Capítulo 13

1507 Words
La mujer fantasma seguía insistiendo sobre mi relación con Caleb, me pregunté si cuando estaba viva era psicóloga o terapeuta, porque no dejaba de hacer preguntas y dar consejos que nadie había pedido. Lo peor es que me daba cuenta que estaba molesta porque tenía razón, estaba segura que el problema de la relación era yo. —Creo que por lo menos amor si hay, tienes al chico en la palma de tu mano... ¿Quieres saber cuál es mi teoría? —ella continuó con la charla incluso cuando llegamos al primer piso, salí del elevador e intenté dejarla atrás aunque era imposible. —No sé siquiera porqué pregunta si de todos modos vas a seguir hablando —dije entre dientes, porque no quería que nadie me viera hablando sola, y entonces pensé en tomar uno de los audífonos de mi teléfono para dar la excusa de que estaba en medio de una llamada. —Escuché que ambos rompieron una maldición que era muy antigua, y que eso ha quebrado un poco el balance del mundo paranormal... —¿De dónde escuchaste eso exactamente? —pregunté en voz baja mientras salía del edificio y me despedía del guardia con un asentimiento, ella se rió un poco al ver que me estaba interesando en la conversación. —Ustedes están en la conversación de todos los fantasmas de la ciudad —, me sorprendía que los fantasmas siquiera tuvieran tiempo de compartir chismes unos entre otros, y la miré con cierto recelo al pensar en ello. —¿Acaso no eras un fantasma atrapado en el apartamento que vi? —pregunté confundida mientras pasaba la calle para ir a la parada del bus, que estaba del otro lado a solo una manzana del edificio. —Como ya te dije, cuando fuiste sentí una conexión contigo inexplicable, acepto que te he estado siguiendo desde entonces, te he observado paso a paso no solamente a ti sino también a los tuyos, he estado dentro de ti y te he manipulado... Me detuve y la miré un poco asustada como también enojada, y saber que mi cuerpo había sido robado cuando estaba inconsciente me molestaba. —No vas a tomar mi cuerpo de nuevo —le advertí y ella se rió —. Ni siquiera entiendo de qué otros hablas, creí que eras un espíritu atado al lugar de tu muerte, ¿no quieres hablar de eso? ¿No me seguiste para encontrar la paz? —La paz —dijo la palabra un poco ofendida, pero la ignoré y me preparé para subir al bus que acababa de llegar —. Ya te dije, algo me atrajo a ti, tal vez inconcientemente me sacaste de ese lugar, admito que mi esencia no ha cambiado mucho... Entonces, vas a actuar como una dulce novia ahora, también como una empleada, es tan dulce... —Ya empiezas de nuevo —murmuré y alguien sentado cerca de mí se volvió a mirarme de forma extraña, entonces moví mi mano un poco hacia el audífono para disimular. —Tal vez deberías ser más afectiva, podrían... Puse música en mi teléfono para ignorarla, era un fantasma bastante insistente. Entonces, cuando llegué me apresure a ir al área de reuniones donde estaban revisando documentos, habían elegido un lugar de mesas amplias para poder tener una mejor organización y visualización de todo. Ella me siguió de nuevo en el elevador, no creí que fuera a abandonarme tan pronto por lo que me esforcé en ignorarla. —¿Vas a decirle sobre la visita de su ex? Deberías decirle que está loca, y bastante obsesionada si me lo preguntas —no dejó de hablar sobre ello. —Creo que es hora de que me des un descanso —le dije y salí del elevador directo a mi destino. La ignoré tanto como pude mientras me dirigía a la sala de reuniones, vi que solamente había una puerta abierta con luz y fui allí. Cuando llegué di tres toques a la puerta, y las tres personas que estaban allí se volvieron a verme, se trataba de Caleb, Joe y Leslie, la asistente personal que probablemente iba a tomar mi lugar en un futuro si no me esforzaba lo suficiente. Caleb me miró confundido y levanté la bolsa de comida que traía en mi mano para contestar su pregunta no dicha, entonces sonrió y les dijo a los demás que tomarían un descanso. —No tenías que hacerlo —me dijo él tomando la bolsa, y apresurándose a abrirla para descubrir lo que había en su interior. —Algo me dijo que no habían pedido comida —dije con la esperanza de que fuera así y él asintió, pero de reojo ví a Leslie en su teléfono, probablemente cancelando el pedido que ya habría hecho —. Debiste haberme llamado... —le susurré, y él me miró apenado —. Soy tu novia, pero también tu secretaria... —Lo sé, mejóraré —dijo emocionado y se preparó para comer, pero antes de que tomara el tenedor puse mis manos en sus mejilla y llevé su cara a la mía para besarlo apasionadamente, entonces me alejé de golpe al sentir que no era algo que yo haría, al menos no con compañía. —¿Es está la reconciliación? —preguntó él anodadado, y lo miré un poco nerviosa antes de sonreír para que no sospechara. Después de eso no pude evitar mirar a mi costado para ver a la mujer fantasma que se reía de su travesura, ella había besado a mi novio. —Es bastante bueno —comentó y se tocó los labios, y quise deshacerme de ella. —¿Está todo bien? —preguntó Caleb con expresión de sospecha y puso su mirada en el punto exacto que yo había mirado fijamente, justo donde estaba la mujer —. Ven, siéntate a mi lado —me pidió, y lo hice, sabía que lo había preocupado y quería mantenerme observada —. ¿No estamos solos? —No —fui sincera. —¿Debería buscar ayuda? —preguntó mientras tomaba su teléfono de la mesa, pero entonces puse mi mano sobre la suya y lo detuve. —La comida se va a enfriar, y me esforcé mucho —dije porque no quería hablar de ello frente a los demás. Él pareció entender el mensaje así que decidió terminar la conversación y pidió a los demás que comieran también, entonces me compartió un poco de su comida y aunque insistí en no probar bocado, él mismo puso un bocado en mi boca. Así, estuvimos sentados junto al otro en silencio por un corto tiempo, hasta que el dolor de cabeza empezó y me vi forzada tomar agua constantemente. —Vi a un recolector de almas el otro día —mencionó la mujer fantasma tratando de atraer mi atención, y me contuve a mí misma para no preguntarle en ese mismo momento al respecto, estaba segura que me hubiera dejado en evidencia como una loca. —¿Hay documentos que aún necesitan revisión? —pregunté con ganas de ayudar un poco. Leslie buscó entre los documentos y encontró algo para que yo pudiera trabajar con ello, y me di cuenta que ella se estaba esforzando para quedar bien conmigo. Ella no se había dado cuenta que yo no tenía ningún problema con ella, mi molestia estaba más enfocada en mí misma y mis prioridades. Pero, ciertamente puede que le haya dedicado alguna mirada frustrada al ver que realizaba las tareas que yo debería hacer, sin embargo no la culpaba por ello. Así que cuando tuve los documentos en mis manos le ofrecí una sonrisa amable, esperaba que eso calmara sus preocupaciones con respecto a mi, ya que estaba segura que nadie quería llevarse mal con la novia del jefe. —¿Tienes un lápiz contigo? —le pregunté a Caleb y el tomó uno del bolsillo de su camisa, entonces empecé a trabajar revisando palabra por palabra y analizando el contenido, encerré en un círculo algunas cosas con poco fundamento que necesitaban observarse mejor, y entonces el lápiz se movió por sí solo e hice todo un rayón a lo largo de la página. Intenté mantenerme calmada para no llamar la atención y miré de reojo al fantasma, ella se reía de mí porque le estaba haciendo muy fácil tomar control de mi cuerpo. Por consiguiente di la vuelta al lápiz e intenté borrar lo que había hecho, luego me puse a subrayar otra cosa hasta que mi mano se movió solo de nuevo. Traté de no dejar que me afectará y borré de nuevo el error, insistí de nuevo en subrayar la frase que ya había leído tres veces, pero sentí mi mano moverse de nuevo y forcejée contra la presión que el fantasma estaba generando sobre mí. Aunque intenté ser silenciosa la frustración se apoderó de mí, y el lápiz salió volando hasta incrustarse en el cristal al otro lado de la habitación, Joe y Leslie se volvieron sorprendidos y lo miraron asustados.
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