-No quise preguntar nada más, entendí que este hombre es enigmático y sabe algo de mí.-
-Volvimos al juzgado, tan pronto ingresamos llegó Roberto a nuestro lado.-
-A mi oficina Alexander.- mencionó
-Los dos se marcharon, lo mejor era ordenar los casos, por lo que veo pronto irán creciendo.-
-La hora del almuerzo llegó así que tomé mis cosas y salí, creo que muero de hambre.-
-Llegue a un restaurante italiano, pedí una pasta y salmón.-
-Mientras lo disfrutaba me llegó un mensaje de la puerta Roja.-
-Gracias por lo de anoche, es por eso que deseo que lo hagamos 3 veces a la semana, podría pagarte la cantidad de dinero que me pidas a cambio de tan solo dormir.-
-¿Aceptas?-
-Yo solo suspire, dormir con Kronox tres veces a la semana, adicional a eso recibiría dinero.-
-Le di aceptar
