Le he pedido que me confiese todo pero sigo conectada a las últimas palabras que me dijo, esa confesión de la que no me será fácil recuperarme. Sean fue durante mucho tiempo un referente para mi, un gran amigo y efectivamente casi un hermano pero también tuvimos momentos sexuales que ahora mismo me producen nauseas y no son por mi embarazo. Me ha visto haciendo ciertas cosas que no me siento lista para recordar. Hubiera podido ser mi amante si no fuera el sádico enfermo que es en la cama común mujeres. No sé como he podido tener el valor de estar a su lado tanto tiempo sabiendo lo que sabia pero esto es distinto. Esto me hace sentir como en medio de algo más allá de lo natural, algo que nos sobrepasa y que forma parte de un auténtico vuelco del destino. Dante me contó todo hace una hor

