-Es hora de irnos.- mencionó Alexander saliendo de su oficina, yo tome mis cosas y corrí detrás de él.-
-Nos subimos al ascensor, mientras llegábamos al primer piso Alexander hablaba por celular, según entiendo era su madre.-
-Te quiero.- finalizó diciendo.-
-Salimos del juzgado, afuera nos esperaba un auto n***o, supongo que nos iremos en ese.-
-Alexander abrió la puerta, pidió que me subiera, una vez lo hice él se sentó a mi lado.-
-Por el camino había un silencio incómodo, la verdad no sabía de qué hablar.-
-En ese momento mi celular comenzó a sonar, al parecer era mi hermana quien pedía una videollamada.-
-Yo rechazaba la llamada pero ella seguía insistiendo al punto que me preocupe.-
-¿Le molesta si contesto?- pregunté
-El solo negó con la cabeza.-
-Acepté la llamada, la sorpresa que me llevé al ver a mi abuela en la pantalla.-
-¡Mi niña!- Escuché decir
-Hola abue.- mencioné algo avergonzada.-
-Tu hermana me contó que no vendrías.-
-Lo siento abuela, estoy un poco ocupada.-
-¡Mentiras! ¿No me digas que tus jefes no te dejan descansar los fines de semana?.-
-Abue no es eso, si quieres en la noche te llamo.-
-No te atrevas a colgarme Fernanda, sabes que ya ha pasado casi un año desde que te fuiste de aquí, me prometiste estar en mi cumpleaños así que espero que llegues el sábado.-
-Abuela es que…-
-¡Es que nada! No quiero saber que estás trabajando para unos tiranos que ni te dejan respirar por que te juro que voy hasta allá y le digo las verdades en su cara.-
-Abuela no digas eso, mis jefes no son así.-
-¿Está a tu lado verdad? ¿Por eso no puedes hablar bien?-
-Si, él está aquí conmigo.-
-¡Pásamelo!-
-¡No!-
-Hazlo o tomaré un auto ahora mismo con rumbo a tu trabajo.-
-Yo no sabía qué hacer, mire de reojo a Alexander el solo sonreía.-
-Dame el celular.- mencionó Marshall
-Señor no tiene que hacer esto.-
-El lo tomó y apareció en la pantalla.-
-Buen día señora, soy Alexander Marshall, el jefe de Fernanda.-
-Vaya muchacho si que eres apuesto.-
-Pues usted no se ve nada mal, debo decir.-
-Que considerado es, ¿tienes novia? ¿Esposa?-
-¡Abuela!- grite
-No señora, ni lo uno, ni lo otro, ¿desea usted serlo?-
-Me encantaría pero no puedo, sigo siendo fiel a la memoria de mi Bernie, él fue y será mi único amor.-
-Lástima.- mencionó Alexander.-
-Pero mi nieta está disponible, ella no tiene novio, creo que jamás tuvo uno, aunque ese chico Felipe lo intentó y fracasó, ella podría ser tu novia y esposa.-
-¡Dame el teléfono! La abuela ya se salió de quicio,- mencioné tratando de arrebatárselo pero Alexander no lo permitió.-
-¿Te gusta mi nieta? Ella en verdad es muy bella.-
-En eso tiene razón, Fernanda es una mujer muy hermosa e inteligente, supongo que lo heredó de usted.-
-Aquí estoy sonrojada por todo lo que dices, ven este fin de semana, es mi cumpleaños, quiero conocer el que será el esposo de mi nieta.-
-Claro por qué no, cuente conmigo, le aseguro que llevaré a Fernanda, así sea atada pero allá estará.-
-Alex te espero el sábado, no me falles.-
-No lo haré.-
-Tome mi celular, la abuela no me dejó hablar, ella cortó la llamada.-
-Yo en verdad lo siento, mi abuela es…-
-Alguien única.- mencionó
-No tienes por qué ir el sábado.-
-Lo haré, ya di mi palabra.-
-No te entiendo.- susurré
-Creo que fue suficiente para que me escuchara.-
-El se giró y me miró a los ojos.-
-¿Qué no entiendes?-
-¿Por qué es así de especial conmigo?-
-No lo sé, simplemente me gusta serlo, ¿deseas que no lo haga más?-
-Por supuesto que no.-
-Bien pues ya resolví tu duda.- mencionó
-El conductor informó que ya habíamos llegado, según veo es una empresa de moda.-
-Alexander se bajó, él tomó mi mano para ayudarme a bajar, habían periodistas en la entrada.-
-Los dos caminamos hacia la entrada, por lo visto siempre ingresan famosos a esta empresa, supongo que por eso los periodistas viven prácticamente aquí.-
