Capítulo 4 : Esto No Es Contigo

988 Words
A la cena se ponen los padres de Ferit y su hermana menor Sara. Sara era muy dulce y angelical ella y Lucrecia se habían llevado muy bien todo este tiempo, incluso cuando éstas se había ido a estudiar dos años diseño de moda a Londres mantenían comunicación. —¡Lu! —Lucrecia se levanta y esta la abraza efusiva —. Me alegra tanto verte y más ahora que se la noticia del compromiso de mi hermano y tú. —Yo también estoy feliz de verte, tienes mucho que contarme. Le sonríe de manera modesta, Teresa la madre de ellos se acerca saludando a Lucrecia con un beso en la mejilla y sonriéndole. —Lucrecia hija, qué bueno es verte nuevamente. La abraza y Lucrecia el sonríe de manera cálida y es que si hay alguien que desde que murió su madre ha sido un apoyo incondicional para ella ha sido Teresa. Ella y su madre eran mejores amigas y así lo fue hasta su último día de vida en donde ella estuvo a su lado le prometió antes de morir que cuidaría de su hijas como si fueran de ella. Aunque ha tratado de darle su cariño a ambas, la única que lo recibido a sido Lucrecia. —Teresa, me alegra de verte de nuevo —Musita contenta Lucrecia —. Hace semanas que no te veía. —Estuve visitando a Sara hasta que pude traérmela conmigo y nos ha recibido esta gran noticia. A Teresa siempre le hizo ilusión verlos juntos, incluso nunca perdió la fe en que algún día lo estuvieran ya que cuando eran adolescentes pudo ver mucho el interés que su hijo tenía en ella. Toman asiento en la mesa, empiezan a servir la cena, Mauro, Alfredo y Azucena se sumergen en una platica amena mientras que Monica intenta sacarle conversación a Ferit bajo la atenta mirada de Sara y Lucrecia. —¿Son ideas mías o tu hermana casi derrama baba por mi hermano? —Le susurra curiosa Sara . Y es que Monica no esconde ni un poco su interés hacía Ferit, sin importarle que vean o piensen los demás. Pese al intento de Mónica de llamar la atención de Ferit , la atención de este esta toda en Lucrecia la cuál sonríe por un comentario que le ha hecho su hermana. Y algo recordaba de su adolescencia es que Sara era apenas una niña a la cuál le gustaba pasar tiempo con Lucrecia porque veía en ella una hermana . En el fondo le agradaba que ambas siguieran siendo amigas y que su hermana siguiera teniendo el apoyo de ella en todo. El móvil Lucrecia suena , esta lo mira y se disculpa levantándose de la mesa saliendo a pasos rápidos. La mirada curiosa de Ferit la sigue hasta la salida,sin poder evitarlo se levanta de la mesa disculpándose y camina siguiéndole por dónde se ha ido. La sigue hasta el jardín t*****o en donde la observa a lo lejos discutiendo efusivamente con un hombre . Acerca cautelosamente sin que se percaten de su presencia escuchando mejor la conversación de ambos. —¿Me estuviste viendo la cara todo este tiempo? —No te estuve viendo nada, ahora vete antes de que mi padre salga y el problema sea peor. —No me interesa que tu padre me escuche Lucrecia, si no es por Monica no me entero de que te tenias un galán y de que te vas a casar con él en unos días. —No tenía porque decirte Alonso, nosotros sólo teníamos una relación de beneficios sexuales, más nada. —Lucrecia, escúchame —La toma fuertemente por el brazo haciendo que las alertas en Ferit se enciendan. —¡Suéltame! —Espeta enojada soltándose de su agarre y soltando un fuerte rodillazo en sus partes nobles —. ¡Me vuelves a tocar y te debo sin pelotas! Ferit sonríe inconsciente y es que le alegra ver que Lucrecia sigue siendo esa chiquilla autoritaria que sabe defenderse sola. Cuándo ve las intenciones del hombre acercarse a ella, se acerca pasos agigantados . —¿Qué sucede aquí? —Espeta autoritario colocándose alado de Lucrecia —. ¿Quien es este tipo y que hace aquí? —Esto no es contigo, mejor vete y déjanos a solas. —Todo lo que tenga que ver con mi futura esposa tiene que ver conmigo. Coloca su mano sobre la cintura de Lucrecia haciendo que un cosquilleo recorra todo su cuerpo; esta garraspea y suspira. —Mejor márchate Alonso, te buscaré después para hablar más calmados. Alonso observa cauteloso a Ferit, pasa a su lado y se marcha yendo a la salida. —Tú no buscarás a nadie —Espeta serio Ferit —. Estamos a unos cuantos días para la dichosa boda y no quiero escándalos. —Tú no me puedes prohibir nada. —Te recuerdo que fuiste tú la que me llevaste es un contrato matrimonial en donde no se podía tener ningún vínculo sentimental ni c****l con otra persona durante el matrimonio para cuidarnos de escándalos. —Yo se lo que decía el contrato, no me lo tienes que repetir idiota. —Cuidadito como te refieres a mi —Sujeta del brazo acercando la el haciendo que es la respiración de Lucrecia se paralice —. Ya no soy ese chiquillo del cuál te burlabas tú y tu amiga cuando era un adolescente, no dejaré que eso vuelva pasar. Lucrecia se queda mudo ante sus palabras, Ferit la suelta dándole una última mirada y regresar nuevamente a la casa. Lucrecia tenía algo claro y es que la actitud de Ferit con ella no cambio por su rechazo, si no por la conversación que tuvo aquel día con Susana en dónde esta se burlaba de su físico. Ahora más que nunca tenía claro que había pasado aquel día y del porque el repentino cambió de él con ella.
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