ELIJAH

Rescate

Él se lo coloca por ultimo, para luego ponerse su campera nuevamente por encima.

—Entendido jefe— Responde en algunos al unísono.

—Quiero que mantengan alejando a Kaleb de Valentina— Traga saliva al mencionarla.

—Su gps dejo de funcionar hace solamente cuatro minutos, hay que ser rápidos, o lo detectaron o hay un inhibidor de señal por la zona— Ordena mirando serios a todos.

—¡¡Kol al frente con Logan y Nicolás, no pierdan de vista a Elijah!!— Ambos asienten y toman lugar en sus posiciones.

El que habla es el jefe de seguridad del equipo, Augusto.

—¿Ya tenemos acceso?— Responde Ted impaciente.

—Marcus esta en la camioneta cancelando las cámaras de seguridad, apenas nos da alerta verde entramos, pero necesitamos que todos sean rápidos, chicos no sabemos cuánto va a demorar la alarma de seguridad en avisar que estamos entrando al sistema y en que este lugar se convierte en un campo de guerra— Explica.

Todos asienten una vez más al unisono...

Kaleb tiene su mirada perdida, sus manos transpiradas y todo su cuerpo y mente lo demuestran y lo delatan cómo completamente nervioso.

Pero aquello no le interesa en absoluto a Connor, quién sabe perfectamente, desde hace algunos meses, que ellos lo están traicionando, y qué por consecuente no le interesa a ninguno de los dos Valentina.

Y lamentablemente se metieron con el diablo equivocado debido a que no hay nada que ponga de mal humor a Connor que simplemente meterse con su mujer y es exactamente lo que ellos estaban haciendo.

—¡Yo voy por Nina!— Alza su vista mientras baja la puerta del baúl...

Nadie se atreve a contradecirlo todos incluido su jefe de seguridad asienten...

—Yo me ocupo de cubrirlo— Kol es quien lo dice.

Connor le da una mirada, y con eso es más que suficiente para entenderse debido a que los dos tenía gran historia, y era certero que Kol no lo dejaría jamás ir solo a ningún lugar, por más que ese lugar implicará un peligro inminente.

Connor observa al rubio y lo señala con el dedo, mientras que su mirada es más que avasallante y temeraria. —¡Kaleb vas a tener que matarlo vos... Quiero que me traigan su maldita cabeza!— Asiente esperando a que responda de la misma manera.

Él solo puede asentir con la cabeza recorriendo todo el sudor por su cuerpo, sabiendo que era cuestión de minutos y prácticamente de días para ser descubiertos, y claramente no tenía ni la menor idea de cómo actuar al respecto, porqué parecía que el plan que estaba ideando Lucas desde hace años tenía las peores fallas del universo.

—¡Voy con vos!— Balbucea.

Connor se niega. —¡¡No hay más que decir, no me quieras ver la cara de idiota!!— Ajusta su chaleco y coloca una tercer arma en su espalda.

Kaleb, traga saliva, y baja la mirada volviendo a estar completamente avergonzado y no saliendo de ese punto.

—Tenemos acceso— Grita Marcus desde los radios.

Captando la atención de todos y dejando de lado la discusión entre Connor y Kaleb que no llegara a ningun lado de cualquier manera.

—¡¡No quiero un solo error!!— Escupe enojado.

Y es claramente porqué algo más que su vida está en juego, es su mujer, y no se va a perdonar de ningún manera que las cosas salgan mal.

No dos veces.

Augusto lo sigue y los demás se dispersan de a grupos de tres. —¡Ya escucharon al jefe!— Sisea.

No es la primera vez que él va al frente, casi siempre el trabajo sucio lo hacen los demás, pero tratándose de Nina no podía no ser el primero en darlo todo por su bienestar, teniendo la certeza de que nadie hasta incluso ni siquiera su jefe de seguridad se iba a poner a que él fuera el que comandara la misión.

Augusto le cubre cada paso que él da, su cuerpo se mueve con agilidad pero el morocho lo iguala, casi a la perfección, son gajes del oficio que se aprenden y ser hacen cada vez más fuertes pasados los años, además del entrenamiento a diario que hace de manera extrema para poder mantenerse en forma, pero por sobre todas las cosas para mantener su cabeza despejada de la desgracia que lo abraza desde hace un año y medio.

