Introducción

750 Words
-Señor lo que me pide va en contra de la moral -trataba de convencer el trabajo a su jefe -Liberaremos una toxina que dañará el ambiente. -Esa toxina no dañará personas, solo animales -contestaba con voz brusca y prepotente -Hay muchos animales salvajes y plagas, haremos un favor y mataremos 2 pájaros de un tiro. -Yo he trabajado con usted muchos años y siempre he hecho lo que me pide pero esto va en contra de mis principios. -No te quejes! -alzaba aún más la voz -Quieres que la empresa cierre y tú perder tu empleo? Este proyecto debimos entregarlo hace unas semanas y si no lo aceleramos perderemos todo. El ambiente en aquel lugar era escalofriante, la luna llena que se mostraba parecía mirar atenta a estas dos personas que se reunían en ese bosque. Las estrellas eran casi nulas como si prefirieran esconderse tras la inmensa neblina que cubría los árboles más altos. El bosque estaba a las afueras de un pequeño pueblo en el estado de Guerrero México, un pueblo que ya de por sí era demasiado terrorífico con su delincuencia, la falta de nobleza en sus habitantes, el exceso de basura en las calles, las falta de mantenimiento a los pisos y a las propias casas que lucían la mayoría en obras negra mostrándose tristes. Conformada por vencindarios pequeños y complejos donde ya casi nadie hacía algo por las demás personas. La policía no era la excepción trabajaban solo por ellos y para ellos dejando desprotegidos a los más necesitados. Las calles vacías a temprana edad de la noche, mostrando grafitis y murales de pandilleros. Muy pocas zonas se salvaban de este ambiente. La empresa del señor Gong perjudicaba aún más la situación con sus constantes métodos antiambientales con tal de hacer de su empresa siguiera generando dinero. -Dejate de lloriqueos ya -continuaba el tono prepotente del señor Gong -te traje por tus habilidades únicas, te necesito para lograrlo pero si no quieres lo haré sin ti -Señor los defensores del ambiente tomarán cartas en el asunto, no quedaremos impunes y tengo una familia que defender. -Sabes perfectamente que no pasará nada, entregaremos el proyecto y no lo volveremos hacer te lo prometo -caminaba para tomar una bolsa con sus materiales -los daños serán menores. El señor Gong caminó para poner en marcha su plan. Se colocó en una base de metal que tenía un impulsor de aire muy potente que daba directamente a unas barras de metal oxidadas y pedazos de madera descuidados. -Esa no es la posición ideal -decía su empleado al verlo direccionar la máquina -se necesitan cálculos precisos, la calcular la humedad del aire entre otras cosas. -Mientras más tardemos, más bajara la humedad en el aire -decía muy decidido -si no vas ayudarme haré lo necesario. El trabajador suspiró y subió a la máquina por fin decido a colaborar h evitar que su jefe hiciera aún más daño con esa actitud impulsiva. Comenzó por sacar unos cálculos rápidamente y de una maleta muy resistente sacó un frasco con un líquido amarillo en su interior. Lo vacío en el impulsor de aire después de mezclarlo con una gran cantidad de agua y después lo encendió. Ambos bajaron y esperaron los resultados. La máquina empezó a funcionar y con a través del aire arrojaba un humo color amarillo que entraba en contacto con la madera y los metales viejos y oxidados. Como si fuera magia estos se convirtieron en algo mucho más sólido, resistente que incluso brillaba. -Los logramos, funciona! -Celebraba el señor Gong -Con está rapidez podemos entregar a la constructora los metales para sus obras y nos hemos ahorrado infinidad de tiempo y recursos -le dio un beso en la cabeza de agradecimiento a su trabajador -eres el mejor. Su acompañante no podía evitar sentir la satisfacción en sus palabras aunque por dentro un tipo remordimiento lo invadía. Sabía que sus habilidades no estaban en duda pero que tanto debía hacer para seguir manteniendo a su familia era una pregunta que interrumpía la satisfacción de su logro. Ese acelerador había logrado convertir cualquier estructura en un metal sólido y resistente que la empresa vendía como materiales de construcción para forjar buenos cimientos. -Mañana mismo mandaré a cargar los camiones para entregar la mercancía. -Si señor -respondía el trabajador quien miraba el vapor amarillo que no solo tocaba los metales, contemplaba como se esparcía en el ambiente en dirección a su tan amado pueblo para incrustarse hasta lo más profundo de ahí.
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