Baile

1843 Words
JESSICA POV Nunca pensé que me sentaría en la parte de atrás de mi propio auto... Intenté resistirme, pero cuando Tiffany sacó la carta de mareo en el auto, supe que no iba a ganar y me senté en la parte de atrás y fue más humillante cuando ella tomó el brazo de Nick y entraron juntos, dejándome atrás. Para Nick, es cegador y estoy segura de que incluso se olvida de mí cuando ella está cerca. Duele... me destroza saber que se olvida de mí, porque junto conmigo... los recuerdos también se han ido. Al entrar en el gran salón de baile, intento concentrarme en las decoraciones en lugar de en mi pareja, que está tomada de la mano de ella, reclamándola frente a todas estas personas... —¡Jessica! —Una voz familiar me llama y giro mi mirada hacia donde proviene y Luna Paris se acerca a mí, una copa de vino en la mano y una hermosa sonrisa brillante en su rostro. Lleva un hermoso vestido verde esmeralda que complementa su cabello rubio. Sus ojos verdes resaltan al ser de un color más claro. —Luna Paris. —Le devuelvo la sonrisa y ella llama a un camarero y toma una copa de vino tinto, entregándomela. —¿Cómo estás, querida? —me pregunta con una mirada de preocupación en su rostro antes de mirar por encima del hombro a Nick y Tiffany, charlando con otros alfas. Mis labios se tensan. —Bien. —Le doy un sorbo grande al vino. —No te preocupes, sé cómo te sientes. —Ella revuelve los ojos antes de acercarse, sus dedos recorren el material de mi vestido—. Oh, me encanta este azul —admira el vestido azul celeste que llevo puesto. Tiene un brillo cuando las luces lo iluminan. —Gracias. —Sonrío sinceramente y sus ojos se levantan para encontrarse con los míos. —Sabes... también desearía poder conocer a mi pareja —susurra antes de mirar a alpha James, tiene cabello castaño y está junto a una chica pelirroja—. Se conocieron hace dos años —murmura y nunca me metí en eso, pero lo supe—. Deberíamos pasar más tiempo juntas, ya que ambas... cómo puedo decirlo, hemos sido abandonadas. —Entrecierra los ojos de manera juguetona, haciendo que me ría—. Ven, tenemos un club al que desafortunadamente ahora perteneces. —Toma mi mano y sostengo mi copa hacia un lado, temiendo derramar vino sobre mí. Me lleva a una mesa llena de lunas, cinco de ellas, a ningunas que me haya presentado antes. —Esta es Jessica, su pareja se encontró con su destino hace unas semanas. —Sonríe como si estuviera realmente feliz. —Es un placer conocerte. —Se levanta una mujer hermosa, su cabello rubio es impecable, su piel suave, una nariz perfecta y labios carnosos, y me sorprende que esté en esta posición. No soy tan guapa como ella, ni siquiera cerca, y su pareja la dejó por la verdadera... ¿Entonces encontrar una pareja no es tan raro? —Siéntate. —Paris me abre una silla y me siento, porque no es como si estuviera aquí por otra cosa... quiero decir, solo vine para molestar a Nick y a su perrita faldera. —¿Vive contigo? —me pregunta una mujer de cabello castaño rizado mientras tomo un sorbo de mi vino y casi me atraganto con él—. Lo siento —se disculpa y yo lo ignoro. —Está bien, y sí. —Fuerzo una sonrisa—. Desafortunadamente, sí. —Permiso... —Una voz masculina viene desde atrás y un hombre elegante se encuentra detrás de mí, mirándome directamente a los ojos. Es alto, musculoso, pero definitivamente no parece un alfa... —Soy Louis, beta de Alpha Nathaniel. Estoy aquí esta noche en su ausencia, ¿podría tener este baile? —pregunta educadamente, extendiendo su mano hacia mí. Miro a Paris y ella me mira boquiabierta, asintiendo en silencio para animarme. Mis ojos se desvían hacia la pista de baile donde Nick y Tiffany se balancean amorosamente en los brazos del otro y una fuente de ira se apodera de mí, seguida de un deseo de venganza. —Me encantaría. —Tomo su mano y dejo mi copa sobre la mesa. Me lleva a la pista de baile, con las manos entrelazadas y las sostiene elegantemente, me hace girar ampliamente y me siento como una princesa. Me acerca rápidamente a su pecho y me río. Mis mejillas se calientan cuando su mano descansa en mi espalda baja, expuesta, y comenzamos a bailar. —Eres muy hermosa. —Sonríe, sin apartar la vista de mí. —Gracias, Louis, tampoco estás mal —bromeo, haciendo que una risa vibre en su pecho. —Tienes unos ojos únicos —destaca mis orbes grises, algo de lo que Nick se enamoró, solía decir que era única y todo lo que soy ahora, se ha olvidado. —He oído eso muchas veces. —Ruedo los ojos juguetonamente y un escalofrío recorre mi espalda, haciéndome mirar a mi alrededor y veo a Nick todavía bailando, pero ahora sus ojos están en mí. —¿Qué pasa? Estás tensa —Louis señala, volviendo a captar mi atención. —Oh, no es nada. —Lo ignoro. Nick no tiene permitido hacer esto... no puede tenernos a