—¡Ya hay cinco dados de baja!— Aprieta su oreja mientras mira al ojigris, quién le asiente con la cabeza, acomoda su arma y sigue caminando en posición de defensa.

—Sigan caminando, vamos, vamos— Demanda concentrado en lo único que le interesa y es sacar a valentina de ahí mismo.

—No tenemos que demorar más de quince minutos Elijah. Y me está preocupando no encontrar ni un solo indicio de que ella esté acá— Su tono de voz es precavido.

Connor asiente sin llevarle la corriente. Sabe que no son lo suficientemente inteligentes como para haberse dado cuenta de que ella llevaba en una de sus pulseras Pandora un dije con GPS de precisión.

Siendo una de los as bajo la manga que se había estado guardando para cuándo ocurriera algo de aquella altura.

—¡Vamos a subir, la tienen acá!— Señala seguro unas viejas escaleras de cemento.

Dos hombres yacen en el suelo, la sangre no tarda en formar charcos.

Él lo sabe a la perfección, pero por sobre todas las cosas, lo que más anhela es poder encontrarla de inmediato, quedándose más que conforme y tranquilo ante todo de que no tiene ninguna secuela sobre lo que le está ocurriendo ahora mismo.

Es por eso la intensidad con la que se dirige hacia sus hombres y también el mismo latido de su corazón que va dirigiendo el paso de sus avances hacia la habitación para ir rastreando la zona poco a poco, pero de la manera más eficiente y ágil por sobre todas las cosas

—Kol atento, quiero que le cobran la espalda en todo momento— Murmura Augusto.

Kol sonríe de costado de manera burlona pero se mantiene... Por supuesto que completamente concentrado y por sobre todas las cosas, atento a su alrededor, lo que estaba sucediendo no era para nada uno de los ejercicios que ellos solían utilizar para entrenar sino que esto era realmente la vida real y se lo tomaba como tal.

—Estoy cubriendo— Asegura.

No había más personas en las que connor confiará que en Augusto y Kol.

Incluso, este último es el que más preocupado se encontraba respecto a la salud de su amigo, dado a que sabía que diariamente estaba ingiriendo, es por eso que no quería perderlo de vista ni un solo minuto Porque no estaba seguro de que tan sobrio se encontrará en estos momentos.

—¡Elijah!— Augusto espera su aprobación para haber escuchado que kol lo va a cubrir.

Él no hace más que suspirar y poner sus ojos en blanco.

—¡Si queres que esto sea rápido, necesito que no me des ordenes!— Elijah y Augusto corren hacía arriba, mientras este ultimo dispara a su agresor quién venia desde el costado derecho hacía ellos.

Kol les deja las espaldas limpias y los sigue cuidando su retaguardia.

—Yo creo que estoy en posición de dártelas— Le guiña un ojo divertido.

Connor no puede pensar en otra cosa que no sea Nina, por lo que no procesa nada de lo que su entorno le diga.

—¡¡Augusto!!— Kol lo regaña bajito.

Cuanto menos reglas y demandas le den a su jefe él va a estar más concentrado y su humor se va a mantener estático.

—Ll sé— Responde el más viejo de los tres.

Una batalla se desata a los alrededores de la propiedad. Y Connor está ignorando la conversación que están teniendo los dos, simplemente quiere concentrar su mente en focalizar cuánto antes en encontrar a su mujer.

Los nervios lo tenían de punta y la sensación de vacío en su pecho crecía poco a poco, pero no podía ponerse a pensar ahora mismo en como se encontraba y sentía porque eso significaba que debía de llevar su atención a otro punto y el punto de su eje estaba claramente en encontrarla fuera lo que fuera.

—¡Cierren la maldita boca que los estoy escuchando igual!— Elijah enojado apresura su paso.

Estaba verdaderamente aterrado de lo que podía llegar a pasar a valentina si llevaba un solo minuto más tarde, e incluso si se daban cuenta podrían llevársela a otra locación y eso no era algo que él fuera a permitir.

