Mamá siempre me había parecido hermosa. Bueno, supongo que es normal: a todos los chicos su madre le debe parecer la mujer más linda del mundo. Pero el tema es que, en el tiempo en que pasó esto, ya empezaba a mirarla de otra manera. Empezaba a mirarla con un deseo desbocado. Un deseo que me hacía sentir profundamente avergonzado y culposo. En esa época empezaba a tener un gran interés por las mujeres y por el sexo en sí mismo, y descubrí que me gustaban particularmente las que eran mucho mayores que yo, las que hoy se conocen con MILF, pero ninguna me excitaba tanto como mamá. Y eso me perturbaba, y, a la vez, no podía controlarlo. Era algo retorcido, enfermizo, pero daba por sentado que a todo el mundo le pasaba, y que no se hablaba de eso por vergüenza. Aunque también es cierto que no t

