Inconvenientes

5002 Words
—Me parece perfecto el plan, pero olvidas algo... O mejor dicho, yo olvidé decirte algo— tuerce su boca mientra se recuesta sobre el sillón. —¿Qué?— Exclama con pocas pulgas. —Prometí llevar a Nina a cenar por su cumpleaños, ya que ayer no pude estar con ella a la tarde— Suspira y mira a su amigo, quien asiente con la mirada. —Espero que estés bromeando— Su voz sale más ronca de lo normal. —Entiendo que necesitamos hacerlo ya— Rasca su cabeza. —Es lo que estoy diciendo— Rueda los ojos y levanta sus manos. —Pero no puedo volver a dejarla plantada— Traga saliva. Hacía ya dos horas que tenían a medio armar toda la entradera para poder liberar a Lucas, lograr que los hermanos no queden enredados en ningún contrato que los comprometa y mantener en el anonimato a Nina y su seguridad. Por supuesto que era toda una estrategia de Connor para ver cuánto le estaban mintiendo los hermanos... Quería ponerlo en práctica cuanto antes para sacarse todas sus dudas. —Vas a almorzar con ella ahora— Suspira molesto. —¿No es suficiente?— Bromea y todos a su alrededor sueltan una carcajada. El rubio baja la cabeza y acaricia su cabello con angustia. —Yo ... Sí ... Creo que podría ser suficiente— Murmura. —Podemos hacerlo después de tu merienda— Rueda nuevamente los ojos y bebe su café... Baja la taza al lado de donde yace su vaso de whisky. —Bien— Responde temeroso Kaleb. —El equipo va a estar esperando en el radio del galpón— chasquea su lengua. —Excelente— Agrega. —No puede escaparse ningún detalle esta noche, quiero saber hasta dónde son capaces de llegar— Alza sus cejas mirando a su amigo, quien asiente con la cabeza. ~>`)~~~~>`)~~~~>`)~~~~>`)~~~ Nina espera impaciente sentada en el cómodo sillón purpura que le ofrece el restaurante francés favorito del barrio, lamentablemente, no recuerda porque es su favorito, y le resulta extraño sabiendo que el dueño del establecimiento no es nada más ni nada menos que Elijah. Su hermano se baja de la camioneta seguido de cinco hombres, todos vistiendo similar a él... Ted se levanta a recibirlo, Kaleb le hace una mueca con la cara y vuelve a tomar asiento en la mesa del costado, dándoles algo de privacidad, dos guardias se quedan en la puerta, los otros tres se acercan a ted y toman asiento a su lado. —Buenos días— Nina besa la mejilla de su hermano. —Buenos días Kaleb, haceme acordar que te regale un reloj— Mueve su boca demostrando su enojo. Cuando toma asiento frente a ella, la figura de Connor se visualiza detrás del cristal bajando de otra camionera. —No es para tanto, sólo fueron unos minutos— Se justifica. Valentina rueda los ojos y mira la impactante entrada que éste hace. Por supuesto, qué todos los custodios son para Connor y no para Kaleb. Se acomoda su corbata mientras camina con su torso firme y sus brazos a cada lado de su caderas, notándose por debajo del traje algunos de sus tatuajes... Mira hacía ambos lados de la calle mientras que cruza... La mirada de Nina se chocha con los ojos claros de Connor cuándo apenas pasa la puerta, él solo tiene en su mira a la pequeña rubia que es acogida por el sillón purpura. Su mente vuela a tiempo atrás y no puede evitar esos pensamientos... ~>`)~~~~>`)~~~~>`)~~~~>`)~~~ —valentina— La llama sin alzar mucho la voz apoyado, aún, en su auto con sus brazos cruzados y aún ese cigarrillo en sus manos a punto de terminarse. Ella perfectamente lo había visto parado frente a su facultad, mientras que saludaba a dos de sus compañeras, pero lo ignoró siguiendo de largo hacía su trabajo por delante de él, estaba haciendo una pasantía en diseño juntó a una gran diseñadora de interiores le llevaba la agenda y organizaba sus pedidos. No era la gran cosa, pero tener un trabajo en ese mundo antes de recibirse y hacerse conocida al público al que ella quiere apuntar era algo muy bueno para su currículum. Él tira el cigarrillo al suelo cuándo se voltea a verlo mientras que acomoda su cartera en su otro hombro, sostiene dos cuadernos y unas muestras de tela en su otra mano. Connor le sonríe arrogante y alza su barbilla mientras que Nina se sigue acercando hacía él y su todo volumen. Una BMW completamente negra, con detalles cromados que hacía que cualquier persona que la viera se girará a babosear por ella. —¿Qué haces acá?