La visión a la tenía borrosa, la frente y las manos le sudaban gracias a las sustancias ingeridas durante la mañana y al mediodía, pero estaba poniendo todo de él para poder encontrarla y sacarla de ahí.

Su cuerpo estaba concentrado en un solo fin, y no se iba a dar por vencido, de ninguna manera.

No había rastros de que él jefe estuviera cerca pero eso no le iba a sacar la venganza al morocho, un pasillo y cuatro puertas es lo que ven luego de dejar sin vida al guardia que cuidaba el descanso con su ametralladora en mano.

—Tiene que ser acá— Augusto murmura esperanzado.

—Eso espero— Sisea Connor parpadeando para enfocar su vista.

El primer vigilador casi llega a alzar su voz para avisar de la llegada de ambos, Elijah es claramente más rápido y le arrebata la vida con dos tiros en su pecho, su cuerpo comienza a rodar por las escaleras, pronto le haría compañía a su compañero.

—Lento— Se burla...

El pasillo oficialmente ahora esta despejado, al fondo daba un giro y continuaba otro largo trecho, los techos parecían que se caerían en cualquier momento.

Connor esta dando todo de sí, para ser detallista, hasta en los detalles más mínimos que le pudieran dar alguna advertencia sobre el paradero de Nina, sin embargo no tiene ni la menor idea de cómo poder mantener su mente pensando con claridad y con calma por sobre todas las cosas debido a la ansiedad que recorre su cuerpo por tener esa necesidad constante de encontrarla de inmediato.

No puede tolerar si quiera ir a un psicólogo o hablar con un profesional... Pero la verdad es que desde qué había sucedido del accidente de la pérdida de la memoria de Valentina, que no podía dejar de hablar en voz alta sobre sus problemas y por sobre todas las cosas, por cómo se sentían e incluso una de las personas que siempre estaba para apoyarlo y escucharlo era Kol, y por supuesto, que su hermano, a pesar de que él no quería y no tenía ni la más mínima intención de que el menor se involucrará en sus problemas porque eso claramente lo haría verse mucho más débil.

Desde el micrófono que Augusto lleva en su oreja se oyen disparos y peleas cuerpo a cuerpo, no ignora el echo pero venían a algo y no se irían sin cumplirlo, había mucho en juego y no me gustaba nada la idea de que Elijah se expusiera de tal manera.

Pero cuando él daba una orden no había quien le pudiera decir nada.

Dos hombres salen de la puerta izquierda, Elijah arrincona sin perder el tiempo a uno y Augusto comienza a pelear con el segundo.

Mientras que Kol vigila que el pasillo no se llene de más enemigos.

—¡¿Donde esta?!— Amenaza mientras lo asfixia.

Alza su cejas al ver que el moreno de ojos verdes no formula respuesta, sólo se dedica a retorcerse bajo el frió piso de cemento en el que estaba completamente acostado, con el peso de Elijah sobre él.

—Uhm— Hace un esfuerzo por hablar pero sonrie malicioso.

—¡¿Dónde esta?!— Vuelve a decir entre dientes dándole un fuerte golpe con su cabeza.

Augusto le da una mirada reprobatoria ya que se están haciendo notar y los demás no tardarían en salir. Sin embargo, no hace más que mirar lo de esa manera y no suelta ninguna indicación por sus labios porque sabe que eso va alterar, de cualquier manera a Connor, y pondrá las cosas mucho más difíciles.

El tiempo es fundamental y no pueden olvidarse de eso ni pasarlo por alto.

El moreno alza con temblor su mano en dirección a la puerta lateral.

Connor sonrie de costado y deja que su jefe de seguridad le dispare en su frente para finalizar con su agonía.

Es tanta la ansiedad que tiene, cómo las manos le pican de una manera indescriptible, que no puede ni siquiera ser él quién lo maté, que ya se está poniendo de pie para encaminarse en la dirección en la que fue enviado.

