Por desgracia los días siguen siendo lo mismo, despierto sin Luis a lado mío, las damas de la corte me visten, vamos a misa, después dejamos que los nobles nos vean comer.
-Supe que te gustan las cosas dulces-
Luis soltó de pronto, trague el bocado, vaya eso era nuevo, por lo general no hablamos al comer
-Si, son una delicia ¿A ti no te gustan?-
-Prefiero la carne y embutidos-
-Deberías probar-
Tome un biscocho que estaba frente a mi y me acerque para que diera un mordisco, pude escuchar los murmullos de la gente que nos veía, seguro acabo de romper alguna regla, pero no me importa necesito aprovechar este momento para crear un vinculo con Luis.
Luis se acerca para dar un mordisco y sus labios rozaron la punta de mis dedos, Luis saborea y relame sus labios y sonríe satisfecho, los murmullos pararon después de eso.
-Tienes razón, son ricos-
-Te lo dije, un poco de dulce hace bien-
-Ten prueba esta carne-
Luis corto un trozo de carne y me acerco el cubierto para que comiera directo de el, la carne roja no es de mi agrado, pero esto es un gran avance.
-Muy rica-
-Verdad, iremos a cazar el fin de semana, deberías venir-
Gire y mire a la condesa de Nuals y ella asintió
-Me encantaría acompañarte-
-Es una cita-
Se levanto de su asiento, tomo mi mano y le dio un beso en el dorso, para los presentes seria un gesto más de afecto, para mi un gran avance.
Después de la comida di un paseo junto el Conde Mersi expresándome toda las preocupaciones de mi madre
-Madame su madre insiste en que no debe seguir montando a caballo, ya que puede provocar abortos-
-Bueno todos en esta corte saben que no hay riesgo de eso-
-Madame, debe de esforzarse para que nuestro príncipe la desee-
-Lo intento, pero solo nos vemos cuando ya nos iremos a dormir y cuando despierto ya no esta-
-Madame sabe que su permanencia aquí depende de que nos de un heredero-
-Y si esa alianza se rompe ¿Qué debo de ser la austriaca o la delfina de Francia?-
-Ambas-
Me dedica una leve sonrisa y seguimos caminando.
Al llegar la noche una leve esperanza se abriga dentro de mi, les pido a las mucamas que me pongan un lindo camisón y me rocían un poco de perfume, pusieron un poco de chocolate, entro Luis le quitaron la bata y salieron todos.
-¿Que tal estuvo tu día?-
-Fructífero-
Se dirigió a la cama y quito el edredón de mi lado, me tendió una mano, la tome y me metí a la cama, me tapo y se fue de su lado de la cama y también se metió
-Gracias ¿Un poco de chocolate?-
Acerque una oblea de chocolate y la tomo con sus labios
-Oh muy rico y amargo-
-Una delicia verdad ¿De que es el libro?
-Cerraduras antiguas ¿Te importa si leo un poco?-
-Claro que no, ¿Te importaría leer en voz alta? me gustaría escucharte leer-
La cara se le ilumino, espero ir por buen camino.
Luis leía en voz alta algo sobre cerraduras y donde fueron hechas las primeras, se escuchaba fascinado, mientras leía yo comía chocolates, hasta que el sueño me empezó a ganar, bostece y me desperece.
-¿Te aburrí?-
-Para nada, solo me acomodo mejor-
Me gire y mi camisón cayo un poco por mi hombro, siendo consiente de que se podía ver mi pecho a través de el, Luis cerro su libro y lo dejo caer a lado de la cama, me acaricio el rostro y tomo un mechos de cabello y lo puso atrás de mi oreja, se acerco y comenzó a besarme una mejilla y después la otra, la frente y la nariz, mis ojos y me dio un tierno y casto beso en los labios, comenzó a besarme el cuello, me hacia cosquillas, paso uno de sus manos por mi pecho, me recostó boca arriba y se coloco encima de mi, siguió besándome.
-Lo siento-
Se hizo a un lado y se cubrió por completo con el edredón
-Esta bien, no te preocupes-
Me acerque a el con cuidado y lo rodee con un brazo, y nos quedamos dormidos
A la mañana siguiente Luis me despertó con un beso en la frente
-Me iré, te veo en la comida-
-Quédate conmigo en la cama-
Pude ver que el lo considero, me dio otro beso y partió
Mientras volvía a la tediosa rutina con el ligero aire fresco que se había creado entre Luis y yo el Conde Mersi me visito de nuevo.
-Me a llegado el alarmante comentario que no a aceptado los diamantes que Madame Dubarry le a regalado-
-Ya tengo suficientes diamantes-
-Madame, cualquier rechazo hacia la favorita del rey, en su precaria situación...-
-Tiene un titulo comprado y todos saben que estuvo en cada burdel de parís-
-Madame rechazar a la favorita del rey es como si cuestionara los comportamiento del rey mismo-
-Esta bien le hare una visita-
-Recuerde por el rango usted tiene que hablar primero-
El rey venia de visita, así que solo tendría que dirigirle algunas palabras y mi precaria situación y no lo seria tanto ¿No?
-Espero que estén esforzándose para darme un heredero-
-Así es-
Luis me miro y sonrió, la palabra esfuerzo se queda corta, yo sigo siendo virgen, le dedique una sonrisa también y el rey sonrió satisfecho eso espero, Dubarry se me quedo viendo, podía ver en su mirada desprecio
-Hay mucha gente en Versalles-
-Así es-
Mire de nuevo al Rey, le sonreí, Luis me tomo de la mano y nos fuimos
-Serán las ultimas palabras que le dirija a esa mujer-
Luis me beso la mano y partimos para su excursión de caza.
Durante esos días lo veía cada vez menos y llegaba tan casado que de inmediato se quedaba dormido, así que el poco avance que tuve lo perdí en esa excursión.
De regreso, nos informaron que el rey había caído enfermo y no sabían si sobreviviría, a los pocos días supimos que Dubarry abandono el palacio, no era buena señal.
Una mañana, cuando Luis y yo ya nos estábamos preparando para que nos arreglaran, entraron todos los nobles de golpe, el rey había muerto y Luis seria el nuevo rey
-Majestades, hemos venido a ofrecerles nuestras vidas en servicio-
La condesa de Nuals hizo una reverencia seguida por todos los nobles
Luis me tomo de la mano y nos arrodillamos y dijo una plegaria
-Dios ayúdanos, somos jóvenes para reinar-
Pude respirar un poco, me volvería en reina consorte, pero la presión por un heredero seria aun mayor ahora que Luis sea coronado