Mara y el más allá

Capítulo 17

Dejé los papeles firmados a un lado mientras me tomo un sorbo de café, no estaba segura de si había dormido bien la noche anterior. Me había recetado algún tipo de medicina para dormir, supuestamente estaba sufriendo de fatiga y lo creía. Compartir cuerpo con otra alma podía ser bastante desgastante, me ha llevado a renovar mi alijo de collares especiales, intenté reforzar aquella herramienta con el uso de anillos y otros accesorios. Porque cada vez que salía por la puerta no dejaba de imaginar qué podría encontrarme con un fantasma que intentaría aprovecharse de mí, problemente estaba esforzando demasiado por lo imposible. Pero mi padre también había puesto mucho esfuerzo en ello, aunque el mundo parecía ser un caos con todo el asunto de la muerte de la señora Ruth.

—¿Qué fue lo que dijo? —me pregunté de repente en voz alta, aún no lograba recordar que había pasado aquel día en que perdí el conocimiento luego de verla, estaba segura que ella deseaba darme un mensaje. Me molestaba sobremanera no poder recordar de qué trataba, podía sentir que se trataba de algo muy importante y debía recordarlo pronto para poder seguir adelante o proteger a los míos. Me detuve ante aquel pensamiento porque ni siquiera estaba segura de cuál era la importancia de lo que había dicho la mujer, pero por alguna razón la mente me estaba dando respuestas de forma inesperada.

—¿Qué es lo que está susurrando? —pregunto mi hermano Mason, no había notado que había llegado a la oficina.

—Nada de importancia —le dije y me levanté para saludarlo —. ¿Qué te trae por aquí?

—Papá quería que viera si estabas bien, le preocupa un poco que estés sola... —me dijo y empezó a buscar asiento para estar cerca de mí —. Traje mi computadora, así podré revisar un poco mis cosas mientras te observo...

Lo miré sorprendida mientras tomó asiento y se acomodó él solo, me dijo de pie esperando por un abrazo alguna especie de saludo que nunca llegó, así era mi hermano viviendo siempre en su cabeza. Por lo tanto me regresé al escritorio sin dejar de mirarlo como si fuera desaparecer en cualquier momento, pero él no se volvió a verme ni una sola vez. Así que me concentre de nuevo en los papeles frente a mí y digite algunas cosas en la computadora, esperé a que el tiempo pasar a poco a poco para hablar un poco más con él cuando hubiera terminado todos mis asuntos.

—¿Acaso Caleb también te dijo algo? —pregunte cuando ya había terminado, dejé mi espalda relajarse y lo miré fijamente de nuevo.

—Bueno, la verdad es que él fue quien me envió un mensaje de texto diciéndome que no iba a estar durante unas horas y quería que alguien te hiciera compañía —confesó sin mirarme, sus ojos estaban puestos en lo que sea que tenía frente a él en la computadora.

Al escuchar que Caleb había hecho tal cosa más corazón se llenó de calidez, era claro que yo era muy importante para él. Con esa pensamiento en mente terminé lo que estaba haciendo y me levanté de mi puesto de trabajo, estaba lista para salir por un momento.

—¿A dónde vas? —preguntó mi hermano.

—Vamos a hacer compras —le dije, y me miró bastante consternado.

—Eso es lo peor que te puede decir una mujer —se quejó y me reí de él, siempre actuando demasiado trágico.

—No exageres, simplemente quiero comprar un regalo —le dije.

—Mientras no sea ropa interior —se burló un poco.

Salimos de la oficina poco después , estaba feliz y que mi hermano hubiera venido en el auto de nuestro padre, así pudimos ir rápidamente a la tienda que quería. Se trataba de un lugar donde vendían ropa de hombre de muy buena calidad, no era ningún tipo de marca reconocida, pero aún así tenía buena fama ya que la ropa era de puro algodón. Busqué algunas camisas para Caleb y también algunas para mi hermano, me tomo mucho tiempo elegir lo adecuado porque no quería cualquier color. Mi hermano se rió cuando fui al área de camisetas hawaianas, mientras yo pensaba que sería bueno para todos realizar un viaje dentro de poco.

—¿no te gustaría ir a Hawai? —le pregunté de repente mientras eres segurola un poco del estilo con su expresión un poco seria y sarcástica, la pregunta lo tomo por sorpresa y me miro un poco emocionado.

—¿Estamos planeando un viaje familiar? Hace mucho que no tenemos uno así que estoy a bordo sí lo dices en serio —me dijo intentando contener la emoción en su voz, mi hermano siempre se ha caracterizado por intentar mostrarse como un hombre bastante serio y pensativo, pero aún sigue siendo bastante joven y se emociona fácilmente.

—Definitivamente deberíamos tener un viaje familiar —dije con una sonrisa y tomé unas cuantas camisas hawaianas —. ¿te gustaría algún color en particular? —le pregunté a mi hermano.

—Definitivamente no la naranja —dijo al ver que la sostenía en mi mano, inmediato lasarte al sentir la advertencia en su voz.

—Qué aguafiestas —me burlé de él y decidí seguir buscando.

Estuvimos ahí por casi una hora mientras buscaba entre los estantes y las secciones de la tienda, luego decidí regresar a la oficina y vi que Caleb ya estaba allí porque en el estacionamiento vi su auto. Mi hermano me miró pensativo como diciendo que ya no había caso para qué se quedará conmigo, así que me preguntó sí quería qué se llevará alguna de las bolsas de las compras a casa. Me apresure a dividir las prendas de vestir para que se llevará la bolsa que pertenecía a mis hermanos y a mi padre, nos encontrábamos en aquella actividad cuando escuchamos que alguien nos llamaba.

