Sarátov. Martes, 22 de febrero. Departamento de Xander King, 7:35am. Los rayos de la mañana se colaban a través de las espesas cortinas de un pequeño apartamento en el centro de Sarátov, el cual era bastante sencillo, contando con una sencilla sala de estar, una cocina bien equipada, un baño y dos habitaciones. Todo de tamaño compacto, perfecto para una persona de pocas exigencias. Un pequeño Omega ocupaba una de las habitaciones, sumergido en completa oscuridad. Estaba sentado en posición india en una silla frente a un escritorio con varios monitores inclinados sobre él, tecleando furiosamente comandos que una persona común no lograría comprender. Con respiración sosegada, bebiendo de un recién hecho Caramel Mocha y disfrutando de un delicioso Bagel. Así pasó varios minutos en

