Martes, 22 de febrero. Sala de interrogatorio, 14:19 horas. —¡¿Qué!? — la mandíbula de Yaakov casi le llega al piso, con los ojos bien abiertos debido a la impresión —. ¡j***r, Magnus! Eso sí que no me lo esperaba. Alekséi se aproxima aún más al hombre y observa como este presiona totalmente su espalda a la silla, tratando de imponer tanta distancia como puede. El Alfa está tan cerca que sus piernas se rozan. Con su mano, sujeta con firmeza la quijada del Omega e inclina su rostro hacia el lado derecho, advirtiendo que en su oreja efectivamente se encontraba adaptado un auricular flexible casi transparente. Confirma lo mismo con su lado izquierdo, solo para descubrir lo mismo. Los dispositivos eran tan pequeños que pasaban desapercibidos, también porque se ajustaban perfectam

