Capítulo 7

1007 Words
Todos nos reunimos en el sótano y mi madre trajo un poco de chocolate caliente para todos, el día estaba bastante frío, pero había una sensación interna muy extraña en todos nosotros. Acordamos que todo había empezado desde el momento en que el recolector de almas apareció, y todos compartimos las experiencias que habíamos tenido durante los últimos días. —No han dejado de tocar mi ventana —confesó Milo —. Luego cuando salgo siento personas caminar detrás de mí, obviamente sé que no se trata de personas vivas. Pero todo esto es realmente escalofriante, es como si tuviera acosadores, ya puedo entender cómo se sienten las chicas —dijo un tanto nervioso. —Bueno, yo no he dejado de escuchar mi nombre, me han llamado una y otra vez en los momentos más inesperados, no me dejan concentrarme en nada de lo que intentó hacer afuera, ni siquiera puedo leer tranquilo —se quejó Mason. —Han tocado mi puerta hoy dos veces, y durante la fiesta de fin de año alguien me ha empujado al suelo —dije, y evité hablar sobre lo que había pasado horas atrás. —No quería asustarlos a todos pero he estado hablando con otras personas, personas que hacen parte de nuestra área de trabajo, y no somos los únicos que han sufrido este tipo de situaciones... —comentó mi padre. Lo miramos sorprendidos y aterrorizados por lo que acaba de decir, eso significaba que estos incidentes podrían ser a causa de algo más grande de lo que pensábamos. —Hay algo que está atrayendo esto, o tal vez alguien. Investigué un poco y hace un tiempo sucedió algo parecido, parece que fue a causa de un grupo de personas qué se pusieron hacer hechicería e intentar hablar con los muertos. —¿No estarás hablando de esas cosas que vemos en las películas de terror o sí? —preguntó nuestro pequeño hermano muy asustado. —Estás hablando de la tabla... —, mi otro hermano no terminó de decir la palabra porque recordó que mi madre lo había prohibido en su presencia, todo a causa de un incidente que había tenido cuando era niña. Mi padre simplemente asintió y todos entendimos de que estábamos hablando, y aunque toda la situación me asustaba también me había dado un poco de alivio, porque pensé que tal vez no todo estaba relacionado a la antigua maldición de los Dumas. Después de la conversación todos estuvimos de acuerdo en que debíamos investigar sobre todos los sucesos extraños en la ciudad, nos iba a tomar bastante tiempo pero era lo correcto. Ese día me quedé en casa para poder descansar un poco, entonces en la mañana partí rumbo al trabajo bastante temprano por la distancia. Llegué a la oficina y empecé a organizar el papeleo para las negociaciones que se iban a llevar a cabo dentro de una hora, según había revisado en el calendario que actualizabamos siempre en la computadora. La empresas se había asociado con una empresa farmacéutica, sí era la empresa de los Reynolds. Se habían estado revisando propuestas desde el año nuevo, ya que incluso entonces tuvieron algunas conversaciones sobre nuevos productos. Esto era bastante bueno para la compañía Dumas, que estaba incursionando en el negocio de la publicidad, por supuesto aquella no era la única compañía con la que estábamos empezando a trabajar, pero podía sentir qué Caleb estaba bastante enfocado en qué aquel negocio saliera muy bien. Así que no podía más que apoyarlo y ayudarlo a lograr sus metas, revisé los documentos y los organicé en carpetas, usé el color dorado ya que era el representativo de la empresa, y también un poco de azul por la empresa farmacéutica. Luego empecé a organizar la sala de reuniones y en mi mente intenté organizar a cada asistente en un asiento adecuado según su rango en las empresas, y la cercanía con Caleb. Ya sabía que tanto el presidente como su hija iban a estar en la reunión, y aquel lado celoso mío había decidido que por ninguna razón iba a dejar que Charlotte se sentara al lado de Caleb. —Veo que ahorita estás tomando tu trabajo muy en serio —me dijo Caleb con una sonrisa al verme allí —. ¿Te sientes mejor hoy? —Sí, creo que últimamente no había podido descansar muy bien, así que estaba teniendo días malos, aún no puedo creer que haya olvidado ponerme el collar, me dejé a mí misma vulnerable ante todos los espíritus a nuestro alrededor. —Gracias por ser sincera conmigo Mara, últimamente estaba sintiendo como si te estuvieras alejando de mi poco a poco —dijo Caleb con alivio, pero sus palabras no me hicieron sentir bien porque había mucho que aún no le había contado. También entendía que nuestra relación apenas estaba iniciando y debía descubrir poco a poco cómo trabajar en aquellos detalles, nuestros caminos se habían cruzado de forma inesperada y eso era lo que teníamos en común, eso era lo que más empezaba a molestarme de vez en cuando. Me di cuenta que estaba pensando de más las cosas, pero por alguna razón siempre me preguntaba sí de no haber sido por la maldición... —Sí, tienes razón debemos aprender a comunicarnos mejor de ahora en adelante —le dije —. Incluso, ahora que estamos hablando de esto, creo que deberíamos elegir el momento para hablar sobre Charlotte. Cuándo mencioné su nombre vi que su cuerpo se tensó, entonces metió sus manos dentro de sus bolsillos y miró a otro lado. Me di cuenta que era un tema de conversación bastante difícil, no estaba segura de que pudiéramos abordarlo a tiempo para evitar qué dañará nuestra relación. —Lo sé —dijo —. Lo sé —repitió, y la conversación terminó allí, porque dentro de poco llegarían todos los asistentes a la reunión, además allí no era un espacio para hablar de eso, estábamos en horas de trabajo y teníamos que respetar eso si realmente queríamos trabajar juntos.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD