Listen Me

Cuando la luz de la luna adornaba la ciudad, fue a la hora en la que Liana ya me estaba gritando para que estuviera lista para salir de casa e ir a la fiesta que nos esperaba. —Amanda más te vale estar lista, porque sino pienso arrastrar tu pelo rubio por la calle—me grito Liana tan dulce como siempre. Me levante de mi cama aún en ropa interior, pero al menos duchada. —Ya voy—le grite. Me puse una falda negra con una camiseta de tirantes verdes que era ajustada y ancha al mismo tiempo, tras eso me coloque unos hermosos tacones, me deje mi pelo suelto y salí d mi habitación para encontrarme a Liana con un corto vestido n***o y una coleta alta. —¿Te das cuenta de que es una fiesta?—me pregunto y la mire. —Te quiero—le dije y bese su mejilla. Liana me miro y suspiro. —Voy a aceptar que vayas así, porque es muy tú—me dijo haciendo que riera. Salimos de casa y mientras yo cerraba la puerta, Liana llamaba al ascensor para ganar tiempo. —Pero mira que preciosidades tenemos aquí—comento Evan, uno de nuestros vecinos que también era compañero nuestro en la universidad. Evan era un chico bastante guapo, era el capitán del equipo de fútbol de la universidad, era un buen equipo, y era amable, era muy buen amigo. —¿Que quieres idiota?—le pregunto Liana molesta. —Liana, no seas bruta—le dije, y me gire para mirar a Evan quien me guiño el ojo, al ser animadora, eramos bastante buenos amigos y teníamos bastante relación. —Siempre tan encantadora—me dijo y acaricio mi mano. Liana le miro algo sorprendida, pero no hice nada, eramos amigos por lo que era normal que fuera tan encantador conmigo. —Tenemos que irnos—dijo Liana y asentí tranquila. —¿A donde vais?—pregunto Evan y mire a Liana, conociendo a mi amiga esto podía ser una fiesta secreta e ilegal, por lo que no sabía si podía hablar de ello.< —A un lugar al cual no estas invitado—le respondió Liana tranquila. Me agarro de la mano y me llevo al ascensor, al entrar ahí Evan se quedo mirando nos mientras el ascensor se cerraba con gran lentitud. —No tienes que ser tan borde—le avise y ella me miro. —Amanda, ese chico a alquilado un piso en el mismo lugar que tú, solo para verte—me dijo y la mire sin entender—Esta obsesionado contigo—me dijo y la mire sorprendida. —Solo es un amigo—le dije. Tanto Bianca como Liana, tenían algo de odio a mis compañeras del equipo de animadoras, y no aguantaban a los futbolistas, no me hacían de menos por yo ser animadora pero no podía ir a un lugar que las de mi equipo estuvieran con ellas. —Pues deberías dejarse lo claro—me aviso y negué. Evan sabía perfectamente que a mi no me interesaba, en un principio, había intentado darle una oportunidad, era lo que todos esperaban que dos personas guapas y populares de la universidad estuvieran juntas pero no lo veía como algo más que un buen amigo. —No debo hacerlo—le dije. Ella no insistió más, era algo bueno de Liana, sabia cuando callarse. Salimos del edificio y un taxi ya nos esperaba en la puerta, Liana era realmente buena para estar preparada, e impresionarme. —¿Le has enviado la dirección a Bianca?—le pregunte y ella me miro. —Si pero no ha respondido—me comento y suspire. —Espero que no lo este pasando muy mal—rece y ella me miro. —¿Con su tío? Cualquier cosa puede ser—me dijo y negué. Nuestras familias se conocían desde hace demasiado, y su tío no era de nuestro agrado, era demasiado serio y controlador, y en ocasiones sin razón. —No importa, vamos a disfrutar de la fiesta—me dijo y asentí. Subimos al taxi, tras que diera la dirección, me perdí en ver la ciudad, mientras Liana respondía las preguntas del taxista de forma elegante, y sin mandarle a pasear, cosa que seguramente estaba deseando