
Me pare frente a la puerta, puse mi mano sobre la cerradura junto a la llave y todos los recuerdos felices volvieron a mi mente, sus besos, abrazos, palabras dulces, los meses felices y divertidos que vivimos en aquel lugar y al mismo tiempo, como un juego mental vuelve a mi el recuerdo de él desnudo junto a su ex, yo parada con esa estúpida cajita en mis manos y todos mis sueños rotos en un instante.
Pero aquí estoy, qué más puedo hacer, me quedan pocos ahorros y este departamento está a mi nombre. Necesito entrar y ocupar este lugar antes de quedarme en la calle, así que me armo de valor y giro la perilla, con pesar entro y recorro con la mirada el departamento, está vacío y ordenado, aunque las luces se encuentran encendidas y eso llama mi atención, giró mi cuerpo y ahí lo veo, parado en el pasillo, como si hubiera estado esperándome.
-Al fin te encontré Eli-
No pude pronunciar una sola palabra, solo lo miré
-Eli sé que estás furiosa, y no existe nada que pueda reparar el error de esa noche, pero estoy dispuesto a demostrarte lo imbécil que fui y lo mucho que te amo por el resto de mi vida.-
Y ahora ¿qué le digo? Mis cuerpo se vuelve débil mientras mis ojos lo ven
-Lo si...ento yo… no… pue..do-
Y en ese instante todo se volvió borroso y oscuro.