— Cuestiona. Él la mira alzando una ceja, mientras que se acerca a quitar todo el espacio que los separa. Traga saliva un poco nerviosa al sentirlo tan cerca, él se mantiene serio manteniendo sus ojos fijos solamente en su rostro, sabe el efecto que provoca en todas las mujeres, pero el efecto que provoca en la rubia lo está volviendo loco desde hace algunos meses. Quizás sea porqué la vió aquella vez en su bar bailando tan sensual, no creyendo que la hermana pequeña de sus amigos había crecido tanto, o quizás sea por la cara de curiosidad que le pone cuándo en ciertas ocasiones cuándo lo ve llegar en las peores condiciones y sin embargo ante ese rostro que pone lleno de preguntas se mantiene callada y distante. —Te vine a buscar, creo que es más que obvio— Acomoda su cabello un poco exasperado. —Vos no sóles ser obvio— Le recuerda ella —No me gustan las preguntas tontas Valentina— La toma de la cintura y hace algunos movimientos circulares allí. —Te lo agradezco pero tengo que ir a trabajar... Será en otra oportunidad— Sonríe con falsedad. Hacía una semana el morocho se había presentado en su propiedad con todo su cuerpo chamuscado, estaba terminando unos apuntes de la facultad y la primera que lo vió había sido ella, pero por supuesto, que él venía a por uno de sus hermanos, y por cómo se mostraba de molesto no era para tomarse una cerveza y charlar de autos. Por supuesto que Nina ya comenzaba a investigar en que más trabajaba Connor además de lo que siempre supo, ya que desde que tiene memoria que lo conoce, pero a medida que ella iba creciendo se daba más cuenta de las cosas. Y había algo que no le cerraba de él, además de su fría personalidad que la ponía tan nerviosa. —tenes dos horas y media antes de entrar, te quiero invitar a almorzar a un lugar que te va a gustar— Sonríe. Valentina aprieta sus labios sin poder negarse a esa invitación. La manera en que habla, en la que se dirige a ella hacen que el cuerpo y mente de Valentina este a su disposición. —No creo que sea lo correcto— Se siente extraña ante ese sentimiento además de que ella sospecha de que el morocho la descubrió investigando sobre él. Connor rápidamente toma las cosas que tiene en la mano y las coloca en el asiento trasero de la camioneta, le hace una seña con la cabeza para que ingrese a la misma. Le cierra la puerta con delicadeza cuando ella ya está dentro, apreciando el prefecto olor a cuero que inunda sus fosas nasales. —Te va a gustar— Sube y prende el motor, al mismo tiempo que la música comienza a sonar y se dirigen a destino llegando a la brevedad. —No me dejaste otra alternativa... De cualquier manera— Bromea. Connor sonríe señalando que ya llegaron a destino. —Te gustara— Insiste. —Que hermoso— Mira todo el edificio y sonríe mientras qué juega con la tira de su cartera, él lleva su mano a su barbilla y asiente con una mueca, —Gracias vida— Responde ronco en su espalda. —¿Es tuyo, no?