hacer. Al llegar, salí del taxi mientras Liana lo pagaba para ver como una larga cola esperaba para entrar al lugar de la fiesta. Una vez Liana termino de pagar, me agarro de la mano y me arrastro hacía la puerta. —La cola, loca—le dije pero ella me ignoro tirando de mi hasta llegar delante del portero con los gritos de la gente que estaba en la cola. —Cállate—me dijo tranquila. El portero nos miro y analizo nuestras caras. —Debéis poneros a la cola—dijo el portero, con toda la razón del mundo. Liana le miro tranquila y sonrió. —Liana Miller—se limito a decir ella, el portero la miro sin saber que hacer—Mire la lista—le ordeno ella, pero el tono que uso no parecía ni de lejos ser una orden, sino la conocieras pensarías que esta siendo amable con su voz totalmente dulce, pero le estaba dando una orden. El portero suspiro y miro la lista, tras pasar un vistazo rapido, miro a Liana asustado. —Disculpe señorita—dijo y sin decir más nos dejo pasar. Liana me llevo a dentro del local sin decir nada más. —Me puedes explicar que pasa—le pedí bastante impresionada. Ella me miro, mientras yo mire al lugar, era un almacén abandona que parecía un almacén abandonado, sin mucha decoración, lo máximo eran las luces, la barra y el escenario para el dj que ahora estaba vació. —Es la fiesta de Tom—me dijo y la mire. Tom, era, un buen amigo nuestro, sobre todo de Liana, los dos eran igual de violentos y amantes de las aventuras, por lo que se entendían muy bien. —¿El local es de Tom?—le pregunte sorprendida y ella me miro. —Si, he vendido todo para tenerlo pero va ser la mejor inversión de negocio de mi vida—comento Tom apareciendo en la entrada. Abrazo primero a Liana y después a mi. —Me alegro de que esteís aquí—nos dijo y sonrió. —Es un gran lugar—le dije haciendo le reír. —Lo odias—me dijo y esta vez fui yo quien se rió. —Lo siento—le dije y me abrazo. —Tu apoyo me sirve—me dijo, y sonreí—Liana—le dijo Tom a Liana llevando toda su atención a mi amiga—Te voy a enseñar lo mejor de este lugar—comento. Conociendo a Tom, si se dirija solo a Liana, era porque esto era loco o peligroso. Liana me miro, con miedo de no saber que hacer o si me podía dejar sola. —Ir—le dije y ella me miro. —¿Segura?—me pregunte y le mire. —Obviamente—le dije y los dos me miraron—Ir, yo voy a la barra y a bailar—les dije y ellos asintieron. —Diles que vas de mi parte, y tendrás una copa gratis—me dijo y asentí. Liana me abrazo para después irse con Tom a la parte más alta del lugar, seguramente, conociendo le había montado algo peligroso, como salto de algo o lo que fuera. Camine hacia la barra, vi que estaba estaba totalmente llena y que los camareros no daban a basto, por mucho que deseara algo de beber, no me iba a pelear con la gente, por una bebida cuando seguramente había mil formas de conseguirlo. Por lo que, decidí caminar por la discoteca sin pasar por la pista de baile para que nadie me aplastara. Llegué a unas pequeñas escaleras y me senté ahí, esperando a algo, porque odiaba la música que estaba sonando y no podía beber algo, por lo que solo me tocaba esperar a que Bianca viniera o que Liana apareciera para poder disfrutar. —Ahí no puedes estar—me dijo un chico de ojos verdes y le mire. —¿Por que no?—pregunte sin entender nada. No cortaba el paso a nadie por lo que no molestaba a nadie ¿Que le importaba que estuviera ahí sentada o en otro lugar? —Mira niña de papa—me dijo y le mire. ¿A que venía tanta violencia? Que yo sepa no le había atacado y podía haberlo hecho, le podía haber dicho que tiene mal aliento o cualquier o cosa, pero había sido educada. —¿Puedes no hablarme mal?—le pregunte sorprendida y él rió acercando se a mi peligrosamente. —La niña de papa no esta acostumbrada a esto ¿no?