Al aburrirse del juego, el viejo le penetraría la «vagina rosada de princesa», contaminándola con la inmundicia alojada alrededor de la v***a del viejo. Elisa no podría forcejear, mucho menos si el viejo ya la estaba «haciendo suya», pues de otro modo le harían daño físico, probablemente hasta pudieran matarla de negarse. No obstante, el viejo no se conformaría con penetrarla en la v****a. Si no que la besaría a la fuerza y le daría besos de lengua. Alex sabía que esa clase de besos le gustaban a su hermana, así que probablemente ella comenzaría a sentir cierto gusto por el beso del viejo, y eso a pesar que el vago tuviera un aliento a completa putrefacción, «a mierda», dirían algunos que le hayan olfateado el hediondo aliento en el pasado.
Junto con el beso del viejo, y la penetración va
