Después de recibir el alta del hospital, Abby se preparaba para irse a casa con la ayuda de Bastián y comenzar a reconstruir su vida con su bebé.
Sin embargo, antes de partir, recibió una noticia que la llenó de asombro y alivio, pero también la llenó de pesar.
Fue absuelta de cualquier cargo por haberle disparado a su hermano. La policía reconoció que la menor de los Dubois había actuado en defensa propia y para proteger a sus amigos y su integridad física.
Abby sintió un gran alivio al escuchar la decisión de la policía, pero también se entera de que su hermano ha quedado en sillas de ruedas como resultado de la herida de bala. Aunque no podía evitar preocuparse por su hermano, sabía que había hecho lo correcto, no se arrepentía.
La castaña se quedó en silenci
