Mi teléfono suena, la voz de Mario, el padre de Anaís, suena asustada y alterada.
- Donde carajos está mi hija?
- Buenas tardes, Mario... - Estará enterado ya del divorcio? Qué otra cosa podría importarle más que la perdida total de su parte de la empresa?- No está contigo?...
- Hace unos 6 días que no me contesta el teléfono, Luca, nos dejó esperando por ella en su cena de cumpleaños... termina el maldito juego!
- Trataste con su amigo Felipe?
- Si, pero no tengo su teléfono personal y en su casa dice que el número ya no existe.- Algo en mi interior hace click, el día de la crisis, fue su maldito cumpleaños... Y a pesar de toda la basura de estos años, es la primera vez que no lo celebramos, pues no hubo fiesta familiar. Fue eso lo que gatillo su crisis, obviamente sumado a todo lo demás. Ese dolor, ahora familiar, se vuelve a instalar en mi pecho.
Miro el reloj y son las 19:30. Si todo esto es real, cómo me indica la inquietud en mi interior, ya las cartas están tiradas. Soy un hombre libre, otra vez. Busco la felicidad en mi corazón y sólo siento ansiedad y estás enormes ganas de llamar a Franco y rogarle porqué me diga que todo era una mentira. "Qué pasa contigo, Luca, estás arrepintiéndote?... No crees que es un poco tarde".
- Luca, por favor, si sabes algo de ella, házmelo saber... sé que no soy de tu agrado y que desprecias a mi hija, pero tengo la sensación de que algo está pasando...
- Me pidió el divorcio, Mario... Tu hija me pidió el divorcio y se fue de la casa.
- Me alegro por ustedes, muchachos... fue un gran error ponerlos en esta posición.
- Ahora lo aceptas, después de ocho años, irónico no crees?
- Yo lo lamento mucho, cuándo vi a mi hija apagarse lentamente, día a día perder su alegría, sus ganas... - Mierda, eso fue exactamente lo que hice con ella, apagar su alegría, el brillo de sus ojos... yo solía adorarla y la destruí.
- Ella me cedió su parte de la compañía y los bienes comunes, todo en realidad, pero pidió una mensualidad para ti. Mi abogado te llevará los papeles.- Espero a que estalle, pero sus palabras me desconciertan.
- Hace mucho tiempo que dejé de depender de la compañía Luca, si eso valía la salud mental de mi hija y su felicidad, lo pagaría tres veces...-
Algo aquí no cuadra, algo grande...
- Si tienes noticias avísame, yo también lo haré si me entero de algo.
Me voy apurado a mi oficina, enciendo el computador y revisó las cuentas bancarias, efectivamente, ni un sólo peso se ha movido en estos ocho años.
Pero que mierda?...
Anaís tenía su trabajo en la compañía, ella tenía un sueldo... pero su padre y su madre, nunca tocaron un peso? Y el tratamiento para la enfermedad de su madre, que murió hace muy poco tiempo? Era carisimo!
Llamo a Franco, necesito respuestas!...
- Franco!
- Calma campeón, estás a horas de ser libre... sabes que el dinero lo puede todo?... Tu jodida esposa pagó para apurar el trámite!- Su risa incrédula me irrita demasiado.
- Ella... ella firmó?- me descubro conteniendo la respiración y reconociendo que todos estos días estuve seguro que no lo haría.
- Qué pasa Luca?... Te arrepientes?
- Franco!
- Por fin te diste cuenta que toda esta mierda a la que la sometiste, era tu amor disfrazado de odio?
- De que mierda hablas, Franco?...
- De lo obvio, amigo mío. Eso que te advertí hace muchos años y que no quisiste escuchar.
- Que carajo, Franco?
- Eres mi mejor amigo, Luca... pero nunca quisiste escuchar, cuándo te dije que Anaís era una buena persona y que probablemente no se merecía todo el daño que le hiciste. La destruíste, amigo! Ella te amaba con su vida y tú convertiste todo su amor en odio... Ahora te toca vivir con eso. Pero vamos, tu abuelo estará feliz, toda la empresa es de tu familia ahora!
- Franco, para esta mierda! Yo no me arrepiento!- "seguro Luca?", algo en mi mente grita.
- Claro, amigo... Nos vemos mañana. Ah y sólo por si te interesa, Amestica llevaba en su auto, muchas maletas... parecía que se estaba mudando.
- Qué?...
- Parece lógico no crees, el amor de su vida, lo necesita más que nunca.- Corto la llamada y siento mi cuerpo entero temblar... el vaso de whisky en mi mano, sale disparado a la muralla y estalla. Estalla con el mi mundo, mis razones...
Lunes, otra vez... me miro al espejo del baño de mi oficina y la imagen que me devuelve es chocante, sólo un par de días bastaron para reducirme a ésta miseria. Soy un hombre guapo, conozco el efecto que tengo en las mujeres... y ahora soy este hombre que da más pena, que cualquier otra cosa. Franco ha estado buscando minuciosamente en cada documento y he contratado a un investigador privado que pueda dar con ella y de paso averiguar cosas del pasado. Con que fin?... La verdad no lo tengo muy claro... Mi instinto es el que me mueve hoy. Sólo tengo la certeza de que todo aquello que encuentre, me hará odiarme un poco más, por haber sido este imbécil por los últimos ocho años.
- Luca! Ven aquí... encontré algo importante!
Arrastro mis pies fuera del baño... y su sonrisa triunfal, me dice que ha encontrado otra cosa, que le dará la satisfacción de restregar mi miseria en mi cara.
- Qué es eso...?
-"Junio del 2010. Acuerdo de confidencialidad, firmado entre tu abuelo y Mariana Risso, un pago de cien mil euros, directo a su cuenta, ella se compromete a salir definitivamente de tu vida".
- Es una maldita broma?
- No, amigo de mi alma... creo que el inmenso amor que te tenía Mariana, no lo destruyó Anaís... sólo fue que tú abuelo le puso precio.
Mierda, la frustración me puede, toda está porquería, fue una mentira?