Capítulo 1

1476 Words
Capítulo 1 Tiempo después... —Usted queda seleccionada, señorita Gray. Tiene un bello portafolio de fotografías y sin duda, su rostro llegara muy lejos. Sonreí, sin poder evitar embozar una. Mordí mi labio inferior para tratar de ocultar mi felicidad. Me levanté de mi asiento, alisándome un poco la falda tubo negra con mis dedos nerviosos y le estreché la mano Mirtha Johnson, quien se encontraba detrás de un escritorio de madera oscura. Ella se levantó de su asiento para estrechar mi mano aún más fuerte. Nos soltamos. La directora de la agencia de modelo más prestigiosa de Miami había publicado un anuncio en los que requerian caras nuevas para diversas publicidades. Apenas me enteré de la noticia, no tardé en realizar una sesión de fotos para un portafolios y presentarlo yo mismo. Mi rostro fue el detonante para que tuviera una entrevista cara a cara con ella. Era bajita, de cabello n***o por encima de los hombros y lucía un delicado atuendo color celeste pastel: una chaqueta y un pantalón largo. Tenía un maquillaje bastante natural y suavizado. —Esta tarde, a las cinco y media, le realizaremos unas fotografías nosotros mismos para poder tener fotos suyas con nuestra marca de agua. Ya sabe, fotos que solo la agencia tendrá—me avisó. Asentí, con una sonrisa. —A las cinco y media estoy aquí —confirmé, tomando mi bolso de mano y mi abrigo de color marrón claro que me llegaba hasta las rodillas. Me despedí nuevamente con otro saludo de mano y salí de aquella oficina con vista a los edificios de la ciudad y al magnifico cielo azul que se extendía en el gigante ventanal. Me subí al ascensor apenas se abrieron las puertas de par en par y toqué el botón que me llevaba al piso principal. Estaba sola, genial. Me situé en el medio, escuchando únicamente el sonido de mis tacos contra el piso de este. Mi reflejo se vio en los tres espejos de las tres paredes del elevador. Puse mi bolso de mano entre mis piernas y comencé a peinar mi cabello rubio con los dedos de mis manos. El cabello me llegaba hasta la cintura, había crecido muchísimo. Tenía ganas de cortarlo...pero no era capaz de hacerlo. No sabiendo que así me veía la última vez que..., no. Así estaba bien, así se quedaría. Tenía una franela blanca que era ajustada al cuerpo y de cierta forma, alzaba mis pechos. Me gustaba. La vi como mi favorita. El color blanco me gustaba en toda prenda de ropa, me hacía recordar a mi madre. Ella era fanática de las prendas claras y creo que, de cierta forma, había heredado eso de ella. Todo me recordaba a Afrodita. El ascensor se detuvo y otra vez las puertas se abrieron. Sali a la recepción de la entrada y me despedí de la recepcionista con un saludo de mano cordial acompañado de una sonrisa. Crucé la puerta giratoria y al instante me sentí super sofocada por el intenso calor que me había pegado una bofetada. ¡Pero si la mañana se encontraba fresca! Miré mi reloj de muñeca y ya eran las 11:13 A.M. Había llegado a la entrevista a las nueve de la mañana. Había durado muchísimo. Creo que estaban muy interesados en mí como para tenerme esas horas. Me saqué el abrigo y lo colgué en mi hombro mientras caminaba por la acera en dirección hacia la parada de autobús que me llevaba hasta mi apartamento. No quería recordar mi pasado que aún pisoteaba mis talones, como si fuera obligatorio para mi mente recordarme todo aquel calvario que alguna vez pasé. No, el día estaba hermoso y debía tener pensamientos positivos. Todo marcharía bien, todo estaría bien si mi mente era gentil conmigo y la callaba con un día en la playa. Había pausado mis estudios universitarios por lo menos hasta que me sienta segura de lo que haría conmigo misma. Trabajaría como modelo porque me gustaría ver mi rostro en las portadas de revistas, en la televisión, donde fuera. No sabía lo que quería hasta que esa opción me resultó reconfortante como para mantener mi cabeza ocupada y no pensar en... Miré a mi alrededor. Era hermoso ver a personas en bikini patinando en el sofocante verano. Varios paseaban a su perro, otros salían a correr. Varios hombres musculosos sin playera y con pantalones cortos pasaban y