Cuando finalmente llega a estar frente a la puerta, se podía ver por la r*****a a la rubia la cuál yace en el suelo con las mismas prendas que la había visto hoy, pero a un lado del suelo, y Valentina totalmente desalineada, con una camiseta y en ropa interior, aquella imagen tan solo puede generarle una impotencia absoluta y una rabia y dacunda recorriendo su cuerpo de arriba abajo.

La sangre caía por sus brazos y rostro... su cuello tenía marcas de manos y estaban jugando con ella dos cómplices vestidos de policías...

Traga saliva y se bloquea al verla en aquel estado, un sin fin de revoluciones y sentimientos lo comienzan a invadir, la furia es el que más predomina en ellos.

Es su mujer, es su Valentina, pero sabe que ella se encuentra en esa situación ahora mismo porque uno de sus hermanos fue un completo imbécil, o probablemente, porqué quería que ella estuviera en esta situación. Y cómo siempre sucedía para con la rubia no puede no pensar en que eso claramente es su culpa, por haberla descuidado y no haber estado sobre ella como le tendría que estar haciendo continuamente.

—¡Connor!— Kol lo intenta llamar porque puede ver perfectamente su espalda erguida y tensa, por sobre todas las cosas.

Él se congela al escuchar el ruido de sus pulseras... Traga saliva y entre abre sus labios con un completo parpadeo en sus ojos sin poder quitar la vista de su objetivo.

—Son dos— Esta completamente en trance mirándola.

Valentina llora y mueve su cabeza al costado cuando la navaja rosa su pálida piel... Sus pies tiemblan por impulso y su llanto retumbaba por la habitación, no obstante intenta no llamar de manera muy desorbitada la atención debido a que estaba más que claro de que eso podría llegar a poner de muy mal humor a sus secuestradores.

—¡No mires atrás!— Ordena el grandote mientras le quita el seguro a su arma.

Elijah asiente rodeando los ojos, sabe que para eso le paga pero cuando se trata de algo tan personal para él no quiere que nadie le de ordenes.

Aúnque si no hubiera sido por sus palabras él seguiría estando en trance mirándola, los disparos en el piso de abajo cesan, pero aún no se han dado cuenta en este piso, lo cuál les resulta extraño o demasiado fácil.

De igual manera, aquello no importa... Porqué el único objetivo que interesa ahora mismo es sacar a Valentina de ese lugar.

Traga saliva en seco cuándo logra escabullirse un poco más a la oscura habitación sin ser visto, solo el reflejo de la ventana y el sol ocultándose llenaban el lugar con luz.

Incluso, desde su ubicación tiene una mejor apreciación de su mujer cómo o de quién fue la misma, Nina se encuentra mordiendo su labio inferior y temblando ante la navaja que tenía frente a su rostro, esta verdaderamente aterrada de lo que esta sufriendo y se lamentaba una y otra vez no haberse quedado en ese maldito restaurante.

—Es ella— Traga saliva.

Augusto le hace señas para que se dividan, siendo unos aproximadamente, siete más en el segundo piso y ellos solamente tres, deben de tener un plan rápido y efectivo.

Elijah no lo medita, solo asiente con la cabeza, del solo echo de seguir viendo cómo tienen sus manos sobre su cuerpo hace que todo su sistema nervioso se quiebre en cuestiones de segundos.

—¡Maldito hijo de perra!— Su mandíbula se traba.

La ira se apodera de cuerpo y es capaz de desmantelar el lugar con tal de verla alejada de esos nefastos hombres.

—¡Sacala de acá connor!— Kol le da el empujón que su amigo necesita.

Lleva su mano a su boca y limpia la comisura de sus labios con sus dedos, Augusto se ve atrapado por dos manos gruesas que lo toman por detrás.

Elijah toma eso como su boleto de entrada y se adentra en la habitación, sonríe de costado cuando los dos rubios se dan vuelta a mirarlo...

—¡Lamento decirles que se les acabó la diversión señores!— Traba la puerta de una patada y les hace señas para que se acerquen a él.

—El jefe dijo que vendrías... Llegaste rápido— Anuncia uno mientras lo incitaba a pelear, el otro, aún, tiene a Nina tomada del brazo...

—¡Tu jefe ya está muerto imbécil!— Murmura con una sonrisa lasciva de costado.

