Capítulo 4

1073 Words
Caleb nos encontró allí a las dos mirándonos la una a la otra con la sensación de qué nos mirábamos como una amenaza, y como todo ser humano no pude evitar llenarme de dudas. Él puedo sentir la tensión en el ambiente de inmediato y empezó a caminar hacia mí, y aunque caminaba en mi dirección sus ojos estaban fijos en ella por alguna razón. —Te he estado buscando —me dijo con cuidado —, ¿ha pasado algo? —preguntó con cuidado y lleno de curiosidad. —Solamente recordaba el pasado así que intercambié algunas historias con Mara, ella me encontró merodeando aquí sola —dijo Charlotte en espera de una reacción por parte de él. —Lo siento, no tuve la oportunidad de preguntarte cómo te encontrabas, debe ser difícil para ti estar aquí —se disculpó Caleb un poco apenado por la situación. —Estoy mucho mejor ahora —dijo ella un poco más seria. Caleb asintió ante su respuesta un poco aliviado y se volvió a mí de nuevo, puso sus manos en mis hombros a modo de darme un poco de confianza en la situación. —Lo siento si los he incomodado un poco hoy, solamente quería dar una pequeña caminata, pero ahora me doy cuenta que es momento para que me vaya, estaremos en contacto para los futuros negocios —dijo Charlotte retomando la atención de nuevo, y procedió a marcharse. —No sabía que ella vendría —me dijo cuando ya Charlotte se había ido. —No, está bien, es algo que iba a pasar en cualquier momento, tu ex-prometida era un tema de conversación que iba a regresar a nuestras vidas sin importar cuánto intentáramos evitar hablar de ello —le dije para tranquilizarlo, pero eso lo puso bastante incómodo. —Desearía que no fuera así —dijo, y entonces también miró hacia el pasillo como si fuera ver un fantasma emerger de allí, aunque sabíamos que todo había terminado aún permanecía aquella extraña sensación de que todo podría volver a repetirse. En ese momento también miré al pasillo y creí ver una sombra pasar, luego le di una mirada a él para saber si también había visto lo mismo o me lo había imaginado. Caleb estaba bastante calmado, el no había visto lo que yo había visto. —¿Estás bien? —me preguntó al verme actuar un poco extraño. Intenté asegurarle que lo estaba aunque simplemente terminé mintiendo, entonces le pedí que regresara porque yo aún tenía cosas por hacer y no podía ir con él. Caleb dudo por un momento si dejarme sola o no, pero el trabajo lo llamaba así que se marchó con vacilación. Cuando ya no podía verlo empecé a caminar por el pasillo hasta llegar al final, allí el camino se interrumpía y también se dividía en dos, y mi destino era ir hacia la izquierda. No vi a nadie allí caminando ni siquiera escuché un solo ruido, sin embargo persistí en continuar el camino hasta asegurarme que estaba completamente vacío. Me tomó cinco minutos llegar al otro lado con paso firme, y ciertamente no encontré nada sospechoso. —Es una vista hermosa la que hay desde aquí —susurró alguien y me di la vuelta encontrando una mujer vestida de gala con una copa de vino en su mano, estaba segura que no se trataba de un fantasma sino alguien que había asistido a la fiesta, probablemente acompañaba otra persona porque no recordaba su rostro. —Sí, lo es, ¿puedo preguntar quién es usted? —pregunté. —Estaba buscando el baño y me perdí, y luego la vi, así que no dude en seguirla porque esperaba que me guiará al lugar indicado, pero aquí estamos... Hemos llegado a un punto muerto —explicó. —Vamos, la llevaré al lugar que está buscando —le dije, y empecé a caminar de nuevo de vuelta al lugar por donde habíamos venido. —Escuché que tiene una relación con la persona que es dueña de este lugar —comentó ella mientras caminábamos —, debe ser bastante complicado estar con una persona que tiene tanto poder. —No lo veo como alguien que tenga mucho poder, sino como un ser humano normal como todos nosotros —dije un poco molesta por la forma en que se había referido a él. —Lo sé muy bien, el amor es ciego, y es por eso que debo advertirle que tenga mucho cuidado, no se puede confiar en hombres como ellos —dijo y cuando nos detuvimos en los baños se fue, al poco tiempo descubrí que era la esposa de un hombre bastante rico que estaba en la fiesta, hombre que era conocido por una larga lista de infidelidades y escándalos, comprendía muy bien porque estaba intentado advertirme al respecto. Me fijé en el reloj y entonces me apresuré a regresar a la fiesta, no quería qué el reloj marcara las doce sin que yo estuviera a su lado. Me causó gracia encontrarlo en el camino, él había regresado a buscarme cómo lo había hecho durante toda la noche. También ví a mis hermanos no muy lejos haciendo tonterías y comiendo sin parar, un poco más tranquila me acerqué a Caleb y juntos realizamos el conteo para el año nuevo, y mientras algunos gritaron feliz año nuevo nosotros compartimos el más profundo beso, listos para escabullirnos lejos de allí. —Feliz año nuevo —dije sin aliento cuando nuestras bocas se separaron y luego me le quedé mirando un poco sorprendida. —¿Qué pasa? —me preguntó un poco divertido por mi expresión. —Creo que me puse el pintalabios equivocado, creí que era el que se mantenía... Tu boca está toda roja —le dije, y entonces me comencé a reír. Él también se rió, y luego pidió una servilleta a uno de los trabajadores. —Feliz año... Oh, wow, hermana casi te lo comes entero —bromeó Milo y se rió entre dientes con Mason para no llamar mucho la atención, y lo siguiente que supe fue que de repente toda la luz de la casa se fue interrumpiendo el momento de felicidad y bromas, todos se quedaron en silencio para luego empezar a murmurar sobre lo que ocurría. Luego sentí que algo me tomaba por detrás y me empujaba al suelo mientras me llamaba, y yo solamente pude decir su nombre mientras caía. —Caleb.
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