— El restaurante parece estar a pocos días de que se inaugure, pero los chefs ya están haciendo pruebas para ver quién se queda con cada puesto. Connor es muy meticuloso en todo lo que tenga que ver con los espacios privados que lleven su nombre. Nada puede ser echo a medias. —Te traje porque tengo que probar los menú y supuse que no querías estar en público conmigo, además de que no me gusta almorzar sólo— Ella achina sus ojos y sigue mirando las mesas de mármol blanco con bordes dorados. Las toca y sonríe ante el frío material, es cierto que prefiere un lugar más privado, usualmente algún paparazzi los puede ver e idear alguna noticia no real, pero Nina sigue sin poder entender el porqué la trajo a ella y no a cualquiera de las tantas mujeres con las que suele andar. La dirige a la barra mientras que los empleados los saludan de manera muy cordial, ella sonríe a todos con simpatía y eso a él le da ganas de romperles las mandíbulas a todo aquel que la mire, aclara su garganta y toma lugar en una de las únicas tres banquetas que hay cómo asientos. Se sienta a su lado y deja su cartera en la banqueta de al lado, apenas se acomodan, les sirven una pequeña entrada con guarnición y una copa de vino y una de agua para cada uno, el mozo les anuncia que pueden pedir lo que deseen en caso de que no les gusten las bebidas y les explica que tendrán una cata de cinco entradas, cinco platos principales, cinco platos secundarios y tres postres, ella asiente y mira a Connor unos segundos, no se siente incómoda, pero siente algo raro al estar junto a él almorzando solos... Además, de que por unos instantes no pudo evitar pensar que toda esa comida no iba a entrar en su estómago, se ríe ante ello y se emociona al estar en una cata porque es algo completamente nuevo para ella. Él bebe de su copa cuando ya van por uno de los primeros platos principales, —¿Ya elegiste los vinos?— Cuestiona. Connor asiente y relame sus labios mientras que la mira sereno. Relajado y agradecido de que no le haya llegado ninguna llamada a su radio por trabajo ni ninguna llamada o mensaje a su celular. Compartir tiempo con ella y hablar de cosas triviales lo relaja. —No necesitaba hacer una cata de eso, elegí los mejores vinos que alguna vez he tomado— Ella asiente y prueba la comida que tiene enfrente. Todo está excelente pero lo que más le gustó hasta ahora es su emparedado César. —Seguramente habrás tomado muchos— Él sonríe malicioso al encontrarle doble sentido a aquella frase. —¿Qué sillas tendría que poner?— Se sorprende por esa pregunta. Deja su copa de agua y lo mira, para corroborar que se lo pregunta de verdad, él le mantiene la mirada mientras que tiene su rostro serio, analizando cada acción que hace, quién ahora mira todo el salón con sólo mesas y pinturas a medio poner, —Unos sillones púrpuras y algunas sillas tapizadas en pana con respaldos de rayas blancas y n***o creo que iría excelente, algo moderno con un poco de victoriano, podes tener las estructuras blancas para que coordine con las mesas— Voltea su vista nuevamente a él, quién asiente conforme con su opinión. —¿En cuánto lo tendrías listos?— Ella achina sus ojos y lo mira incrédula. —¿Qué?— Pregunta con una leve sonrisa que se le escapa de los labios... —Quiero que vos los hagas— Valentina se sorprende gratamente y no puede ocultar la sonrisa que se está expandiendo en sus labios. —Pense qué tenías alguien que se ocupara de la imagen del lugar— Agrega y lo mira estudiando que no está mintiendo en su pregunta, —Se qué estás en la parte final de la carrera y qué vas a necesitar de un proyecto físico para presentar— Hace una pausa y pasa su lengua por sus labios, ella traga saliva al ver ese movimiento, —Si... Uhmm— Carraspea. —Te estoy ofreciendo financiar ese proyecto y qué lo hagas para mí— Valentina abre su boca sorprendida y contenta... Lo primero que hace es negar con la cabeza pero no responde... —¿Porqué?— Él se ríe irónico... —Porque así lo decidí, vida— Sisea. Valentina vuelve a torcer sus cejas ante el mote que le acaba de poner. ~>`)~~~~>`)~~~~>`)~~~~>`)~~~ Él aprieta sus labios y suspira aún mirandola, las incansables ganas que tiene de llorar lo hacen que apriete sus puños hasta lastimarse con las uñas las palmas de las manos. —1...2...3...4...— Murmura muy despacio para el mismo y traga saliva intentándo controlarse. Pero es difícil, no lo logra de inmediato, pide un whisk especial, el mismo viene con un poco de cocaína en el mismo, y quién se lo prepara es uno de sus custodios ingresando a las cocinas cómo si fuera el dueño. —Kol— Lo llama para que tome asiento junto a él. —No deberías de tomar esto— Señala el vaso y agradece al mesero que pone un plato más para él. —No sos Alec— Se burla bebiendo el vaso de un tirón. —No, pero soy tu amigo, además de tu empleado— Le recuerda. —Solo háblame de los talleres de Venecia, quiero saber cómo está todo alla— Pide con sus ojos colorados y dilatados. kol cierra los ojos y asiente aceptando lo que su jefe le pide para distraerse. ~>`)~~~~>`)~~~~>`)~~~~>`)~~~ —¿Estuviste durmiendo en su casa?— Alza sus cejas, mientras bebe un sorbo de agua, su hermano asiente con la cabeza... —Tuve una noche complicada Nina— Traga saliva. —Como casi siempre— Responde perspicaz subiendo sus hombros. —Estuvimos ocupados— Se excusa. —Sólo preguntaba— Ella claramente entiende el significado de complicado por lo que arquea una ceja a modo de disgusto... —Esta noche dormiré en casa— Valentina asiente apretando sus labios. —Tus moretones azules se siguen viendo, aun más de día— Sonríe con burla, y toma la carta para ver el menú. —Bueno, espero que se hayan pronto— Admite subiendo sus hombros. —¡Asi no vas a conseguir novia!— Le dice divertida, mientras que él por dentro piensa en la persona que le interesa. Pero sabe que ésta bastante lejos de su alcance, quizás cuándo tenga toda la fortuna que pretenden conseguir con Lucas pueda conquistarla... —Permiso...Les dejo para que disfruten, es cortesía de la casa— El camarero sonríe amablemente a la rubia, quien le agradece con la mirada. —Gracias— Responde con cordialidad. —Es un placer volver a tenerlos con nosotros— Hace una reverencia. —¿vendrá el señor Lucas también o serán solo ustedes dos?— Nina agacha la mirada. Su hermano entre cierra los ojos y sonríe levantando su vista al camarero nuevamente. —Por el momento solo nosotros dos— Sonríe una vez más. —Lo que necesiten por favor, nos lo hacen saber— Le pide, con cortesía, nuevamente, retirándose. —Todo es cortesía, si jamás podemos pagar nada de este local— Rueda los ojos. —¡Hey, tranquila!— Valentina niega. —¿Y porqué siempre me traen el mismo sándwich de pavo y salmón?— Acomoda su cabello nerviosa... —Es sólo un sándwich de cortesía— Le recuerda para que cambie la cara. —Todavía no se porque me fascina comer acá— Suspira dejando la carta en la mesa. Se siente tan confundida, con mezcla de sentimientos cuándo pasa por la puerta de aquél restaurante o incluso cuando ingresa, sabe porque tiene esa sensación pero la explicación no llega a su cerebro. —Porque es tu favorito, aunque todavía no lo recuerdes— Connor baja la cabeza a su celular, tras haber escuchado a la rubia. —Connor— Kol lo llama. —Y quizás jamás lo vayas a recordar...— Le da un sorbo a su whisky y hace una mueca ignorando a su amigo. ~>`)~~~~>`)~~~~>`)~~~~>`)~~~ —¿¡Estás loco!?— Ella se ríe y lo mira extrañada. —¡¿Cuál es el problema?!— Sube sus hombros y le regala una sonrisa. —¡Qué son las cuatro de la mañana connor!— Se ríe negando. —Son mis empleados— Responde el obvio, cuando le muestra las bolsas que trae Kol de su restaurante. El cual contiene los sándwich de pavo y salmón qué tan loca vuelven a Valentina y por lo cual se le antojaron a estas horas de la noche. Pero jamás estaba en su mente que fueran a comprarlos a las cuatro de la mañana, es por eso que hace una nota mental en su cerebro para guardar los comentarios de lo que se le antoja ahora que no son correctas. ~>`)~~~~>`)~~~~>`)~~~~>`)~~~ —¿Desean algo más?— Nina niega con la cabeza acompañando de una sonrisa. Siente dos ojos grises en su nuca, pero no va a darse vuelta para ver de quien se trata, porque ya lo sabe. No obstante aquella sensación de calor recorre su cuerpo... —¿Algún día vas a decirme que esta pasando Kaleb?— Su hermano deja el tenedor haciendo ruido, —No sé de qué estás hablando— Frunce sus labios, míntiendo muy bien. —Es claro que me ocultan algo— Lo mira en tono de desaprobación... —Tengamos el día en paz— Sonríe. —Bueno, como sea— Alza sus cejas desaprobando las palabras de su hermano. Un movimiento brusco se ve en las mesas cercanas, Elijah junto a dos de sus guardias y los dos guardias que acompañan en su almuerzo a ted salen disparados hacía la calle, seguidos por Ted... Nina suspira y contiene el aire en sus pulmones, no es algo muy grave porque nadie estaba cubriendo a Elijah, de lo contrario él sería al primero al que sacarían entre algodones de la locación... —Quédate acá— Ella termina de beber su copa de agua y niega con la cabeza. Su hermano se limpia la boca con su servilleta de tela y la apoya sobre la mesa con apuro mientras que mira todo el ajetreo. —Tengo que volver a la oficina, tengo un proyecto que entregar y una reunión con proveedores Kaleb— Termina de morder su emparedado y disfruta la salsa Caesar que éste tiene acomoda su cabello, tomando su cartera. —¡Que te quedes acá Valentina, ya vuelvo!— demanda molestó. —No me va a pasar nada por caminar cinco cuadras sola— Sonríe con burla, mientras que se termina de limpiar la boca con una servilleta. Kaleb acomoda su cabello con desesperación su radio suena incansablemente. —No podes irte sola Nina, por favor una vez haceme caso a lo que te pido y quédate acá, vuelve Ted y te lleva a la oficina— Se levanta amenazándola con su dedo. Sabiendo que su hermana haría todo lo contrario a su petición. —¡No!— Alza sus cejas y mueve a un lado su cabeza. —No me contradigas— La reta apretando sus puños. —¡No podes controlarlo todo!— Se acomoda su blazer y alza su barbilla enfrentando a su hermano. Coloca una mano en su cadera y la otra sobre su cabeza ignorando a los pocos comensales que quedaban. —Sos la única responsable de tus echos Valentina— La señala con su dedo y se retira a las corridas del restaurante dejándola a un lado de la mesa con las palabras en la boca. Valentina se retira con su frente en alto. Ninguna de las camionetas se encuentran en la cuadra y la ultima Jeep que ve salir arando y dejando rastro de humo por sus gomas quemadas es la de su hermano. El ruido de sus tacos hace eco en las calles lleva su cartera aferrada a su brazo con bronca, no era la primera vez que su hermano le respondía mal, pero el era el mayor, ella tenía que ser la caprichosa y él quedarse callado. —¿No te enseñaron tus hermanitos a no caminar sola?— Rueda los ojos, suspira y sigue caminando ignorando a la asquerosa voz ronca que tiene por detrás. —Claramente se confundió de persona le voy a pedir que me deje tranquila— Con su barbilla en alto sus palabras salen muy seguras. —¿Quizás lo haces de despechada porque tu novio te dejo?— Una carcajada envuelve el ambiente. Nina traga saliva y aprieta sus labios en un frunce, ella no tenía novio y jamás lo tuvo, pero no era momento de pensar en eso, quizás se estaba equivocando de persona, seguramente era lo más probable... —¡¡Hey!!