—¿escuchaste eso? —le pregunté y ambos nos volvimos y miramos alrededor buscando el origen.

En ese momento alguien nos llamo de nuevo y mi hermano simplemente asintió de acuerdo, y también estaba escuchando aquellas voces que insistían en decir nuestros nombres. entonces nos miramos perplejos el uno al otro sin saber que pensar exactamente, en nuestras mentes analiza vamos si se trataba de algo peligroso o si algunos espíritus querían jugar con nosotros. Luego mi hermano tomo las bolsas y las puso de vuelta en el auto, parecía bastante decidido a descubrir qué estaba pasando.

—Vamos —me dijo con semblante serio y tomó mi mano, entonces recordé cuando éramos pequeños y viaje de vuelta aquel momento en que nos encontrábamos en el lago, porque tuve una sensación parecida qué me advirtió que algo estaba apunto de pasar.

Caminamos a lo largo del estacionamiento hasta que escuchamos el ruido de una puerta que se movía entreabierta, cualquiera podría pensar que el viento la movía y que algo la mantenía atascada, razón por la cual no lo graba cerrarse del todo. Miré los anuncios informativos y la señalización, trataba de una zona solamente para empleados, en el cuarto de la maquinaria eléctrica y por tanto se debía tener mucho cuidado. Detuve el avanzó de mi hermano entonces con la sensación de que no debíamos entrar allí, él me miró dubitativo sin saber qué hacer con su gran curiosidad.

—¿Qué ocurre? —me preguntó, aunque ya sabía la respuesta porque yo también podía sentir qué había algo peligroso.

—Creo que debemos irnos —le dije y el miro entre la puerta y mis ojos.

—Quisiera irme pero algo me dice que debemos investigar, es algo que está dentro de tu edificio de trabajo y se me hace bastante sospechoso, no quisiera que algún espíritu encontrará hospedaje en este lugar —explicó lo que había analizado de la situación.

Sabía que tenía razón y por eso decidí retomar el camino hacia la puerta entreabierta, tomé la delantera porque no deseaba que algo le pasara mi hermano, y si no fuera porque lo tomé por sorpresa él no lo hubiera permitido. Finalmente abrimos la puerta con demasiada facilidad para nuestra sorpresa, en ese momento fue demasiado obvio que algo nos estaba atrayendo a ese lugar. La habitación estaba oscura así que Mason Busco el interruptor a tientas en la pared contigua a la puerta, lo encontró al poco tiempo pero la luz se encendió de forma intermitente.

—Se están esforzando en la ambientación —comentó el un poco nervioso pero burlándose de ellos.

Le di una mirada de advertencia para que se callara, no queríamos molestar a los espíritus antes de siquiera haberlos abordado. Él evito mi mirada y se enfoco en mirar alrededor en busca de alguna pista, aunque solamente podíamos ver cables enredados y entrecruzados de forma interminable. La habitación era larga y cuando vi lo que supuse era el final, me di cuenta que se conectaba con otras habitaciones. Es que a fin de cuentas nos encontrábamos en lo que a mi parecer era el cerebro de todo el edificio, sin este lugar nada funcionaría y por tanto solamente se permite el acceso de personal específico.

—No toques nada —le dije a mi hermano un poco asustada ante la inmensidad de lo que se encontraba frente a nosotros.

—Obviamente no voy a tocar nada —se quejó empezó a caminar hacia el final de la habitación —, ¿te has dado cuenta que no nos han llamado de nuevo?

—Debe ser porque ya nos tienen donde querían —concluí, y empecé a caminar también hacia el final de la habitación.

En el lugar podíamos sentir y escuchar la vibración de la energía pasando por los cables, como electricidad contenida a nuestro alrededor que intentaba deslizarse por pequeños agujeros o ranuras, hasta llegar a nuestros cuerpos y sacudir os un poco. Ingresamos a la siguiente habitación, y el sonido de chispas llamó mi atención, entonces moví mi cabeza para encontrar el origen. Me quedé contemplando un grupo de cables rotos que asustarían a cualquiera dentro del lugar, en ese momento mi respiración fue un poco más rápido con nerviosismo.

—Mara... Hermana, mira esto —insistió mi hermano y le volví a él con los ojos abiertos de par en par, estaba asustada de que pudiera ocurrir un corto circuito con nosotros ahí.

—Creo que deberíamos...

—También lo han hecho aquí —dijo rápidamente, señalando un lugar.

Junté un poco de valor y fui hacia el lugar que señalaba, porque unas mesas y computadoras me obstaculizaban la vista. Entonces, ví las ratas muertas y el pequeño círculo de sangre a su alrededor, como también pude observar las fotos quemadas. Al mirar de cerca detallé cosas familiares en dos fotos de las cinco presentes.

—¿Pasa algo? —me preguntó Mason con voz sería, mientras se iba a la entrada de la tercera habitación de máquinas ,—. ¿Encontraste algo? —reformuló la pregunta.

Un escalofrío atravesó mi cuerpo y di un vistazo atrás rápidamente, justo cuando pronunciaba el nombre de mi hermano. Mis ojos se encontraron con el recolectar de almas que ocultaba su rostro bajo la túnica. Allí comprendí lo que pasaría demasiado tarde para hacer algo, pero me fui corriendo hacia Mason sin pensar de forma negativa, aunque se sintiera demasiado lejos de mi alcance.

—¡Mason! —grité y él se volvió a verme de inmediato —. La foto —intenté decirle —, tu foto... —, no tenía forma de hacer la explicación lo suficientemente rápido, pero ví en sus ojos que comprendió de inmediato lo que intentaba decir, y su boca se movió para dejar salir una gran maldición que no logré comprender, esa fue la última vez que hablamos antes de la explosión y el caos que siguió después.