Nuevos senderos

985 Words
señorita Volquez, le llama el decano Milton- pronunció Judit su secretaria La seguí hasta llegar a la puerta del decano, doy un pequeño golpe en la puerta -adelante- -disculpe señor Milton, me mandó a llamar- -tome asiento señorita Volquez... Verá, la universidad a recibido media beca como cada año para un joven capaz de demostrar su talento en diseño- mirándole sonriente mientras ella está a la expectativa -lo interesante aquí, señorita Volquez, es que hemos analizado todos los alumnos de la facultad completa, pero ninguno se comparan con el asombroso promedio de usted- una chispa de emoción creció en mi interior tras escuchar esas palabras -¿Quiere decir... que?- con una sonrisa -quiere decir señorita Volquez, que si usted está en disposición de viajar a Dubái a demostrar de qué madera está hecha, esta beca es para usted, la universidad se encargará de aportar el 50% faltante, le dará alojamiento en un apartamento cerca de la universidad y un transporte, ¿que dice?- -siii, claro que acepto decano- salte de la silla emocionada, no lo podía creer, siempre quise estudiar en esa facultad, pero tras la muerte de mis padres quedé sin ánimos alguno. -aquí tienes los datos, la llave del auto y tu boleto de avión, sales mañana a la 9, te deseo éxitos en tu nueva vida fasaely- -gracias Hanry- -tú te lo ganaste, eres bastante buena en lo que haces, el señor y la señora Volquez desde donde estén, están orgullosos de ti al igual como me siento en este momento- revoloteando mi cabello. -anda a empacar jovencita. salí con una sonrisa irradiando toda la emoción que tenía -Judit, en mi casa a las 8- dije pasando por su escritorio dando palmaditas -¡oye! no me contarás lo que pasó allí dentro- inquirió Judit levantándose de su asiento cruzando los brazos. Fasaely siguió su camino y solo se limitó a chillar -YA TE DIJE, EN MI CASA A LAS 8- salió corriendo, fue hasta su salón donde sus compañeros la esperaban con globos, cornetas y un gran cartel que decía: "Buen Viaje" en grande seguido de unas letras pequeñas "te lo mereces". No pude evitar dejar caer una lágrima rebelde que se empeñaba en salir desde que recibí la noticia. -¡¡FELICIDADES!!- gritaron todos al unísono, mientras se me iban acercando para abrazarme, me colocaron un gorro y empezó la fiesta. Eran más de las 6 cuando la profesora decidió que ya terminarían la fiesta. -espero que nunca cambies Fasaely, que sigas siendo ese Ángel que ilumina todo a su paso, que no te dejas caer y si lo haces te levantas con fuerzas renovadas, admiro eso de ti- dijo Claire, profesora y amiga luego de la trágica muerte de mis padres. -gracias claire, te juro que así será- abrazándola -trata de escribir siempre que puedas ¿si?... te voy a extrañar mucho jovencita-limpiando sus lágrimas para volver a abrazarla. -lo haré siempre que pueda, ahora debo irme a empacar- rieron -buen viaje- Al llegar a la casa puddin la esperaba como siempre, inmediatamente le vio empezó a mover su colita y dar una carrera hasta donde ella. -¡puddin!- cargándolo en sus brazos, era un peluche n***o azabache. -te echaré de menos- besándolo -niña Fasaely, su cena esta lista- -gracias nana- sonriendo, fuí hasta la cocina a cenar con el personal de servicio, que siempre he visto como una familia. Desde que mis padre murieron lo hago para no sentirme tan sola en esta mansión. Sí, eso era desde que ellos ya no están aquí llenando de amor cada rincón o con sus risas en todo lugar. -haber Fasaely, ¿nos vas a decir a qué se debe tanta felicidad?- preguntó Memo el chófer -¡me voy a Dubái!- sonriendo -¿qué?, ¿cómo?- preguntó Etly su nana, mientras se hacía un murmullo en la mesa -¡silencio!- todos callaron. -¿te decidiste a ir a esa universidad mi niña?- preguntó con melancolía -si nana, de la facultad me han ofrecido una beca y acepté- -¿cuándo te vas?- preguntó Jorge el jardinero -mañana a las 9- terminando su último bocado. No hubo más palabras hasta que se escuchó el timbre -yo abro nana, descuida- le dije al ver que ella se ponía de pies para ir a abrir, camine hasta la puerta y al abrir me encontré con Judith -así que tuve que esperar hasta ahora para saber qué pasó en la oficina- dice con cierto desgano -por favor, como si no supieras que mañana debo viajar a Dubái- me encogí de hombros y caminé hasta mi habitación. -¡¿Qué?!, ¿Cómo es que no se nada, aún siendo la secretaria del decano?- un tanto eufórica -como lo escuchas, mañana a las 9 AM debo de partir a Dubái- sonriendo - así que enana, deja el parloteo y ayúdame a empacar- la jale por el codo. Media hora después ya estaba todo listo y nos tumbamos en la cama -duerme aquí hoy, ¿si?- le pedí incorporándome de la cama. -eso no tienes que pedirlo ratona- sí, ya sé que es un apodo feo, pero tengo cierta costumbre de arrugar mi nariz de manera inconsciente mientras hablo, aunque siendo el caso debería ser un conejo ¿No?. -gracias- mirando hacia el ventanal de mi habitación que deja a la vista el gran jardín que tanto amaba mi madre, el pensamiento hace que una lágrima rebelde salga, pero la limpio rápidamente. -¡Oye!, Todo va a estar bien Fasaely, se lo que estás pensando. Ya verás que amarás Dubái y podrás... Podrás dejar todo este sitio lleno de recuerdos, con esto no quiero decir que te olvidarás de todo, pues el recuerdo vive en ti- da un largo suspiro y me abraza-Damiana y Sheik donde quiera que estén desearían esto para ti, que te encuentres con tus raíces, contigo misma- se alejó un poco -gracias Judit- nos abrazamos nuevamente -debo confesar que tengo miedo, ¿Esta mal eso?- -claro que no pequeña ratoncita, todos tenemos derecho a sentir miedo por lo desconocido, pero nunca permitas que este miedo te cohíba de hacer lo que realmente quieres, según John Kennedy «el cambio es ley de vida. Cualquiera que solo mire el pasado o al presente, se perderá el futuro»
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