Elijah aprieta sus labios cuando cruza la mirada con ella, al ver un rostro conocido sus ojos por un momento parecieron iluminarse, pero no era la mirada que esperaba encontrarse él, ella seguía sin reconocerlo, pero si recordaría que la estaba salvando.

—¡El jefe seguirá buscándote!— Sonríe aquél hombre disfrazado de policía.

Valentina suelta un solloro y baja la mirada aterrada de lo que estaba pasando, no tenía fe sobre Connor, y no esperaba que el pudiera revertir la situación.

—Yo soy el jefe— Les guiña un ojo y no tarda más de veinticinco segundos en torcer el cuello del más bajo dejándolo completamente inconsciente y muerto en el suelo, le hace una seña con la mano al que aún tiene a Nina...

—¡Maldito!— Se queja apretando más el cuchillo en su piel.

—¡Llegas a hacerle una sola marca más, y voy a hacer que tu muerte sea la más dolorosa!— Amenaza.

Este la suelta con una sonrisa pervertida y toca un botón antipanico que deja caer, sonríe de costado. —Perdiste Elijah...— Se abalanza contra él a toda velocidad.

Nina no puede mantener su cabeza elevada, ya qué son los muchos los golpes que su cuerpo lleva y el último pequeño corte que le generó en su piel hace que ella se deje vencer hacia la oscuridad.

—¡No van a salir vivos de acá!— Sonríe.

Connor golpea las costillas de su contrincante dándole ventaja para alejarse —¡Vos seguro que no!— Sisea.

Su arma yace a un metro de su alcance, pero no la necesita, saca su navaja y hace cuatro cortes en la parte lateral de su nuca, la sangre salpica las sucias y viejas paredes que en su momento debieron de ser blancas, el cuerpo inerte da los últimos espasmos cuando el morocho retira por ultima vez el filo de la piel.

Nina grita un pequeño gemido de manera ahogada y se acurruca aun más de lo que ya está sobre ella misma...

Él guarda el cuchillo en su bolsillo, recoge su arma y se aproxima a ella rápidamente.

—¡¡Sh... ya está... sh...!!— Asegura mientras se pone a su altura y retira de nuevo su cuchillo del bolsillo para cortar los precintos de plástico que atan y marcan sus pies y manos.

No tiene la menor idea de cómo puede estar hablándole de manera normal sin entrar en pánico sin embargo sabe que está actuando por pura adrenalina, Y por supuesto que con el claro objetivo de sacarla de allí de inmediato.

—¿Está... Están muertos?— Pregunta con su vista en los cuerpos inertes.

Acaricia su rostro y quita el cabello de su cara con delicadeza y a la vez con rapidez, un alivio increíble crece en su pecho al tenerla entre sus brazos y con vida... Ni siquiera se da cuenta de la gloria que tiene en sus manos al poder estar acariciando su piel una vez más.

—Si— Ella toma sus muñecas mientras se las acaricia.

La poca sangre que le permitia pasar por sus venas estaba siendo expulsada por las propias heridas de la zona...

—Eso...— Susurra.

Él se mueve rápido y Valentina lo mira tragando saliva sin poder coordinar las ideas en su cabeza.

Sus ojos se cierran y abren lentamente, su cabeza parece pesar más que su propio cuerpo, él la toma de la nuca y palmea su pierna...

—Nina, no te duermas... tenés que aguantar un poco más y ya salimos de acá... ¡¡Hey!!— Aprieta su mandíbula.

Verla así saca lo peor de él y toda clase de venganzas se acumulan por su mente, una peor que la otra.

—¿Uhmm?— Susurra casi que en la inconciencia.

—¡¡Voy a ponerte el chaleco antibalas, y nos vamos a ir!!— Le explica mientras deja a un costado su campera con brusquedad y rapidez para comenzar a desabrochar el chaleco.

—Es pesado...— Se queja al prestar atención al chaleco que sigue en su cuerpo.

Traga saliva en seco y pasa una mano por su cara cuándo ve el sostén de la rubia al descubierto, sus ojos se llenan de ira, sus venas comienzan a notarse en brazos y cuello.