—me pregunto y le mire. Estaba cerca de mi, a escasos centímetros de mi y con un asqueroso olor a sudor que asqueaba. —Deja me en paz—le dije e intente levantarme para alejarme pero el me agarro del brazo. La música estaba demasiado alta, por mucho que gritara no iba a escucharme nadie, y pegarle no era una opción, era mucho más grande que yo y aunque le hiciera daño, no iba tener mucha ventaja por lo que mis posibilidades eran pocas. —¿Y si no quiero que vas ha hacer?—me pregunto, y le mire. Estaba empezando a tener miedo, en muchas ocasiones los hombres me habían seguido por la calle pero nuca me había encontrado con el peligro cara a cara, jamás me había sentido tan en peligro como ahora. —Will, no molestes—hablo un chico detrás del chico. Will, quien era el imbécil que me había molestado, me soltó y se giro, con cara de que iba a responder pero al ver al chico que había interrumpido, su cuerpo se tenso. —Lo siento—dijo Will. ¿Quien era ese chico? ¿Por que le había dado tanto respeto que se había disculpado con él y no conmigo que era a quien estaba molestando? —A mi no es a quien has molestado—le respondió tranquilo. Will se giro para mirarme y le mire sin entender nada. —Perdón—dijo y le mire sin entender nada. —Ahora, vete—le ordeno el chico. Sin decir nada más Will se fue, cosa que agradecí pero ¿Quien era este chico? —De nada—me dijo y le mire impresionada. —No te he pedido ayuda—le respondí. Fue lo que me salió, estaba siendo un arrogante y era lo que más odiaba en esta vida y por mucho que quisiera agradecerle por salvarme, no podía dejar que por ello se creciera. —Tú cara no decía lo mismo—me dijo y le mire. —Bueno, pero eso no tiene nada que ver—me queje y le mire—Yo...—empece pero me interrumpió. —No me vengas con un discurso feminista, de soy mujer y puedo sola con todo—me dijo y le mire impresionada. —No iba ha dar ese tipo de discurso—me queje y él me miro impresionado. —Creo que eres la primera mujer que no lo hace—me dijo y le mire. —¿Salvas a muchas chicas?—le pregunte y él me miro. Se apoyo en la pared de enfrente mía mientras yo seguía sentada en las escaleras del escenario. Le mire, tenía unos intensos ojos grises que según la luz que le diera podían parecer azules o blancos, era algo precioso, tenía un largo pelo castaño claro y era alto, más que yo. —Siendo sincero, eres la primera—me confeso y le mire impresionada. —Por lo que tu comentario de antes es una mierda—le dije cruzando me de brazos. —Puede ser—me dijo y me miro—Pero ha servido para tener una conversación contigo—me dijo y le mire. —Una forma bastante original, no lo voy a negar—le dije y él rió—Estás en el segundo puesto—le dije y me miro divertido. ¿Cual es el primero?—me pregunto con curiosidad. —Un chico, en el instituto, hizo que tuvieran que cambiar a todos de compañeros de química para ponerse a mi lado—le conté y él rió divertido. —La siguiente me peleo con Will, para ganarme el primer puesto—me dijo y le mire. ¿La siguiente? ¿ Va ver una próxima vez con este chico? Por favor si, hablar con este chico es lo más interesante que me ha pasado en meses. —Una pelea no me atraería, pero un disfraz de payaso no dijo que no—le dije divertida y él me miro. Bianca se acerco corriendo a mi poniendo se ante él chico misterioso y yo. —Bianca—le dije impresionada. —Amanda, os necesito—me dijo y la mire impresionada. Mire hacía atrás y el chico, me miro tranquilo. —Os dejo hablar—dijo tranquilo—Nos vemos en otra ocasión, Amanda—me dijo antes de irse tranquilamente. Debería haberle pedido el numero, o el nombre minimamente pero ya estaba todo perdido, por lo que mi atención se fue a Bianca que tenía cara de susto.