Capítulo 1
Amaya povs.
--Buenos días-- dije saludando a mis padres.
--Buenos días, Amaya -- saludo Rosario.
--Parece como si hubieras dormido realmente poco. Creí que ya habíamos hablado de eso.
Sonreí de forma inocente y me encogió de hombros para no responderle. Pero, ante su mirada recriminadora, no me quedo más opción que desviar la atención.--Te ves más formal hoy, ¿reunión con la directiva?
Papá suspiro y asintió sin mucha emoción.-- El CEO se presentara esta vez, así que supongo que será una reunión larga.-- masajeo el puente de su nariz con cansancio pero no se quejó al respecto.
Mi padre, Robert Hawk, trabaja para la empresa de construcción más famosa de la ciudad. Lleva casi veinte años y con todos sus esfuerzos acumulados logro hacerse con el lugar de la mano derecha del grandioso Ceo Loren Hadein.
Naomi se acercó con lo que faltaba para que el desayuno estuviera completo y tomo asiento junto a mi padre, no sin antes darle un beso en la mejilla.
Naomi Bullock es mi madrastra, luego de que papá me encontrara en un orfanato, ambos tomaron la decisión de adoptarme. Fue ahí cuando aprendí qué era tener un hogar, una hermana y padres que me cuidaran.
-Amaya, ¿me pasas la leche? -- preguntó Rosario sacando de mis pensamientos. Le pase la leche y ella me sonrió de forma inocente.
Suspire internamente. Rosario era en verdad alguien muy atractivo, no me sorprendía que todos estuvieran tan locos por ella, mucho menos si les sonreía así.
--¿Ya se van? -- Pregunto mi padre cuando ambas nos levantamos.
--Sí, hay clases-- respondió rosario de forma burlona ante el despiste de nuestro padre.
Tomo mi mochila y las llaves de mi moto, Rosario tomo las llaves de su auto y ambas nos dirigimos hacia la salida. Se preguntaran ¿Por qué ir en autos separados si el destino era el mismo? Bueno, era más fácil para nosotras tener nuestros propios medios de transporte, así ninguna dependerá de la otra.
Rosario manejaba un pontiac solsticio color blanco perlado, sí lo sé, lindo. Iba mucho con su estilo.
.
.
.
Maneje con rumbo a casa de Alexa, ninguna de mis amigas tenía permiso de conducir, así que yo pasaba por Alexa mientras que a Aria su madre la dejaba en el instituto.
Llegue a casa de Alexa, toque un par de veces la bocina hasta que salió y se subió detrás.
--Hola-- me sonrió cuando gire para mirarla.
--Ponte el casco.
--Me despeinare-- se quejó.
--El viento también te despeinara, así que prefiero que te despeines sin que me multen por ello.-- blanqueo sus ojos y se puso el casco.
Pare en un semáforo.-- Estamos llegando tarde. Las rejas se cerraran en diez minutos. -- comento alterada.
Sin importarme el semáforo, acelere y pase a todos los autos a una gran velocidad, Alexa se aferraba firmemente a mi cadera.
Ya en el estacionamiento del instituto, bajamos y comenzamos a correr hacia el interior, tuvimos cinco minutos para llegar a nuestro salón antes de que pasaran asistencia.
Parecíamos dos desquiciadas corriendo hacia la tercera planta del edificio.
Mi respiración era errática cuando llegamos a nuestro piso, luego de haber subido las escaleras de dos en dos a una velocidad anormal. Alexa deslizo la puerta del aula con la esperanza de que él no esté allí, pero desgraciadamente, él estaba allí. El profesor Evans Wolf no nos dijo nada más que 'tomen asiento', a pesar de que pareciamos dos niñas que no conocían los espejos ni la estética.
El señor Wolf siguió pasando lista y no comento nada al respecto sobre nuestra, impresionantemente asombrosa, llegada.
--Ese fue todo un show-- se burló Aria por lo bajo.
.
.
.
Estábamos en el receso, sentadas en la cafetería, charlando.
--Me alegra que tu novio sea el profesor-- dijo aliviada Alexa a Aria.-- De no ser por eso, ya no podría contar las faltas, estoy segura de que mi madre me mataría.
--Deberían hacerme un altar-- levanto su barbilla orgullosa.
--Si el profesor se apellida Wolf, quiere decir que sus orígenes están con los lobos-- comente de forma distraída.-- ¿Eso quiere decir que tú eres caperucita cuando el lobo se encuentra sediento? -- eleve mis cejas de forma sugerente para ella, logrando que se sonrojara notoriamente.
Nos reímos de su actitud tímida y ella solo podía tirarnos manotazos para que dejáramos de burlarnos de ella. Eso tenía Aria, era una chica súper tímida y dulce, aunque actuara de forma arrogante.
--Estábamos comiendo en ese restaurante de italiano que tanto me gusta y de repente se puso a hablar de su ex, fue todo muy extraño. Solo sonreí falsamente y en cuanto terminamos de comer salí corriendo. -- Conto Alexa y nosotras nos reímos.
--Maya, ¿tienes un momento? -- pregunto Rosario cuando se acercó.-- Buen día, chicas.
--Buen día-- corearon mis dos amigas.
Me levante de mi silla y acompañé a Rosario a un rincón más apartado de la cafetería para poder hablar con más tranquilidad.
--¿Ocurrió algo?
--¿Recuerdas que una vez te mencione que estaba viéndome con un chico? -- asentí repetidas veces ante su pregunta. –Bueno, se lo presentare a papá y mamá, y quería que estuvieras en ese día, si no puedes hacer planes… por favor.
--¿Cuándo será? -- pregunte.
--El domingo.
--Está bien, no tengo planos el domingo, así que estaré con ustedes.
Sonrió agradecida y luego respondió a su mesa.
--¿Qué quería? -- Pregunto Aria.
--Mhn, presentara al chico con el que estaba viendo estos meses a mis padres y quiere que esté allí.
--Y yo justo quería invitarte a dormir a mi casa, así me ayudas con historia.
--Aria puede hacerlo.
Aria sonrió para Alex y esta sospecha.-- Aria es una maestra exigente.
Sonreí divertida ante su pequeña riña.
Cuando el timbre indico el fin del receso, volvimos a nuestro salón.
--Está noche saldremos-- Sentencio Alexa luego de que nos quedáramos en silencio mientras esperábamos a la profesora de filosofía.
--¿A dónde? -- Pregunto Aria curiosa.
-- A la cama, a dormir-- respondí antes de Alexa.
--Vengan a mi casa a las siete y de ahí iremos al lugar-- dijo-- le pediré el auto a mi hermana y, obviamente, Maya manejara.
--¿What? No, estoy muy vieja para estas cosas. Llegan las once y ya tengo sueño.
--No seas aguafiestas, no sales nunca. Ven con nosotras.
--Alex tiene razón-- apoyo Aria- sal a divertirte un poco, aun eres joven. Y no te preocupes, si te duermes yo te despierto.
Suspire rendida y asentí pesadamente. Ambas se abrazaron y festejaron.