—¿Te tocaron?— Cuestiona mientras coloca el chaleco en su pequeño cuerpo.

Pasa por alto las mueca de dolor que ella pone, sabe perfectamente que le duele pero la alarma que acaba de sonar hace tres segundos no le da buena espina, por lo que intenta ser lo más rápido que su cuerpo se lo permite teniéndola a ella enfrente y en las condiciones dadas.

Aprieta bien los abrojos y coloca su campera sobre sus hombros para que esté más cubierta, detestaba la idea de sacarla prácticamente desnuda, pero la campera le tapa su pecho y eso lo deja más calmado mentalmente.

Aúnque claramente nada estaba en calma en su interior.

—¿DONDE MIERDA ESTAS, ELIJAH?— Augusto grita por la propiedad,

—¡Aún en la habitación!— Exclama tenso.

—¡TENEMOS QUE IRNOS, CÓDIGO AZUL, CÓDIGO AZUL!— Demanda.

Connor aprieta sus dientes.

Nina lo mira con sus ojos vidriosos, él le brinda una rápida mirada tranquilizadora.

—¡Respondeme Nina!— Palmea su rostro.

Ella niega con la cabeza, él le coloca las mangas de su campera de cuero con esfuerzo y poca delicadeza y la alarma vuelve a sonar, un estruendo se escucha fuera de la habitación y el retumbar de la propiedad.

Elijah niega, Augusto lo esta llamando por la cucaracha que perdió hace rato.

—¡¡HAY QUE IRNOS!!— No tiene tiempo de sacar su handie del pantalón para responder.

La toma en brazos sin esfuerzo alguno y salen de la asquerosa habitación.

Valentina no se aferra a él, su cuerpo se encuentra desmayado ante sus fuertes brazos.

—¡SALGAN, ES UNA TRAMPA!— Grita Augusto en el piso de abajo moviendo a su gente.

—¡¿Elijah?!— Pregunta preocupado Kol.

—SALGAN QUE VA A EXPLOTAR— Vuelve a gritar.

—¿¡DONDE CARAJOS ESTA CONNOR?!— Grita Kol aterrado.

—¡Bajando!— Responde simplemente.

Augusto ve llegar a Elijah y su rostro se tranquiliza al igual que el de Kol, mientras ambos se dirigen a la salida, casi que corriendo...

Connor le da una mirada de asentimiento a medida que van saliendo todos

—¡¡SUBAN LAS ARMAS A LA CAMIONETA Y ACCIONEN LA RUTA PLANEADA!!— Ordena Augusto.

Los últimos hombres de Elijah salen de la propiedad con cajas cargadas de armas.

De una manera u otra sus chicos se habían cobrado su propia venganza y eso lo orgullecía, una ultima alarma resuena y las bombas se escuchan cada vez más cercana, cuando aún, no terminan de pasar el portón que los separa hacía el parque, la propiedad comienza a derrumbarse.

Elijah corre el ultimo tramo hasta que la inercia de la explosión lo tira al suelo junto con Nina, quién es cubierta por su cuerpo y brazos.

—¡Mierda, maldito desgraciado!— Sisea.

Valentina abre sus ojos lentamente por el impacto y sus palabras. El impacto contra el pasto la trajo de nuevo a la realidad pero su cuerpo no aguantaría mucho más con conciencia...

—Ouch..— Murmura y Connor sonríe por eso.

—¿Estás bien?— Traga saliva por la cercanía.

Había olvidado la sensación de sentirla en sus brazos. Era algo embriagador.

—¡HAY QUE IRNOS, ESTO VA A VOLVER A EXPLOTAR!— Grita una vez más Augusto.

El mismo ya se había recompuesto más rápido que ninguno, mientras hace señas a sus autos para que se retiren, todos conocen el protocolo de a quien deben de cuidar, pero si la orden esta dada deben irse, resguardarse en donde se les indico y esperar a que la camioneta que lleva al jefe pase por su lado para seguir con los procedimientos de siempre.

Entre el humo se ve gritar a Kaleb, viene corriendo hacía ellos, Augusto ayuda a Elijah a levantarse, este hace una mueca con su rostro, su brazo sangra.

