—¿Por qué el abuelo me devolvió la llamada?
Sara murmuró por enésima vez, lo que provocó que Eros gruñera.
Ambos estaban sentados en el sofá uno al lado del otro después de cenar y Sara había estado repitiendo lo mismo una y otra vez.
Esto estaba poniendo nervioso a Eros ahora.
—¿Por qué no lo llamas y le preguntas? —se burló claramente molesto por su comportamiento aturdido.
—¿En realidad? —Sara se volvió para mirarlo con asombro.
Silas parpadeó con incredulidad. Estaba demasiado sorprendida, pensó y sacudió la cabeza.
Suspirando, se levantó del sofá y caminó hacia la cama para agarrar una almohada. Ya era tarde y necesitaban regresar temprano en la mañana porque el abuelo Magnus lo había exigido.
Eros sabía por qué el abuelo Magnus les devolvía la llamada. Sabía que Sara también