ambos y no la dejará ir, así que es hora de que me deje ir. Soy hermosa, puedo encontrar a otro hombre si quiero. —Dime —suplica, pareciendo un poco curioso. —Es una historia muy larga. —Suspiro y mi sonrisa desaparece. Nick arruina todo para mí, la estaba pasando bien y él se llevó eso. —¿Tiene algo que ver con el hombre que me está mirando de manera amenazante? —Se ríe y estoy confundida acerca de por qué le parece divertido. —Ese es mi pareja. —Trago saliva esperando que deje de bailar conmigo y se vaya. —Alpha Nick —pronuncia su nombre como si lo conociera. —¿Lo conoces? —Sé de él. —Se encoge de hombros. —¿Y no tienes miedo? —Frunzo el ceño y de repente una oleada de poder emana de él, algo que solo alguien de mayor poder podría poseer. Me acerca, su cara junto a la mía. —¿Lo sientes? —susurra, sus labios rozan mi oído. Asiento, sin palabras... Es un beta, pero tiene más poder que Nick—. ¿Sabes qué soy? —Sus dedos recorren lentamente mi columna. Es un Licántropo... los omegas licántropos tienen el mismo poder que los alfas normales... Su r**a es más fuerte, rápida y poderosa. Descienden directamente de las Diosas Lunares. De repente su aura desaparece y siento que puedo respirar de nuevo. Estoy en los brazos de un Licántropo, alguien que podría matar a mi pareja en un abrir y cerrar de ojos... Miro a Nick y mi temor se hace realidad cuando de repente deja de bailar y se acerca a nosotros, sus ojos se desvían hacia la mano de Louis en mi espalda baja y trato de alejarme, pero Louis me mantiene cerca. —Cálmate. —Exhala mientras observa cómo Nick se acerca a nosotros. —¿Quién carajo eres tú? —murmura Nick, sus manos apretadas a los costados. —Beta del Alfa Nathaniel. —Sonríe cortésmente a Nick. —¿Un beta? —La voz de Nick está llena de diversión, su lengua pasa por sus labios antes de tronar su cuello—. Aléjate, es mía —gruñe y Louis deja de bailar y me suelta. —Oh, ¿y quién es la morena allá? —También es mía —refunfuña Nick y las cejas de Louis se levantan mientras sonríe. —Entonces, ¿cuál es tu verdadera pareja? —Louis se acerca y las cejas de Nick se levantan mientras acepta el desafío. —Por favor, paremos, solo estábamos bailando. —Miro a Nick, quien simplemente me ignora. —Tiffany —dice entre dientes y mi corazón duele. —Entonces ve a bailar con ella —responde Louis entre dientes y de repente me aprieta contra su costado, mirándome con una mirada cariñosa—. Me aseguraré de que Jessica tenga la mejor noche de su vida. —Mis mejillas se calientan, sabiendo a qué se refiere, y Nick golpea, lo que resulta en que también me golpeen a mí, y grito mientras mi labio se parte y Louis retrocede con un moretón en la mejilla. Louis no mira a Nick, solo me mira a mí y luego se dirige hacia él cuando ve la sangre goteando de mi labio. Nick ni siquiera me mira, solo está mirando fijamente a Louis. —¿No vas a disculparte? —es lo único que Louis pregunta. Nick se burla, mira a un lado y luego ve mi labio. —Ve a limpiarte —exige y lo miro boquiabierta. —¿Eso es todo lo que vas a decirme? —le grito, él rueda los ojos y Tiffany se une a su lado. —Vamos, no vale la pena. —Ella lo jala hacia un lado y él, de hecho, la sigue. Observo cómo se alejan y las lágrimas llenan mis ojos. Louis acaricia mi mejilla, mirándome y Nick regresa, empujándolo. —No la toques. Nick se congela cuando Louis libera su aura y los ojos verdes de Nick se abren de par en par con miedo. —No me hables, tienes suerte de que no te mate de una maldita vez. —Louis hace retroceder a Nick. Louis se burla de la cobardía de Nick y toma mi mano—. Vamos a limpiarte. —Me conduce suavemente y no me atrevo a mirar atrás, porque puedo sentir la mirada en la parte posterior de mi cabeza. Louis me lleva al baño y me levanta antes de colocarme en el mostrador junto al lavabo. Toma una tela y la sostiene bajo agua tibia antes de atender mi labio partido. —Sanará. —Sonríe antes de mirar mis pechos. Mis ojos siguen su mirada y me doy cuenta de la sangre que ha arruinado mi hermoso vestido nuevo. —No. —Suspiro mientras lo miro. —Ven a casa conmigo, conozco a alguien que puede quitarlo, pero tenemos que apresurarnos. —Se encoge de hombros y aunque cada parte de mí me decía que no fuera con él, que Nick estaría furioso más allá de la reparación, asiento y nos vamos, pero cuando llegamos a su manada, me quedo asombrada al ver el edificio. Parece un castillo antiguo. Abre la puerta y toma mi mano, guiándome hacia el interior de la casa de la manada, que está completamente oscuro. —¿Louis? ¿Eres tú? —Una voz profunda viene de las escaleras. —¡Sí, Nate! —grita Louis—. Vamos a conseguirte algo para que te pongas. —Subimos las escaleras e inhalo un aroma musgoso que me hace estremecer...
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