindo, así que se me ocurre hacer algo atrevido, llevo mis labios a su cuello y comienzo a besarlo lentamente, siento su tensión ante mi toque y sigo con mi tarea, escucho
