No es lo mismo

1044 Words
JESSICA POV Estaba acostada en la cama, fingiendo estar dormida, cuando Nick llegó a casa. Llamó mi nombre dos veces, pero permanecí en silencio, obligándome a no reaccionar. No quiero que se acerque a mí, sin embargo tiene la audacia de meterse en la cama junto a mí, tocando mi brazo para obtener una reacción, pero me negué a dársela. No va a volver a conquistarme, lo que teníamos terminó en el momento en que conoció a ella... A la mañana siguiente, todavía seguía despierta, sin poder pegar un ojo y él se levantó tan rápido de la cama que me rompió el corazón. Me levanté lentamente de la cama y tomé una larga y cálida ducha, que necesitaba. Bajé las escaleras con paso seguro, llevando un vestido de verano amarillo de tirantes delgados que junta mis pechos. A Nick nunca le gustó, pero me siento segura con él. Bajé los escalones, apartando los mechones sueltos de mi pelo n***o azabache detrás de mi hombro y me quedé helada cuando lo vi abrir la puerta con una sonrisa y ella entra. —¿Qué demonios hace ella en nuestra casa? —Pisoteo los escalones, la rabia ardiendo en mi pecho. Nick se gira, su pelo rubio oscuro se eriza cuando se pasa la mano por él. —Cariño, cálmate. —Me levanta la mano y no paro hasta que estoy frente a él. —Sácala de nuestra casa. —Escupo. Sus ojos se posan en Tiffany, con su pelo castaño brillante y sus oscuros ojos color océano. —Ella se quedará aquí abajo hasta que podamos construirle una casa —Explica como si eso solucionará todo. —No quiero que esté en mi territorio. —Gruño fulminándola con la mirada. Ella da un paso adelante y levanta las manos cuando gruño por lo cerca que se acerca. —Lo siento... prometo que no seré un problema. No tengo la intención de arruinar su relación —Dice con calma, como si realmente lo pensara, pero no puedo confiar en ella. Me acerco más a ella, parada justo frente a ella. —Ya lo hiciste —Le escupo en la cara y su mandíbula cae mientras sus ojos se cierran entrecerrados. —¡Jessica! —Nick brama, apartándome de ella, y sus ojos están en ella mientras yo permanezco allí y observo cómo reprime las ganas de consolarla. Se vuelve hacia mí con una mirada oscura—. Eso no es típico de ti, ¿qué te pasa? —brama, observando mi aspecto—. Sabes que odio cómo te queda ese vestido. —Sisea y me burla, sabiendo que me insulta de rabia. Está defendiéndola frente a mí y no dejaré que esto pase. —Lo que sea, Nick —respondo antes de avanzar con paso seguro y patear su maleta rodante fuera de mi casa antes de lanzar el resto fuera. —¡Déjalo! —ella chilla, agitando sus manos como si estuvieran mojadas. —¿O qué? —Me acerco a su rostro y ella baja la mirada al suelo, sometiéndose a mí. La miro con ojos desorbitados antes de voltear a Nick—. Si no quiere causar ningún problema en nuestra relación, entonces no le importará unirse a la casa omega. —Encojo los hombros y Nick me mira como si estuviera loca—. ¿Verdad? —Me giro hacia ella y asiente. —Sí, puedo dormir allí. ¿Tendré al menos mi propia habitación? —Suplica y antes de que pueda negarle eso, Nick dice: —Sí, claro. Te llevaré. —Intenta pasar por mí, pero yo pongo mi mano contra su pecho. —La llevaré yo. —Aprieto los dientes y él la mira antes de dar un paso atrás. —No la mates. —No me des una razón para hacerlo. Después de organizar una habitación individual para Tiffany, volví a casa y encontré la casa vacía. —Nick, ¿dónde estás? —Mi pecho se agita de ira y miedo, miedo causado por el pensamiento de que esté con ella. —En mi oficina, Jessica. —Nunca usa mi nombre completo a menos que esté enojado, pero ¿adivina qué? Yo también lo estoy. —Bueno, supongo que la casa no está vacía después de todo —murmuro, rodando los ojos mientras camino hacia su oficina. Entrar sin llamar es una de las cosas que más odia, lo molesta y eso es justo lo que hago, encontrándolo sentado con la cara entre las manos. —Ella está asentada —digo apretando los dientes mientras me acerco a él y me siento frente a su escritorio en la silla suave—. Pero si la encuentro en esta casa... no tendrás que preocuparte por rechazarla, porque la mataré —declaro sin emociones antes de forzar una sonrisa en mi rostro, pero es tan fría como mi mirada. Levanta la cabeza y me gruñe antes de cerrar los ojos, pasándose las manos por el pelo. —Lo siento... —susurra y puedo decir cuánto le cuesta esto, pero soy la única que prioriza nuestra relación, así que tengo que ser dura, tengo que ser fuerte y no preocuparme por el amor de su vida. Han pasado dos semanas desde que ella se mudó a nuestra manada, hemos tenido relaciones sexuales varias veces, pero se siente diferente, no hay amor, no hay ambición por su parte y yo dejé de intentarlo porque sabía que le tomaría tiempo recobrar el juicio. Cuando Nick sale de la casa, lo sigo como un cachorro perdido por miedo a perder mi lugar en esta manada, temerosa de perder al amor de mi vida, y sé que tengo el derecho cuando la encuentro sentada allí, usando un vestido que deja poco a la imaginación, animándolo mientras entrena a los lobos jóvenes. Hablando de usar casi nada y a él le encanta, sus ojos están en ella cada vez que puede, pero si yo uso algo así, entonces soy una zorra. Duele ver a la persona que amas mirando a alguien más. Me llaman para un asunto importante mientras él está entrenando y lo dejo estar, sabiendo que él estaría ocupado y ella no tendría oportunidad de tenerlo a solas, o al menos eso creo...
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD