Tal vez esté a tiempo de irme. Mientras ponen a esas mujeres en sus posiciones, alguien las hace girar a dos de ellas y les noto el rostro cubierto. Me doy cuenta de que no están disponibles para ser observadas más allá de sus figuras. ¿Eso es bueno o malo? —¿Por qué algunas llevan el rostro cubierto? —Porque esas dos solo están disponibles para pujas femeninas —responde en mi oído. Me pone muy nerviosa. —Y,¿Eso en que cambia? Intento disimular mis sentimientos. Estoy asustadas y enfadada, ¿quienes se creen que son estos tipos para comercializar así con las personas? Un montón de dinero se mueve alrededor de todo esto y puedo ver claramente en mi tablero que las pujas empiezan entre los diez mil y cincuenta mil dolares por chica. Según no sé qué normas. Eso pondría el contador final