-¿De qué se trata la reunión?- pregunté
-¡Marshall!- escuché a un hombre hablar.-
-El venía caminando hacia nosotros, traía cigarrillo en la boca.-
-Reyes- respondió Alexander.-
-Sabes que no quería llegar a esto pero la reputación de mi hija está en el suelo.-
-No lo creo pero por favor vamos al punto de una vez, tengo cosas que hacer.-
-El hombre indicó por donde debíamos ir, en una sala de cristales estaba una mujer y dos hombres sentados.-
-Llegamos a la puerta, los hombres se colocaron de pie, la mujer se arregló un poco el escote del vestido, se que la he visto en revistas.-
-Por favor comencemos.- mencionó Alexander.-
-¿Quién es la mujer?- preguntó el señor Reyes.-
-Es mi abogada.-
-¿Qué?-
-Pero señor Marshall yo soy su abogado.- el hombre que estaba sentado pregunto angustiado.-
-Puedes retirarte, aquí está mi abogada, no pienso decirlo de nuevo, vamos al punto.-
-El hombre abandonó el lugar, la mujer me veía como si me quisiera tomar del cabello y sacarme de la sala.-
-Alexander me indicó que me sentara a su lado.-
-Entonces comenzaremos, esta es una reunión de conciliación, como sabrán el señor Alexander Marshall y mi clienta Regina Reyes tienen un contrato de unión marital firmado, el cual dice que se debe llevar a cabo antes de que finalice el mes.-
-El acuerdo fue firmado hace 5 años con un plazo de cumplimiento, también con cláusulas penales donde si alguno de los mencionados fallaban debían indemnizar a la víctima,-
-Así que esta es la prometida súper modelo que mencionaba las revistas.- pensé
-El señor Marshall ha decido dar por terminado el contrato, él alega que no desea desposar a mi cliente por lo cual haremos cumplir las cláusulas.-
-Alex sabes que podemos arreglar esto, solo debes entrar en razón.- decía la mujer.-
-Alexander me pasó una copia del acuerdo, yo comencé a leerlo detalladamente, las cláusulas eran absurdas, todo estaba diseñado para que la mujer ganara una gran fortuna.-
-¿Tú firmaste esto?- pregunté
-Mi padre hizo el acuerdo.-
-Estamos aquí para llegar a un arreglo, Marshall simplemente cásate con mi hija y todo queda olvidado, sé que ustedes dos se aman.- Mencionó Reyes.-
-Alexander estaba como una piedra, no había expresión alguna.-
-Creo que mi cliente no desea conciliar, así que nos vemos en los tribunales.- mencioné
-¡Alex!- la mujer se lanzó sobre el.-
-¿Qué pasa contigo? Teníamos planes de casarnos, tú lo prometiste.-
-Alexander me miró, creo que entendí todo.-
-Me levanté de mi silla, tome la copia del contrato, él también se puso de pie.-
-Comencé a salir, la mujer gritaba como loca.-
-¿Es por otra mujer verdad?-
-El no respondió, solo siguió caminando.-
-Yo iba observando el lugar, ese hombre Reyes se ve tan ordinario para este sitio, es como si algo aquí no estuviera bien, al fondo vi un hombre que conocía.-
-El juez menor Manuel estaba hablando con unas modelos, les estaba explicando algo.-
-Creo que mis alarmas se encendieron, ¿es posible que este sea el puente para el tráfico de mujeres?-
-Mientras iba observando todo no me fijé y me estrellé con el pecho de Alexander.-
-Perdón- mencioné
-¿Qué tanto veías para que caminaras distraída?-
-Bueno todo lo que te perdiste por no casarte con la modelo.- mencioné en burla.-
-Prefiero vivir en la calle que con esa mujer.- mencionó
-Poe lo visto terminó muy mal esa relación.-
-Los dos nos subimos al auto, quería preguntarle de todo pero no era el lugar.-
-Sabes que tendrás que contarme tu versión, necesito información si llevaré tu caso, a todas estas ¿por qué yo?- pregunté
-Quiero que sea de absoluta reserva, además eres buena.-
-¿Por solo un par de días que llevo aquí sabes que soy buena?- pregunté
-El me miró de frente.-
-He seguido toda tu carrera Fernanda.-
-¿Acaso este hombre sabe muy bien quién soy?- me pregunté