De novia a amante del Jeque

3. La familia...

—¿Qué está pasando?

Esa pregunta saca de sus pensamientos a Kerem, quien se queda callado unos segundos antes de poder responder, la mira y la besa pegando sus frentes.

—Mi padre tiene costumbres, una de ellas es creer que sigo siendo un niño a quien le puede decir lo que debe y lo que no debe hacer, tú mejor que nadie sabes que no soy un niño.

—Eso lo sé, pero no deja de hacerme sentir que hay algo más. Sé claro, eso que dijo de Elif, ¿es verdad?.

—Ya hemos hablado de eso muchas veces, sí te lo conté no fue porque ella me importe, más bien fue porque tenías que saberlo para que llegados a este momento no lo tomaras desprevenida, pero no. Sí lo que quieres saber es sí la amo no, no la amo. Solo fue uno de esos compromisos concertados que hay en este tipo de familias.

—No sé porque me siento tan insegura, es como sí estar aquí hiciera que me sintiera así. Y no me gusta nada sentirme tan insegura, especialmente cuando tú eres tan maravilloso conmigo.

—Siento que todo esto es mi culpa, yo te pedí que vinieras aquí cuando no estabas convencida de hacerlo.

Sarah se queda en silencio sabiendo que eso es verdad, aunque le cueste admitirlo la verdad es que nunca ha estado tan convencida de llevar las cosas con Kerem a un nivel tan serio, para ella las cosas deben ir paso a paso pero estar con la familia de él le ha dejado claro que él quiere algo más y ella no está convencida.

—¿No te vas a ir?.

La joven frunce el ceño, se supone que él no quería que su padre supiera que ellos ya han estado juntos íntimamente. Kerem hace una mueca y sale del carro con ella mientras se dirigen a la habitación del hotel.

—No, en realidad creo que lo mejor es que nos vayamos está misma noche a Nueva York, allí tengo algunas cosas que hacer y me puedes acompañar o volver con tu familia.

—Pero tu papá…

—No estoy dispuesto a hablar con él después de haberte tratado como lo hizo, es como sí me rechazará y no…

—Me estás poniendo en un nivel en que no sé sí lo merezco. Kerem yo te quiero, pero la familia es primero.

—¿Me estás rechazando?

—Claro que no, te quiero mucho pero… no sé qué me pasa, nunca me habían tratado como tú padre, no me dio la oportunidad.

—No le pongas cuidado, ven acá.

Al entrar a la habitación del hotel, Kerem abraza a Sarah y la besa de una forma en que la hace estremecer, cierra la puerta con el pie a la vez que sus besos son correspondidos y cada parte de sí mismos se entrega al otro haciendo que recuerden el motivo que hizo que se enamoraran.

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Kerem se queda mirando a Sarah mientras duerme; besa su hombro y sonríe intentando pensar en una forma de que su padre cambie de opinión, aunque para él eso no es importante para Sarah sí lo es, y sí piensa dar el siguiente paso en su relación lo mejor es que todos se hagan a la idea de que serán una familia. La idea principal de que ella viajará es que se familiariza con la cultura pues sí aceptará casarse con él ese sería su futuro hogar, tiene claro que aunque no tiene el poder de su padre ese será su camino.

Un abogado como él debe hacerse un futuro diferente, ya cumplió con su sueño de ser “libre” y de experimentar la vida de alguien normal estudiando fuera, pero esa es su cultura. Y quiere tener hijos que se críen en su entorno y no ajenos a quién es él.

—¿Pasa algo? —ella le mira entreabriendo los ojos.

—Estaba pensando en el viaje, y en que ya he cumplido uno de mis sueños al estudiar la carrera que quise y no la que mi padre eligió.

—¿Crees que le va a dar un infarto cuando sepa que fue derecho y no economía? —besa su pecho desnudo.

—Creo que él ya lo sabe, las facturas de la carrera no se pagan solas y su equipo tuvo que hacerle saber el cambio que hubo.

—Es porque eres un chico mimado, y lo sabes.

—La chiquilla eres tú —besa su mano y la muerde juguetonamente —, recuerda que tú estás por empezar la carrera y yo la estoy acabando.

—Eso no tiene nada que ver mi amor, pero es un buen punto para cuando tengas que pagar mi carrera —bromea —, imagina lo que tendrás que pagar con medicina.

—Pero… —niega con la cabeza —, eso puede esperar no crees. Yo te pago la carrera que quieras pero primero dame un hijo, es lo justo. No quiero ser padre siendo un anciano.

—Pues estás muy equivocado Kerem, sé que en está cultura lo normal es no estudiar y ser una ama de casa… —se coloca la sábana alrededor del pecho —pero yo no soy así, no quiero tener hijos en este momento, no estoy lista. Lo único que quiero es cumplir mi sueño de ser médico y hacer la especialización, no es necesario saltar de ser un adulto joven a ser madre como quieres que lo sea.

—Es un decir, no te estoy diciendo que eso vaya a pasar en estos momentos. No es motivo para que peleemos, cuando más unidos deberíamos de estar. Aunque mi familia no sea la mejor ya la conoces y para mi eso es importante, te amo y…

—Vale, me he sobresaltado y lo siento pero es que todo este asunto de tu familia me ha puesto nerviosa, tienes razón —se acomoda a su lado en la cama —vamos a ir paso a paso, ¿ya empacaste tus cosas para irnos a Nueva York?.

—Nilüfer ya lo hizo, aunque es la empleada de mi madre ella le pidió que lo hiciera. Sabes que ella fue quien te envío la ropa que usaste hoy, mi madre confía mucho en Nilüfer y yo también.

—Ya entiendo…