El acuerdo

1376 Words
-Es hora de irnos.- mencionó Alexander saliendo de su oficina, yo tome mis cosas y corrí detrás de él.- -Nos subimos al ascensor, mientras llegábamos al primer piso Alexander hablaba por celular, según entiendo era su madre.- -Te quiero.- finalizó diciendo.- -Salimos del juzgado, afuera nos esperaba un auto n***o, supongo que nos iremos en ese.- -Alexander abrió la puerta, pidió que me subiera, una vez lo hice él se sentó a mi lado.- -Por el camino había un silencio incómodo, la verdad no sabía de qué hablar.- -En ese momento mi celular comenzó a sonar, al parecer era mi hermana quien pedía una videollamada.- -Yo rechazaba la llamada pero ella seguía insistiendo al punto que me preocupe.- -¿Le molesta si contesto?- pregunté -El solo negó con la cabeza.- -Acepté la llamada, la sorpresa que me llevé al ver a mi abuela en la pantalla.- -¡Mi niña!- Escuché decir -Hola abue.- mencioné algo avergonzada.- -Tu hermana me contó que no vendrías.- -Lo siento abuela, estoy un poco ocupada.- -¡Mentiras! ¿No me digas que tus jefes no te dejan descansar los fines de semana?.- -Abue no es eso, si quieres en la noche te llamo.- -No te atrevas a colgarme Fernanda, sabes que ya ha pasado casi un año desde que te fuiste de aquí, me prometiste estar en mi cumpleaños así que espero que llegues el sábado.- -Abuela es que…- -¡Es que nada! No quiero saber que estás trabajando para unos tiranos que ni te dejan respirar por que te juro que voy hasta allá y le digo las verdades en su cara.- -Abuela no digas eso, mis jefes no son así.- -¿Está a tu lado verdad? ¿Por eso no puedes hablar bien?- -Si, él está aquí conmigo.- -¡Pásamelo!- -¡No!- -Hazlo o tomaré un auto ahora mismo con rumbo a tu trabajo.- -Yo no sabía qué hacer, mire de reojo a Alexander el solo sonreía.- -Dame el celular.- mencionó Marshall -Señor no tiene que hacer esto.- -El lo tomó y apareció en la pantalla.- -Buen día señora, soy Alexander Marshall, el jefe de Fernanda.- -Vaya muchacho si que eres apuesto.- -Pues usted no se ve nada mal, debo decir.- -Que considerado es, ¿tienes novia? ¿Esposa?- -¡Abuela!- grite -No señora, ni lo uno, ni lo otro, ¿desea usted serlo?- -Me encantaría pero no puedo, sigo siendo fiel a la memoria de mi Bernie, él fue y será mi único amor.- -Lástima.- mencionó Alexander.- -Pero mi nieta está disponible, ella no tiene novio, creo que jamás tuvo uno, aunque ese chico Felipe lo intentó y fracasó, ella podría ser tu novia y esposa.- -¡Dame el teléfono! La abuela ya se salió de quicio,- mencioné tratando de arrebatárselo pero Alexander no lo permitió.- -¿Te gusta mi nieta? Ella en verdad es muy bella.- -En eso tiene razón, Fernanda es una mujer muy hermosa e inteligente, supongo que lo heredó de usted.- -Aquí estoy sonrojada por todo lo que dices, ven este fin de semana, es mi cumpleaños, quiero conocer el que será el esposo de mi nieta.- -Claro por qué no, cuente conmigo, le aseguro que llevaré a Fernanda, así sea atada pero allá estará.- -Alex te espero el sábado, no me falles.- -No lo haré.- -Tome mi celular, la abuela no me dejó hablar, ella cortó la llamada.- -Yo en verdad lo siento, mi abuela es…- -Alguien única.- mencionó -No tienes por qué ir el sábado.- -Lo haré, ya di mi palabra.- -No te entiendo.- susurré -Creo que fue suficiente para que me escuchara.- -El se giró y me miró a los ojos.- -¿Qué no entiendes?- -¿Por qué es así de especial conmigo?- -No lo sé, simplemente me gusta serlo, ¿deseas que no lo haga más?- -Por supuesto que no.- -Bien pues ya resolví tu duda.- mencionó -El conductor informó que ya habíamos llegado, según veo es una empresa de moda.- -Alexander se bajó, él tomó mi mano para ayudarme a bajar, habían periodistas en la entrada.- -Los dos caminamos hacia la entrada, por lo visto siempre ingresan famosos a esta empresa, supongo que por eso los periodistas viven prácticamente aquí.