— Un tirón brusco en su codo la hace jadear... Su cabello da un giro de película al chocarse cara a cara con un hombre de aproximadamente 59 años, canoso con tres anillos de rubíes en sus dedos, los cuales estaban siendo marcados en el brazo de la rubia. —Te repito que probablemente te estés equivocando de persona— Toma aire y levanta su barbilla. No se iba a dejar intimidar, esa era su mayor característica siempre la frente en alto. —Claro que no me equivoco— Ahora es cuando se arrepentía de no saber nada de la vida de sus hermanos, y no querer jamás aceptar una clase de auto defensa... Probablemente también pasaba por su mente el simple echo de no haber esperado a sus dos custodios. —¡Soltame!— El agresor ensancha su sonrisa a un lado de su cara, ella le mantiene su mirada fija. —Sos a quien busco muñeca y lamento decirte que fue muy fácil hacer que todo el equipo de seguridad que te rodea te haya dejado tan sola— Valentina achina sus ojos. —¡Soltame!— Vuelve a pedir, pero está vez ahoga un grito de dolor por el tirón en su cabello. —Incluso tu novio y hermano te dejaron— Mueve a un lado la cabeza sin quitar esa espantosa sonrisa de su rostro... Todos salieron del restaurante por una razón y ahora en su cabeza le empezaba a cerrar que había sido una distracción para que ella pelee con su hermano y se vayan por caminos separados... Aprieta sus ojos con bronca, en ese momento se odiaba, quería gritarse lo basura que era. —¿Y que estás esperando para subirme a tu camioneta y atarme?— Nina alza sus cejas y mueve su brazo libre. Dos hombres aparecen detrás de este, ella esperanzada mira hacía allí pero no eran de su equipo... —No puedo entender como con esa arrogancia seguís viva, sos igual a quienes te rodean muñeca—Aalza su mano y le pega con su revolver en la nuca. Nina cae al suelo y su cartera a un costado junto a sus esperanzas de salir ilesa de la situación. —Elijah va estar furioso— Exclama una voz conocida. ~>`)~~~~>`)~~~~>`)~~~~>`)~~~ —¡Es una maldita trampa Elijah!— Grita. Él alza sus cejas mientras baja de su camioneta. —¡LA TIENEN!— Golpea su camioneta con su puño, en su otra mano sostiene su block. —Maldicion— Murmura Kaleb. —¿¡PORQUE LA DEJASTE SOLA!?— Se abalanza sobre Kaleb, quién se queda en shock con las palabras de su guardia. —Yo... Yo... No me di cuenta Connor— Traga saliva y él morocho lo suelta con asco. Pero ahora el grandote de su custodio empuja al rubio contra su auto... Quién levantaba sus manos dejándose golpear... —¿PORQUE NO ME AVISASTE QUE TE IBAS A IR?— Golpea una vez más el capot del auto generando una abolladura en el mismo. —Separenlos— Demanda Connor mirando a Ted y Kaleb. Elijah toma su celular en el cuál tiene cinco mensajes seguidos ignora a todos y se concentra en su iphone. De: Desconocido: —"¿Me pregunto como la mantenías callada y sin responder? Aúnque admito que tiene agallas, lastima que sean respondidas con golpes"— Las venas se marcan en su cuello al ver el pequeño clip que le era enviado, quiere romper todo lo que tenga a su lado pero guarda su furia para cuando tenga cara a cara al responsable, levanta la mirada del celular chequea el panorama ya todo su equipo está frente a él. Justo detrás del restaurante donde Kol encuentra la cartera de la rubia y la trae agitándola en su mano, no quiere seguir mirando las demás imágenes, pero una se aparece nuevamente por la ventana de notificaciones la cual no puede pasar por alto. Rápidamente busca en el GPS uno de los dijes que le regaló a la rubia hace muchísimos años para usarlo para estas mismas ocasiones. Encuentra su ubicación, pero no dice ni una sola palabra de cómo lo localizó porqué aún, no confía en Kaleb, ni lo hará, su jefe de seguridad, por supuesto, que está enterado de todo y está ayudandolo rápidamente realizar el rastreo. De: Desconocido: —"Te puedo pasar el truco para mantenerla calmada... El reloj corre Connor."— De: Elijah: —"Vas a lamentar todo esto."— —Kaleb ¿vas a quedarte ahí?