Solo quiero que me ames

Capítulo 4

Todo el asunto del testamento ha sido un desastre total, le pedí a mi abuelo que lo deje en mis manos que yo lo arreglaría, aunque el aun se encuentra delicado y su situación no es estable. Durante esta semana hemos tratado de encontrar la solución junto a Marcos mi amigo y abogado.

-Entiende Francisco, esto es muy grave, tu abuelo mantuvo en secreto el testamento y los plazos que puso tu abuela ya vencieron, las acciones pasan a tu abuelo Omar, pero si el muere automáticamente el testamento de tu abuela volverá a regir, porque ella así lo puso como cláusula- me explica paciente

-es decir que para evitar problemas debo casarme ya?- pregunto incrédulo

-si Fran, no puedes arriesgarte, realmente esto es muy jodido- lo dice ya un poco decepcionado -podríamos alegar demencia por parte de tu abuela, pero no puedo asegurarte rapidez en el asunto

-No quiero casarme, pero tampoco voy a arriesgar el esfuerzo de mi familia, buscaré una esposa, tal vez alguien que pueda contratar, según el testamento solo estoy obligado durante 6 meses- la resignación es lo primero que llega a mi.

Pienso en Eli, ella me gusta, pero no la amo es muy pronto para eso y tampoco podría inmiscuirse en esto, no se como lo tomaría.

Ha pasado una semana y no la he llamado, mi vida ha sido un caos, no voy a negar tengo unas ganas enormes por sus besos pero no justifica que la embarque en esta situación. Lo mejor será buscar una mujer que se alinee a un contrato conmigo, perderé la compañía de Eli y lo que sea que teníamos pero es lo mejor.

Eliana

Pasaron 7 días y ni siquiera respondió los mensajes que le envié, realmente no comprendo, tal vez no le gusto mi inexperiencia pero debía ser sincera, me siento estúpida en este momento pensando en Él, solo fueron dos meses pero su compañía me agrada y en cierta forma lo extraño.

-es normal Eli- me digo a mi misma- nada bueno dura mucho en mi vida.

Siempre es así para mí, solo tengo una amiga Clarisa a la que amo como hermana, y aunque ahora esté viajando siempre está ahí para mí, pero ni siquiera de una familia puedo disfrutar. A Veces la soledad no es la mejor compañía y yo sólo quería disfrutar de algo de afecto y amor. Una lágrima sale en ese momento de mí y la secó rápidamente

-no Eli no te puedes desmoronar, vendrán tiempos mejores- me aliento antes de intentar cerrar los ojos para dormir y dejar de pensar en él 

Francisco 

Estoy de vuelta en Uruguay, y siento que debo hablar con Eli, romper en cierta forma lo que sea que teníamos, al menos por respeto y luego firmar el contrato de matrimonio con la mujer que elegimos con Marcos para hacer frente al testamento de mi abuela.

Me encuentro frente a su puerta y estoy algo nervioso, pero no se porque,

-es solo una chica Fran- me aliento para que esto cueste menos, pero Eli me encanta, ella es fresca y divertida, todo en ella la hace hermosa y su sonrisa me dispara las emociones, pero en cuanto se entere que me caso me va a odiar y no puedo decirle la verdad y arriesgar mi plan. Lo mejor es seguir, no pasa nada solo fueron muchas emociones. Golpeó a su puerta y ella me atiende, verla ahí con ese diminuto short y su blusa de tirantes me enloquece, me muero por besarla y retomar lo que dejamos en stock esa noche, pero mi idea cambia cuando veo su rostro algo molesto y decepcionado 

-pensé que ya no volverías aquí- afirma con un tono serio y creo que también triste.

-lo siento Eli, ¿puedo pasar? Quisiera hablar contigo-