- -¿De qué se trata la reunión?- pregunté -¡Marshall!- escuché a un hombre hablar.- -El venía caminando hacia nosotros, traía cigarrillo en la boca.- -Reyes- respondió Alexander.- -Sabes que no quería llegar a esto pero la reputación de mi hija está en el suelo.- -No lo creo pero por favor vamos al punto de una vez, tengo cosas que hacer.- -El hombre indicó por donde debíamos ir, en una sala de cristales estaba una mujer y dos hombres sentados.- -Llegamos a la puerta, los hombres se colocaron de pie, la mujer se arregló un poco el escote del vestido, se que la he visto en revistas.- -Por favor comencemos.- mencionó Alexander.- -¿Quién es la mujer?- preguntó el señor Reyes.- -Es mi abogada.- -¿Qué?- -Pero señor Marshall yo soy su abogado.- el hombre que estaba sentado pregunto angustiado.- -Puedes retirarte, aquí está mi abogada, no pienso decirlo de nuevo, vamos al punto.- -El hombre abandonó el lugar, la mujer me veía como si me quisiera tomar del cabello y sacarme de la sala.- -Alexander me indicó que me sentara a su lado.- -Entonces comenzaremos, esta es una reunión de conciliación, como sabrán el señor Alexander Marshall y mi clienta Regina Reyes tienen un contrato de unión marital firmado, el cual dice que se debe llevar a cabo antes de que finalice el mes.- -El acuerdo fue firmado hace 5 años con un plazo de cumplimiento, también con cláusulas penales donde si alguno de los mencionados fallaban debían indemnizar a la víctima,- -Así que esta es la prometida súper modelo que mencionaba las revistas.- pensé -El señor Marshall ha decido dar por terminado el contrato, él alega que no desea desposar a mi cliente por lo cual haremos cumplir las cláusulas.- -Alex sabes que podemos arreglar esto, solo debes entrar en razón.- decía la mujer.- -Alexander me pasó una copia del acuerdo, yo comencé a leerlo detalladamente, las cláusulas eran absurdas, todo estaba diseñado para que la mujer ganara una gran fortuna.- -¿Tú firmaste esto?- pregunté -Mi padre hizo el acuerdo.- -Estamos aquí para llegar a un arreglo, Marshall simplemente cásate con mi hija y todo queda olvidado, sé que ustedes dos se aman.- Mencionó Reyes.- -Alexander estaba como una piedra, no había expresión alguna.- -Creo que mi cliente no desea conciliar, así que nos vemos en los tribunales.- mencioné -¡Alex!- la mujer se lanzó sobre el.- -¿Qué pasa contigo? Teníamos planes de casarnos, tú lo prometiste.- -Alexander me miró, creo que entendí todo.- -Me levanté de mi silla, tome la copia del contrato, él también se puso de pie.- -Comencé a salir, la mujer gritaba como loca.- -¿Es por otra mujer verdad?- -El no respondió, solo siguió caminando.- -Yo iba observando el lugar, ese hombre Reyes se ve tan ordinario para este sitio, es como si algo aquí no estuviera bien, al fondo vi un hombre que conocía.- -El juez menor Manuel estaba hablando con unas modelos, les estaba explicando algo.- -Creo que mis alarmas se encendieron, ¿es posible que este sea el puente para el tráfico de mujeres?- -Mientras iba observando todo no me fijé y me estrellé con el pecho de Alexander.- -Perdón- mencioné -¿Qué tanto veías para que caminaras distraída?- -Bueno todo lo que te perdiste por no casarte con la modelo.- mencioné en burla.- -Prefiero vivir en la calle que con esa mujer.- mencionó -Poe lo visto terminó muy mal esa relación.- -Los dos nos subimos al auto, quería preguntarle de todo pero no era el lugar.- -Sabes que tendrás que contarme tu versión, necesito información si llevaré tu caso, a todas estas ¿por qué yo?- pregunté -Quiero que sea de absoluta reserva, además eres buena.- -¿Por solo un par de días que llevo aquí sabes que soy buena?- pregunté -El me miró de frente.- -He seguido toda tu carrera Fernanda.- -¿Acaso este hombre sabe muy bien quién soy?- me pregunté
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