— Alza su ceja mientras mira en dirección a donde esta su amigo su boca esta quieta y firme en una linea recta. Guarda su celular en el bolsillo y con su otra mano libre quita su arma detrás de su espalda. —Yo voy con este imbécil— Responde Ted furiosos. —Ustedes dos en camionetas separadas— Ordena señalando a Ted y Kaleb. El primero asiente con la cabeza y recarga su arma la cual seguía en su mano mientras se encamina a su camioneta, no sin antes darle una mirada a Kaleb de desprecio, seguido de Logan. Elijah tuerce su cuello mientras lo descontractura, señala a Kaleb para que vaya con él. —Necesito que en el transcurso del camino llamen al doc y lo lleven a casa— Su jefe de seguridad asiente con la cabeza y se encamina a su auto. —Me sorprende que no estés por matarme— Traga saliva cuando se sube al auto y cierra la puerta. Connor traba las puertas y pone a ronronear el motor de su mercedes benz, sale arando seguido por sus guardias. —A mi me sorprende que sigas en shock— Rueda los ojos. —Connor...— Comienza. —Tienen a tu hermana— Le tira su celular en las piernas. Kaleb lo toma con sus ojos vidriosos y mira los cortos vídeos que le fueron enviados al morocho. —No puede ser...— Cierra los ojos. —¡Y te quedas parado sin reaccionar!— Niega con la cabeza. —Lo... Lo se— Murmura tranquilo. —Tendría que dejar que te desfigure un poco la cara Ted, no tengo todavía mucha certeza de lo que está pasando, pero si yo me entero que lo que pienso es verdad, voy a enterrarte yo mismo con mis propias manos— Tuerce su boca apretando sus nudillos al volante. Kaleb rubio traga saliva y sus manos comienzan a temblar ante la amenaza del morocho. —La deje sola— Lleva ambas manos a su cabeza y tira la misma para atrás, está empezando a decir algunas palabras más para que todo suene más realista. —Ya, no quiero que me recuerdes lo imbécil que sos— Lo frena intentando contener las ganas que tiene de lanzarse de nuevo hacia el. pero gracias a su entrenamiento, lo único que hace es mantener la mente fija en un solo objetivo que recuperar a su ex novia. —Le grite... Y la deje sola— Golpea su rodilla con su puño, saca el arma de su espalda y le saca el seguro. —Ya... Kaleb, no quiero escucharte— Murmura. Connor aprieta el volante con ambas manos hasta que sus nudillos se ponen blancos, Kaleb es un pésimo actor, pero las fotos y videos que le enviaron de Valentina son violentos. Ella está siendo lastimada y si esto lo planearon los mismos Terrens, sangre de su sangre, no se imagina el límite que tendrían si son capaces de mandar a secuestrar y golpear a su hermana. —No arruines el plan... Quiero que te mantengas callado y al margen de todo, no te das una idea de cómo la cagaron Kaleb... Se metieron con la persona equivocada— Alza sus cejas y lo mira apretando nuevamente el volante con fuerza, aquellas palabras van con doble significado. —Está bien— Titubea. Connor sonríe ante su miedo. —Vamos a matarlo primero— Suspira y gira rápidamente subiendo la camioneta al playón de lo que es un galpón abandonado. —Esto es malo...— Traga saliva. —Después la vamos a buscar... No quiero que haya nadie vivo para cuando ella salga de ahí— Apaga el motor. Se baja rápidamente de la camioneta tras haberse sacado el traje y la camisa para ponerse una camiseta negra y una campera de cuero para estar mas cómodo... Mira su reloj pulsera y vuelve a mirar nuevamente su celular son pocos los minutos que están demorando en poder buscarla... Menos de veinticinco minutos, de cualquier manera, aúnque, fueran diez minutos sería muchísimo tiempo para que ella esté en manos de esa gente, no hay que perder ni un solo segundo de ser posible. —Todos saben que no voy a tolerar un maldito error— Abre el baúl de su auto y saca tres chalecos antibalas los cuales les pasa a sus custodios.
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