Pov Aidán Salimos de ahí y vamos en silencio. Veo a mi hijo por el espejo retrovisor viendo serio a Fiorella. Es un niño inteligente, sabe que algo paso, engañarlos después de lo que escucho será imposible, de eso estoy seguro. Sigo el camino, Fiorella me ve de vez en cuando, me doy cuenta por qué siento su mirada en mí y eso no me gusta. Que la respete como madre de mi hijo, no quiere decir que no esté enojado por como hizo las cosas. Si le reconozco que vio por nuestro hijo estos años sola, pero también sé que fue por gusto propio. Me enoja que me haya negado el estar con él todo este tiempo, por cobardía de no aceptar que hizo las cosas mal, por no darme la cara. Me molesta eso, me da mucha cólera lo que nos hizo, me da coraje recordar las palabras de mi hijo temprano. No es justo que

