JESSICA POV Nos detenemos a un kilómetro de distancia de la puerta de la manada. Nuestra manada está rodeada de cercas, cercas altas. Las colocamos cuando nos dimos cuenta de que había renegados rondando y con la función eléctrica que tenemos por la noche, varios lobos fueron encontrados heridos, pero no eran de los nuestros. Eran intrusos. Nathaniel apaga el motor y luego las luces, dejándonos en completa oscuridad rodeados de bosques. —Realmente no quiero dejarte aquí. —Suspira, haciendo que me sonroje y por un segundo agradezco a la Diosa que esté tan oscuro. Lo último que quiero es parecer un tomate frente a mi pareja. Él saca algo de la consola entre nosotros antes de entregarme una tarjeta—. Aquí tiene mi número en la parte de atrás. Llámame cuando estés lista para salir de este

