Otra mañana más aparece frente a mi y Sean ya no está. Desde hace dos días he confirmado que se fue y su parte del trabajo la han desde donde sea que ha ido y desde luego yo no puedo dar con él, corta cualquier vínculo cuando entramos en la misma frecuencia. En las instalaciones del jodido proyecto Australia ya nada es como lo fue al principio, ahora somos una especie de reclutas al servicio de la policía que espera poder atrapar una red de tráfico de dinero lavado. Usan este formato para ello y el FBI lleva el suficiente tiempo detrás de los mayores apostadores como para no atraparlos. Sin embargo resulta que Dante y yo hemos caído bajo la mirada de halcón del dueño de todo el proyecto paralelo y la mencionada subasta es hoy, en la noche...él vendrá y pretende que Dante y yo juguemos