me miraban, desnudándome con los ojos. Yo los ignoraba, fingía que no los veía cuando sí me daba cuenta. Dios, que calor. Necesitaba una botella con agua helada y una ducha urgente. Antes el sexo para mí era un escape. Pero actualmente, no me sentía lista y tampoco se me cruzaba por la cabeza tener algo con alguien. Acostarme con personas EQUIVOCADAS en el pasado me habían dejado un mal sabor en la boca y la conciencia intranquila. Habían pasado dos años y los veintidós años no me habían sacado ninguna arruga. Me reí, por supuesto que eso jamás pasaría. Tendría el rostro de mi madre para siempre, aunque eso nadie podía confirmármelo. Si algún día mi madre me visitaba, se lo preguntaría. Sólo deseaba recordarlo y así, sacarme aquella duda. Llegué a la parada de autobuses y me senté en ese banquito que estaba super caliente por el sol. Decidí ponerme de pie o mi pompi se quemaría y una horrible marca tendría. Oh, una rima. ¿El verano me ponía estúpida o estaba de un humor fantástico? Abrí la puerta de mi apartamento ubicado en el segundo piso. Era un edificio bonito y simple. Los vecinos eran super agradables y cada vez que salía alguien, nos ofrecíamos para estar atentos y así, cuidar de nuestros hogares. Mi puerta tenía el numero diecisiete en dorado. Abrí la puerta luego de buscar mis llaves en mi bolso. Apenas entré, me liberé de los zapatos dejándolos a un costado de la entrada y cerré la puerta. Me sentí pequeña al instante, esos zapatos me habían dejado unas horribles ampollas. Maldito calor. Prendí el aire acondicionado que ya estaba incluido en el alojamiento y al instante el calor del cuerpo ya empezaba a disiparse. Puse un poco de música para no sentirme tan sola y así, acallar mis pensamientos un rato. Corrí las cortinas de lado a lado. Mi ventanal tenía vista a la playa y eso me tenía enamorada cada vez que la veía. No dude en alquilar el sitio en cuanto conocí lo que podría observar cada mañana. Lo que podía reconfortarme. Tenía una pequeña terraza con barandal firme de cemento color blanco que me llegaba a la cintura. Había comprado una mesa de vidrio redonda y pequeña para poder tomar mi desayuno o lo que quisiera al aire libre, pero hacia tanto calor que ni se me ocurrió hacerlo. No quería morir calcinada por el puto sol. Me había mudado de New York con la intención de alejarme de todo lo que me recordaba a él. New York era igual que su nombre y apellido. Tan sólo pensarlo se empañaban mis ojos y una roca gigante en la garganta se instalaba para no deshacerse por horas. Desconocía qué había ocurrido con el padre y la madre de él. Desconocía todo su entorno y no me interesaba en absoluto saberlo. No después de todo lo que viví. No quería pasar por ello otra vez. Corté todo tipo de contacto con New York, incluyendo a Adam. Luego de enterarme el lazo que nos unía, me alejé para siempre y no quiero saber nada de él. No después de lo que pasó. No después... Luego de una agradable ducha y colocarme ropa cómoda que consistía en un short de jeans corto y la parte de arriba de un bikini, preparé un té con leche y unas tostadas untadas con queso untable y varios frutos secos encima. Había desayunado, pero el hambre me había golpeado otra vez. Sentada frente al televisor en mi sillón y con la comida encima de la mesa ratona, me quedé mirando la tostada que tenía en mi mano más de la cuenta. No era normal que comiera tanto. Últimamente me apasionaba la comida más que nunca. Tenía antojos por cosas que jamás comí. No. Dejé la tostada en el plato al instante, meneando con la cabeza. No. No era posible. No ahora por favor, yo no estaba lista. Nunca lo estuve. ... Hola, soy Florencia Tom, escritora de este libro y quiero agradecerte por quedarte enganchada con este capitulo. No te olvides por favor de darle un corazoncito y compartir esta historia con aquella persona que quiera sentir lo mismo que tú con esta historia!¿Quieres continuar leyendo esta historia?¡Desliza hacía abajo y continua disfrutando de esta historia!¡No olvides visitar mi perfil y encontrar nuevos libros escritos por mí!¡Beso grande, te quiero!   
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD