Los zombies que eran mascotas

Capitulo 4

Las autoridades correspondientes no tardaron en llegar al lugar. Aunque lo único que podían hacer es recoger los c*******s antes que provocarán alguna infección mayor en los habitantes del lugar. Los guardaban en bolsas negras y los subían en camiones y camionetas. Algunas personas abogaban por sus mascotas, el conservarlas para incinerarlas o enterrarlas en un espacio cerca de ellos. Las autoridades accedían pero exigían que se dieran prisa pues no podían haber tantos c*******s por ahí. Esas mascotas de casa tuvieron la suerte que los animales muertos en la calle no. Estos serían desplazados a un basurero o los quemarían sin atenciones.

En el cielo se veía un color azul como si los animara a seguir andante cosa que no es sencilla para las personas amantes de los animales y que sufren la perdida de sus compañeros.

La neblina color amarilla que los había invadido la noche anterior ya había desaparecido por complemento, no había rastro de ella ni cerca. Aunque los vecinos exigían a las mismas auto respuestas y que pagarán los culpables por tal acto. Pero estaba claro que era un hecho que a lo largo del tiempo quedaría en el olvido. Se preocuparon por limpiar la zona antes que cualquier periodista se enterará y esto fuera un escándalo nacional.

Acciones que a los ojos del anciano Abram eran indignas y reprobables.