Estuve en los juzgados un buen rato, los abogados hicieron muchas preguntas, pero finalmente, el juez tomó una decisión: Heru fue detenido inmediatamente. Ibu y Sita lloraron histéricamente por Heru cuando estaba siendo arrestado. Vi su cara, estaba roja e hinchada, sus ojos estaban fijos en los míos, me miraba con tristeza y decepción, como si no pudiese creer que yo le estuviese haciendo esto, pero, así se pagan los malos actos Heru. —Delia por favor deja que Heru se vaya, retira los cargos, quieres recuperar tus propiedades ¿verdad? Toma nuestra casa, tómala y todo lo que hay dentro, pero por favor libera a mi hijo, es mi única esperanza, no te lleves a mi Heru. —Ibu lloraba, tirando de mi brazo suplicando con lágrimas en los ojos. Sabía que ella quería mucho a Heru y su oferta no er

