Ese día, Abby demostró no solo que era capaz de protegerse a sí misma, sino también a las personas que amaba, a pesar del miedo y la incertidumbre, había triunfado, pero a un costo muy alto. Las palabras de Julián llenaron de temor a Bastián, y aunque no tuviera mucho conocimiento sobre mujeres embarazadas, sabía muy bien que Abby atravesó por algo que no debía pasar. A pesar de que los paramédicos la hicieron despertar al pensar que solo se trataba de un desmayo, Bastián supo que algo no andaba bien desde el momento que Abby abrió sus ojos. Una Abby desorientada, sin saber en donde estaba, se removió incómoda en el suelo y su ceño se frunció antes de llevar sus manos instintivamente a su abdomen, donde una nueva vida estaba creciendo. Sus ojos se abrieron poco