Un fierro se atravesó durante la explosión toma a Nina en brazos y corrobora que su rostro no haya sufrido más daños.

Kaleb se acerca a ellos con su rostro goteando sangre, ayuda a Augusto a caminar hacia el auto de Connor y hacia la última camioneta que queda.

Elijah no suelta a Valentina por nada del mundo, corre lo más rápido que puede y la deposita en el asiento del copiloto de su auto con la ayuda de Kol, quién le coloca el cinturón de seguridad para que su jefe llegue más rápido al asiento del piloto, gracias a eso, Connor toma rápidamente asiento.

Mientras que Kaleb se dirige junto al jefe de seguridad de Connor hacia la última camioneta, ya que apenas llegó a un lado de Connor se dio cuenta que él no le iba a dar a su hermana y prefería evitar que las cosas se pusieran peor y seguir las reglas como las estaba dictando su amigo y su ex cuñado,

—¿Podes manejar?— Demanda Kol.

Connor asiente mientras que cierra rápidamente la puerta del piloto de su auto.

—Te veo en casa Kol— Afirma.

El aludido palmea la chapa y se va corriendo hacia la camioneta que espera detrás de él.

Augusto conduce con su mirada en el espejo retrovisor y su arma reposando alerta en sus muslos, al igual que Kol quien decidió ir en el asiento trasero para mantener a Kaleb vigilado en caso de que quisiera hacer una de las suyas.

Adelante de el va el auto del Connor y todos están pendientes de eso...

—Estás a salvo vida... Siempre lo vas a estar conmigo— Sabe perfectamente que ella no lo puede escuchar por qué luego de que la levantó en brazos en la última explosión se había desvanecido de nuevo...

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—¿Estás bien?— Sólo mira preocupada analizando su rostro de arriba abajo mirando encontrar alguna pequeña mueca de lastimadura o de sangre que tenga él en su rostro.

Connor se rie tiernamente y acaricia su nunca dándole un beso en su frente.

—Estoy bien vida, intentaban asustarnos, de igual manera no hay nada que a mí me asuste— Ella sonríe soltando el aire contenido y aprieta sus labios antes las palabras que le dice.

Connor rueda los ojos arrepintiéndose un poco de sus palabras.

—¿Qué sucede?— Pregunta extrañada por el gesto en su rostro.

—Si hay algo en realidad... Pero no voy a dejar que eso pase nunca— Vuelve a acariciar su mejilla y a cerrar sus ojos ante el tacto con la suave piel de la rubia.

—¡Estaba muy asustada, Alec me dijo que no podía llamarte y que esperar a que te comunicaras conmigo, el reporte del aeropuerto decía que había un jet que había explotado... Yo no sabía qué hacer!— Suelta el aire contenido en sus pulmones hablando de manera muy agitada y la mira con sus grandes ojos azulados.

Él puede ver lágrimas a punto de salir de sus ojos.

Apenas aterrizaron y bajaron, él fue directamente a su encuentro, porqué su hermano le había anunciado lo preocupada e inquieta que se encontraba Valentina acerca de su paradero.

—No quiero involucrarte en el tema y qué vayamos a la raíz de lo que pasó, te prometo que estás segura conmigo, nunca te voy a dejar sola, mi vida iría primero que la tuya ante cualquier circunstancia— Relame sus labios.

Ella no lo sabía, pero él estaba diciendo absolutamente la verdad.

Por más que ya no siguieran juntos él no podía dejarla fuera de su vida...

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—No podría perderte— Bufa apretando sus manos en el volante,

—¡Maldición!— La adrenalina que le dio la cocaína, ahora está bajando.

Su brazo quema y su cerebro está licuado de pensamiento, sin embargo sigue manejando...

—No de nuevo, prefiero que no me recuerdes nunca a perderte...— Se queja y niega corroborando que ella sigue desmayada, coloca dos dedos en su cuello para corroborar sus pulsaciones.

—¡Solo un poco más vida, aguanta un poco más!— Pisa el acelerador a fondo a igual ritmo que va su corazón.